La organización no gubernamental (ONG) Transparencia Internacional propuso hoy al Banco Mundial un plan de 10 puntos para reducir la corrupción en los países destinatarios de sus créditos.
"Reconocemos que el Banco adoptó un enfoque nuevo y positivo contra la corrupción en los últimos años, pero aún puede hacer mucho más para ayudar a los países en desarrollo a reducir la corrupción desenfrenada, que obstaculiza su progreso", exhortó Peter Eigen, presidente de Transparencia.
El plan de 10 puntos fue publicado en vísperas de la reunión semestral del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mes próximo, e insta al Banco a ampliar sus actividades anticorrupción incluyendo en ellas a ONG como Transparencia Internacional.
El programa incluye la elaboración de una lista negra de individuos y organizaciones que fueron rechazados por otras instituciones financieras debido a su corrupción, así como la revisión de la concesión de préstamos a países que no tengan programas anticorrupción "convincentes".
Transparencia urgió al Banco a dar más prioridad a las medidas contra la corrupción en sus actuales esfuerzos de renovación y a impulsar reformas más agresivas del servicio civil en los países en desarrollo para garantizar que los funcionarios públicos reciban salarios dignos y así desalentar los sobornos.
Con sede en Berlín, Transparencia tiene 75 filiales en todo el mundo y fue establecida en 1993 para vigilar la corrupción en los gobiernos y los negocios. Anualmente publica un Indice de Percepción de Corrupción, que ordena a los países de acuerdo con dicha percepción.
Se prevé que la reunión de otoño del Banco Mundial y el FMI, a realizarse del 19 al 28 de septiembre en Praga, generará masivas protestas civiles contra la lentitud en el alivio de la deuda externa y el papel de ambas instituciones en el ajuste estructural, entre otros asuntos.
Las ONG también reclamarán una mayor participación pública en las actividades de esas dos instituciones financieras multilaterales.
Tras la creación de Transparencia Internacional, en 1993, la ONG se propuso comprometer al Banco Mundial en la asistencia a los países en desarrollo para combatir la corrupción, pero el Banco arguyó que se trataba de un asunto demasiado político, explicó Frank Vogl, vicepresidente de Transparencia.
Solo en 1995 la institución modificó su postura, y en la reunión anual con el FMI en 1996, el presidente James Wolfensohn anunció que el Banco elaboraría un programa eficaz contra la corrupción.
La institución financiera destacó que ya comenzó a combatir la corrupción mediante diversas estrategias, y que un creciente número de sus créditos están condicionados a la buena gestión de gobierno.
Durante los últimos dos años fiscales, firmas independientes realizaron la auditoría de 54 proyectos en Argentina, Bosnia, Camerún, Corea del Sur, Indonesia, Kazajistán, Nicaragua, Nigeria, Rusia, Sri Lanka y Uganda, declaró el Banco.
"Como resultado de las auditorías, el Banco concluyó que unos 40 contratos no estaban conformes con los procedimientos reglamentarios", agregó.
El Banco celebra un promedio de 45.000 contratos por año, por un monto total cercano a los 50.000 millones de dólares.
Sin embargo, la institución sigue financiando proyectos en muchos países con gobiernos dictatoriales o corruptos, acusaron varias ONG.
Un ejemplo es la aprobación de un polémico proyecto de oleoducto entre Chad y Camerún, aunque el gobierno de este último fue catalogado como el más corrupto por Transparencia Internacional en 1999.
El Banco tiene ahora una lista negra de empresas y consultores con antecedentes de soborno, pero esa lista no está consolidada y no hay coordinación con otras agencias y bancos de desarrollo, señaló Transparencia.
"Un contratista que figura en la lista negra del Banco Asiático de Desarrollo, por ejemplo, no debería ser contratado con créditos del Banco Mundial, y viceversa", señaló Vogl. (FIN/IPS/tra-en/gm/da/mlm/dv-ip/00