Habitantes de la localidad de Pueblo Rico, en el noroeste de Colombia, responsabilizaron hoy al ejército de la muerte de seis niños que participaban en una excursión y que, según la versión oficial, quedaron atrapados en el fuego cruzado entre soldados y guerrilleros.
Hernando Higuita, concejal de Pueblo Rico, dijo a la radioemisora Caracol que en el momento en que el ejército disparó no había combate y que, al parecer, los menores fueron confundidos con guerrilleros.
Huiguita, quien acompañaba a su esposa, maestra de la escuela que llevaba a los niños de excursión, afirmó que en la zona «no había ningún grupo de la guerrilla» y que «sólo había presencia del ejército», que disparó de un lado a otro del camino por donde subían los niños.
Según Higuita, una niña herida observó a dos soldados que llegaron hasta el lugar donde estaban sus compañeritos muertos y que «se pusieron a llorar al reconocer el error que habían cometido».
El concejal rechazó la versión del ejército según la cual los guerrilleros utilizaron a los niños como «escudos humanos», y afirmó que llevará el caso «hasta sus últimas consecuencias» para demostrar que se atentó «contra niños inocentes».
Argemira Angarita, madre de uno de los niños muertos, pidió a los organismos de control (procuraduría y Fiscalía) investigar los hechos, y al gobierno tomar medidas para dejar a los niños al margen del conflicto.
Angarita afirmó que «es inexplicable» que el ejército disparara sin percatarse de que se trataba de un grupo de niños, que pueden diferenciarse con facilidad de los adultos.
Bernardo Restrepo, propietario de una tienda de la localidad de Pueblo Rico, dijo que, sin importar de dónde procedieron las balas, «lo grave es que se disparó contra niños que disfrutaban de un paseo sin hacerle daño a nadie» y que «una vez más, los menores son víctimas del conflicto armado».
El comandante del ejército, general Jorge Mora, responsabilizó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) por la muerte de los niños pues sus guerrilleros se «mezclaron con ellos» en el combate que se registraba en Pueblo Rico.
Según Mora, los guerrilleros aprovecharon que los niños realizaban un paseo y, sin medir consecuencias, se mezclaron con ellos y dispararon cuando las tropas del ejército los perseguían.
Mora indicó que la intención de los soldados no era atacar a los niños y que está dispuesto a colaborar con los organismos de control «para que se aclaren los dolorosos hechos».
Para el general Eduardo Herrera, comandante de la brigada del Ejército a cargo del operativo, la muerte de los niños es «parte de una guerra irracional que le han planteado unos pocos apátridas al resto de los colombianos».
Giovanni Arias, de la no gubernamental Fundación Dos Mundos, organización internacional que trabaja con la infancia, condenó el hecho y pidió al gobierno y a los grupos armados evitar que los niños sigan siendo víctimas de la guerra.
Arias dijo a IPS que el país no puede seguir aceptando «explicaciones facilitstas» de los actores armados, que utilizan a los niños como combatientes o colaboradores, o los hacen sufrir el desplazamiento o la muerte y heridas por el fuego cruzado en las zonas de conflicto.
Cerca de 6.000 niños están vinculados con las filas de paramilitares de derecha o de las guerrillas izquierdistas, 180.000 han sufrido el desplazamiento y 1,1 millones dejaron de asistir a la escuela a causa de la guerra civil, según la Fundación.
Mientras, la Defensoría del Pueblo (ombudsman) calculó que de los 12 niños que mueren cada día en Colombia, cinco cayeron a causa de la violencia. La Fundación Dos Mundos observó que eso significa que en este país se violan las leyes nacionales e internacionales aprobadas para proteger a los niños de la guerra.
El derecho internacional humanitario, en el artículo 77 de su protocolo I, establece que las partes en conflicto proporcionarán a los niños «los cuidados y la ayuda que necesiten por su edad u cualquier otra razón» y que deben ser objeto de respeto especial y protegidos contra cualquier atentado.
Este miércoles, el presidente Andrés Pastrana afirmó que «esta guerra sin sentido» cobró la vida de seis inocentes y heridas a otros cinco y anunció que personalmente dirigirá la investigación del caso.
«Es triste que en Colombia sean los padres sean los que sepulten a sus hijos y no los hijos los que sepulten a sus padres» , se lamentó Pastrana. (FIN/IPS/yf/mj/hd/00