Las nuevas generaciones se asoman a un mundo diferente al de sus padres, sin pleno empleo, con altas tasas de desocupación y perspectivas cada vez más sombrías, particularmente en los países en desarrollo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que unos 70 millones de mujeres y hombres entre 15 y 24 años están desempleados actualmente en el mundo
Las consecuencias más severas recaen sobre las mujeres integrantes de ese grupo de edad. En muchos países en desarrollo, aunque también en algunos industrializados como Francia, hay más jóvenes mujeres desempleadas que hombres
En el desempleo, como en otros aspectos sociales, la brecha entre países ricos y pobres tiende a aumentar, observó Gyorgy Sziraczki, experto del sector de Empleo de la OIT.
La mundialización reduce la cantidad de jóvenes sin trabajo en los países industrializados, debido a la combinación de economías boyantes y tasas de crecimiento demográfico nulas o ínfimas.
En cambio, en los países en desarrollo, con economías dependientes y recesivas, los jóvenes aumentan en número de manera considerable y afrontan una competencia creciente cuando se incorporan al mercado laboral.
Este fenómeno, agudizado en las últimas décadas, convive con el otro gran flagelo universal que preocupa a la Organización de las Naciones Unidas (ONU): la pobreza.
Los cálculos del foro mundial elevan a más de 1.000 millones el número de personas que viven en la pobreza, la mayoría pertenecientes a los países en desarrollo y en particular en las áreas rurales.
En esos antecedentes de miseria y desocupación se basó el plan del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de promover políticas para el empleo de los jóvenes aprovechando la reunión de gobernantes de casi todo el mundo que se realizará en Nueva York del 6 al 8 de septiembre, en la denominada Cumbre del Milenio.
La Secretaría de la ONU, junto con el Banco Mundial y la OIT, organiza una red de alto nivel de promoción de políticas sobre el empleo de los jóvenes.
La iniciativa de Annan procura aprovechar la experiencia de los dirigentes más creativos de la industria privada, de la sociedad civil y del campo de la política económica, para estudiar maneras innovadoras de abordar el problema.
La red de alto nivel de promoción de políticas sobre empleo de los jóvenes deberá preparar un informe, para octubre, que se presentará ante el Comité Administrativo de Coordinación, un organismo de enlace entre las agencias de la ONU y el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Los temas que se discuten inicialmente tiene carácter provisorio, auqnue con seguridad incluirán la cuestión de una mayor coordinación entre las agencias del sistema internacional.
Además de la OIT, el Banco Mundial y la Secretaría de la ONU en Nueva York disponen de programas de generación de oportunidades de empleo para la gente joven.
Sin embargo, no existe la sinergía necesaria entre esas iniciativas y entre las instituciones que las impulsan, lamentaron fuentes obreras vinculadas a la OIT.
La red propiciada por Kofi Annan procurará identificar los ejemplos de programas de empleo que obtienen resultados favorables. Una vez ubicados, se espera poner en acción detrás de esos objetivos a todo el sistema de la ONU.
Los primeros esbozos del programa conjunto de la ONU, la OIT y el Banco Mundial prevén la movilización del sector privado y de la sociedad civil.
La compañía estadounidense Cisco System ejecuta su Programa Académico de la Red Cisco, que ofrece enseñanza tecnológica gratuita en línea a unas 160.000 personas de todo el mundo, en nueve idiomas.
Otras empresas disponen de programas de divulgación parecidos. Los expertos que trabajan en el plan de la ONU estiman que esas iniciativas deben ser estimuladas.
Pero no existen recursos presupuestarios extraordinarios para atender los costos de la red. La idea de los expertos consiste en trabajar con los programas que ya disponen de fondos presupuestados, pero también movilizar a otros actores de la sociedad, como los donantes privados y públicos.
En su mensaje a los jefes de Estado y de gobierno que asistirán a la Cumbre del Milenio, Kofi Annan adelantó que entre las posibles soluciones al problema del desempleo se deberán tener en cuenta las que ofrecen la Internet y el sector no estructurado, especialmente la contribución de las pequeñas empresas a la generación de puestos de trabajo.
En estrecha relación con esa idea, la ONU ya creó un consorcio de cuerpos de voluntarios con conocimientos técnicos avanzados, coordinado con ayuda de los Voluntarios de las Naciones Unidas.
El nuevo organismo, Servicio de Tecnología de la Información de las Naciones Unidas, proporcionará formación en países en desarrollo sobre la utilización de la tecnología de la información.
Pero no es necesario pensar en el suministro de computadoras a todo el mundo ni tampoco en la posibilidad de crear ocupaciones a través de la tecnología de la ocupación, aclaró un experto.
La potencialidad de la tecnología de la información no consiste en la creación de empleo, sino en vincular el área informal con el mercado. De esa manera, se puede beneficiar al sector no estructurado mediante el acceso a la información y a los servicios empresariales.
Por ese motivo, uno de los principales objetivos de la red propuesta por la ONU será salvar la brecha entre el sector informal y la sociedad del conocimiento.
Sin embargo, la adquisición de conocimientos no será suficiente si los sectores informales quedan aislados, advirtió la fuente. Un requisito imprescindible es que esos sectores se vinculen a mercados en crecimiento. (FIN/IPS/pc/ff/lb/00