CHILE: Lagos niega puja con el ejército por Pinochet

El presidente de Chile, Ricardo Lagos, negó hoy que libre una prueba de fuerza con el ejército, a raíz de la polémica desatada por la presencia de un alto general en un acto público de la Fundación Pinochet, calificado de político por el gobierno.

El mandatario socialista dijo que «nadie tiene que hacer 'gallitos' (pulseadas) con nadie» porque las instituciones funcionan y el país está en plena normalidad.

El conflicto se planteó el martes, cuando se inauguró en la fundación que lleva el nombre del ex dictador y hoy desaforado senador vitalicio Augusto Pinochet un memorial con los nombres de las «víctimas del terrorismo».

Esta ceremonia posibilitó la primera aparición pública de Pinochet desde que la Corte Suprema diera a conocer, el día 8, el fallo que lo despojó de sus fueros legislativos para permitir su posible procesamiento por violaciones de derechos humanos.

El general Sergio Candia, tercer oficial en la jerarquía del ejército y comandante de la guarnición militar de Santiago, estuvo presente en el acto, que en los hechos fue una manifestación de respaldo al ex dictador.

El ministro de Defensa, Mario Fernández, expresó el mismo martes la desaprobación del gobierno a la presencia de Candia en un acto que, a juicio del Poder Ejecutivo, tuvo una clara connotación política.

El empresario Hernán Briones, presidente de la Fundación Pinochet, pronunció un discurso en que defendió la obra del ex dictador y abogó a favor de la ley de amnistía que el régimen militar expidió en 1978 para perdonar crímenes represivos.

El juez Juan Guzmán dejó a Pinochet al margen de esa ley al involucrarlo en 19 secuestros cometidos por la llamada «caravana de la muerte» en octubre de 1973, en tanto ese delito no es factible de ser amnistiado y tiene un carácter permanente mientras la víctima no aparezca, viva o muerta.

El ex dictador (1973-1990) y ex comandante del ejército (1973- 1998) deberá comparecer el 9 de octubre ante el juez Guzmán, que está a cargo de 169 querellas criminales presentadas contra Pinochet por violaciones de los derechos humanos.

En esa oportunidad, Guzmán deberá resolver si ordena que se le practiquen exámenes psiquiátricos al anciano ex dictador, lo cual podría abstraerlo del posible proceso si se le diagnostica demencia senil u otra anomalía mental.

La situación de Pinochet da una connotación especial este año al Mes del Ejército, que se celebra desde el 20 de agosto hasta el 19 de septiembre, como al aniversario 23 del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

En este contexto, los partidarios del ex dictador planean una serie de actos públicos que apuntan a reivindicar su figura histórica y a reforzar la tesis de sus abogados de que Pinochet es objeto de un juicio político impulsado por sectores socialistas.

En este marco, la presencia de Candia en la ceremonia del martes en la Fundación Pinochet fue vista por el gobierno de Lagos como un involucramiento del oficial en una acción deliberativa que no corresponde a las Fuerzas Armadas.

El comandante en jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, señaló este jueves que el oficial asistió a la ceremonia como su representante y que no le corresponde pedir permiso o autorización al gobierno en decisiones de esa naturaleza.

En una nota enviada al ministro Fernández, Izurieta agregó que los responsables del carácter que tuvo el acto son sus organizadores, es decir la Fundación Pinochet, y que por tanto el ejército no puede asumir una responsabilidad al respecto.

En círculos políticos se dijo que existía malestar en los uniformados, ya que el gobierno no habría valorado el gesto de Izurieta de no asistir en persona a la ceremonia, lo cual habría tenido un impacto político mucho mayor.

Lagos salió al paso este viernes a las versiones de que está planteado un virtual conflicto con el ejército, en un ambiente de medición de fuerzas en términos de que Izurieta dé marcha atrás en su posición.

«Nadie tiene que hacer gallitos con nadie», expresó el presidente, para expresar ante los periodistas su certeza de que el ejército es obediente a la autoridad gubernamental. «Si no lo fuera, entonces tendrían que hacer otro tipo de cosas», señaló.

El presidente añadió que es «muy comprensible» la «situación» de los militares «porque hay un ex comandante en jefe que ha tenido algunas dificultades judiciales».

Lagos señaló que, no obstante, lo esencial es lo que ha planteado él mismo desde que se inició el juicio para el desafuero de Pinochet.

«Las instituciones van a funcionar y no va a pasar nada. Los tribunales funcionan y han dicho lo que han dicho y las cosas están normales en el país», subrayó el mandatario. (FIN/IPS/ggr/mj/ip hd/00

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