El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, renovó hoy el oxígeno a la negociación de paz que mantiene con las insurgentes FARC al invitar a nuevos sectores sociales a participar activamente de ese proceso.
Pastrana convocó a una reunión del Consejo Nacional de Paz (CNP) para el miércoles próximo, en la que se resolverán mecanismos más efectivos para impulsar el diálogo con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), la mayor guerrilla izquierdista del país.
El CNP, conformado por 70 delegados de asociaciones empresariales, centrales sindicales y grupos de la sociedad civil para asesorar al gobierno en la búsqueda de la paz, no había sido convocado en los dos años de la actual administración.
El mandatario prefirió hasta ahora encarar la negociación con las FARC a través del Alto Comisionado de Paz, ocupado hoy por Camilo Gómez, y apoyado en el llamado Comité Temático del que forman parte funcionarios gubernamentales y guerrilleros, lo cual ha sido criticado por sectores de la oposición.
El proceso se apoya también en audiencias públicas de debate de temas específicos de la agenda de trabajo con la participación de invitados de ambas partes, que se realizan en forma periódica en San Vicente del Caguán, zona del sudeste desmilitarizada para las negociaciones.
El Comité es el encargado de coordinar esas audiencias y recoger las propuestas que allí se presentan para llevarlas a la mesa de negociaciones, integrada sólo por delegados del gobierno y de la guerrilla.
Gómez comentó este viernes que la decisión de convocar el CNP forma parte de «una serie de ajustes para fortalecer los mecanismos existentes y ampliar la participación de los distintos sectores» e el proceso de paz.
El funcionario negó que el diálogo con las FARC afronte una crisis, en alusión al pesimismo sobre ese proceso declarado por la mayoría de los colombianos en encuestas privadas publicadas a comienzos de este mes, que fueron realizadas en ocasión de cumplirse dos años de gobierno de Pastrana.
La ofensiva lanzada en las últimas semanas por las FARC y por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que incluyen ataques a la población civil, secuestros y hostigamientos a las fuerzas de seguridad, le ha restado credibilidad a los diálogos de paz, señalan expertos.
Gómez informó que están por concluir las audiencias con las FARC sobre el primer punto de la agenda referido al modelo económico, mientras que con el ELN se buscan mecanismos para concretar el comienzo de una negociación específica.
Las conversaciones con el ELN, segunda fuerza insurgente de Colombia, están estancadas debido a la demora en desmilitarizar una zona del nordeste del país para realizar la llamada Convención Nacional con la sociedad civil, encargada de definir los temas a discutir con el gobierno.
Jorge Rojas, director de la no gubernamental Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), dijo a IPS que las audiencias públicas con las FARC son importante, «pero no alcanzan a representar a todo el movimiento social».
Es importante que las organizaciones no gubernamentales «traten de abrir canales de expresión y de presión para que las negociaciones no se queden en simples acuerdos burocráticos» y para que el movimiento social tenga una verdadera capacidad de interlocución, agregó.
El llamado del gobierno de Pastrana a otros sectores sociales para participar en el proceso de paz coincidió con la clausura este viernes de un foro sobre gobernabilidad y periodismo.
En esta instancia, Daniel Pecaut, profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, se refirió al papel que debe cumplir la sociedad civil para contribuir a un mayor dinamismo en las negociaciones con la guerrilla.
Pecaut afirmó que la sociedad civil, pese a ser la más golpeada por la confrontación armada en Colombia, se encuentra totalmente ausente e indiferente frente al conflicto que la afecta, posiblemente a causa de «una falta de conciencia histórica».
El experto entiende que los colombianos aceptan como criterio el hecho de que han estado sumidos en la violencia por más de tres décadas y no han reflexionado cómo tomar este hecho como un «precedente lo suficientemente sólido para optar por una postura definitiva frente a la guerra interna.
Pecaut sugirió a los grupos civiles crear espacios abiertos de debate que permitan interrogar a los actores del conflicto sobre cuales serán las respuestas que entregarán en 50 años a las nuevas generaciones.
«Sin la participación de la sociedad civil para exigir respuestas y hechos concretos» puede que la única respuesta que se brinde dentro de 50 años es «que cada uno terminó luchando por sus propios intereses y necesidades y el país quedó a la deriva», concluyó Pecaut.
El foro Gobernabilidad y Democracia fue convocado por la fundación Luis Carlos Galán, cuyo nombre recuerda al líder del Partido Liberal asesinado en agosto de 1988. (FIN/IPS/yf/dm/ip/00