EEUU: Racismo de justicia penal denunciado ante ONU

Organizaciones de derechos humanos de Estados Unidos solicitaron la intervención de la ONU para enfrentar la discriminación racial que, según denuncian, orienta decisiones de la justicia penal en ese país.

También recomendaron que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) envíe a Estados Unidos una misión de relatores especiales y abogaron por la incorporación del tema al orden del día de la Conferencia Mundial contra el Racismo, que se celebrará el año venidero en Sudáfrica.

En un documento denominado 'Pedido de Acción' el grupo de instituciones y personalidades estadounidenses demandó al foro mundial que dirija un llamado a las autoridades de Washington para que honren las obligaciones contraídas por ese país como signatario de tratados multilaterales sobre derechos humanos.

Estados Unidos, en cumplimiento del Convenio Internacional sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, del que es estado parte, debe levantar sus reservas y presentar al organismo especializado de la ONU informes oportunos y precisos sobre la discriminación racial en esa rama de la justicia, dijeron los peticionantes.

Los estados miembro del convenio internacional deben presentar informes periódicos sobre su cumplimiento de esa norma al organismo encargado de la vigilancia, el Comité de la ONU sobre Eliminación de la Discriminación Racial (CERD).

La petición, firmada también por figuras del mundo académico, del arte y de la cultura estadounidenses, propone que la ONU investigue las denuncias de discriminación racial y de predisposición racista en el sistema de justicia penal de Estados Unidos.

El perfil racial, que alude al empleo de la raza como presunción de culpabilidad sin pruebas de conducta delictiva, se utiliza contra gente de color en numerosos lugares, como puertos internacionales de ingreso, carreteras, escuelas y en el exterior de sus domicilios.

Las pruebas estadísticas presentadas por los peticionantes demuestran que los conductores de automóviles de la comunidad afroamericana son detenidos en forma desproporcionada debido a contravenciones menores de tránsito, pues los agentes suponen que es mas probable su involucramiento en delitos graves.

Setenta por ciento de los conductores detenidos en 1995, 1996 y 1997 por la policía del estado de Maryland en la carretera interestadual 95 eran negros, pero sólo 17,5 por ciento del total de automovilistas pertenecían a esa comunidad.

En el condado de Volusia, en Florida, también 70 por ciento de los detenidos por la policía en una carretera fueron negros o hispanos, a pesar de que sólo cinco por ciento de los conductores eran de esos grupos.

Las diferencias raciales en las condenas y en el encarcelamiento han aumentado de tal manera en Estados Unidos que los hombres afroamericanos son 50 por ciento de la población carcelaria del país, a pesar de que sólo representan seis por ciento del total de estadounidenses.

Un estudio de la división de servicios de justicia penal de Nueva York sobre las sentencias dictadas en ese estado entre 1990 y 1992, llegó a la conclusión de que, ante un mismo delito, los negros son condenados con más frecuencia que los blancos.

En el caso de la pena de muerte, existen pruebas abrumadoras de que su empleo en Estados Unidos está teñido de prejuicio racial y clasista, según se aseguró en el documento presentado ante la ONU.

Cuarenta y dos por ciento de los condenados que están recluidos en los pabellones de la muerte son afroamericanos, mientras que 80 por ciento de las ejecuciones corresponden a casos que involucraron a víctimas blancas.

En Estados Unidos, las mujeres de color, sometidas a formas de discriminación racial agravada por la discriminación de género, son especialmente vulnerables al racismo en los planos económico, social, cultural, civil y político, y enfrentan inequidades en el sistema judicial en lo penal.

El pedido de acción de las organizaciones y personalidades estadounidenses fue presentado a dos organismos de la ONU, el CERD y la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, durante las sesiones que estos sostienen en Ginebra este mes.

Los grupos estadounidenses fueron representados por Julian Bond, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, Wade Henderson, director de la Leadership Conference on Civil Rights, y Mary Frances Berry, presidenta de la Comisión de Dderechos Civiles de Estados Unidos.

Bond recordó que en 1947 las organizaciones de derechos humanos de Estados Unidos ya habían apelado a la ONU para denunciar el racismo dominante en grandes sectores de ese país.

Muchas de las peticiones presentadas hace 53 años siguen sin resolverse, a pesar de que en ese período se han registrado progresos en muchas áreas.

El sistema de justicia penal estadounidense se caracteriza por un tratamiento desigual de las minorías en cada etapa de los procesos, sostuvieron las organizaciones denunciantes. (FIN/IPS/pc/ff/hd/00

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