CUBA: Cerca de Africa, el Caribe y el Pacífico, lejos de Europa

La visita a Cuba desde este miércoles de una delegación del grupo de Estados de Africa, el Caribe y Pacífico (ACP) podría dar lugar al ingreso de la isla a ese mecanismo de concertación, que mantiene un acuerdo de comercio preferente con la Unión Europea (UE).

Anicet-Georges Dologuele, presidente del Consejo de Ministros del Grupo ACP, quien encabeza la misión visitante, permanecerá en La Habana hasta este viernes, invitado por el presidente Fidel Castro.

Medios oficiales consideraron la ocasión "una oportunidad para intercambiar opiniones" entre el gobierno cubano y ese bloque, que el 23 de junio firmó un nuevo acuerdo de cooperación y comercio con la UE.

Cuba, observador del ACP desde mayo de 1998, participó en las negociaciones del convenio, pero a última hora desistió por supuestas presiones políticas de la UE. En el ACP figuran los países más pobres del mundo.

Al tiempo, La Habana suspendió una visita de la directiva de la UE que programada con anterioridad a la firma del Acuerdo de Cotonou, sustitutivo de la Convención de Lomé IV, que rigió las relaciones entre ambos grupos desde 1975.

Sin embargo, el canciller cubano Felipe Pérez Roque, anunció el 9 de julio que su país podría ingresar al Grupo ACP al margen de cualquier pacto preferencial por parte de la UE.

Pérez Roque añadió que en una reunión celebrada en Benin, el ACP acordó cambiar su convenio de constitución según el cual sólo admitiría a naciones firmantes del tratado comercial y de cooperación con la UE.

"Se trata de una excepción para acoger a Cuba, el único estado caribeño ausente en ACP", integrado actualmente por 77 países, comentó Pérez Roque a la prensa estatal cubana.

Este país considera que sus vínculos con el grupo ACP se basan en raíces tradicionales y pueden ascender a niveles superiores en varias esferas.

Cuba también está excluida de acuerdo marco de cooperación con la UE, bloque que durante el segundo semestre de este año, bajo presidencia de Francia, prevé una nueva evaluación de su política hacia La Habana.

El nuevo pacto ACP-UE suscrito en Benin el 23 de junio procura crear un contexto más favorable para el desarrollo sustentable y la reducción de la pobreza, así como revertir los procesos de marginación social, económica y tecnológica.

Así mismo, sustituirá gradualmente el sistema de preferencias comerciales concedidas antes a los ACP (48 países de Africa, 15 del Caribe y 14 del Pacífico) por una serie de acuerdos económicos basados en la eliminación recíproca y progresiva de barreras arancelarias.

Autoridades cubanas afirman que para su adhesión al convenio no deben existir condicionamientos o tratos discriminatorios. Piden también seguridades de que la participación de este país no afecte los privilegios que reciben otros países ACP.

El Acuerdo de Cotonou incluye "procedimientos especiales de consulta y sanciones adecuadas para tratar las violaciones de derechos humanos", un asunto delicado para el gobierno cubano, cuestionado en varias ocasiones por organismos competentes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Habana inscribe las condenas a la hostilidad de Washington.

El voto europeo favorable a la moción presentada este año en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por la República Checa — según Cuba, por encargo estadounidense— motivó la suspensión de la visita que la directiva de la UE pensaba realizar el 27 y 28 de abril.

Pérez Roque aclaró, no obstante, que los nexos bilaterales con naciones de la UE "marchan bien" e inclusive, en algunos casos "avanzaron" en los últimos tiempos.

La inclusión en el esquema ACP-UE hubiera facilitado a Cuba el acceso a determinado volumen de recursos para proyectos de desarrollo y potenciado su intercambio con Europa y las naciones caribeñas y de Africa. (FIN/IPS/pg/mj/if dv/00

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