El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) patrocinará junto con el gobierno de Canadá una conferencia internacional sobre los niños y niñas afectados por la guerra, a realizarse el mes próximo.
La conferencia, que quizá sea la mayor reunión de gobiernos, expertos, organizaciones no gubernamentales y jóvenes de todo el mundo, tendrá por fin galvanizar a la comunidad internacional en el compromiso de proteger y ayudar a los niños traumatizados por conflictos armados.
El encuentro tendrá lugar entre el 10 y el 17 de septiembre en Winnipeg, Canadá, y se prevé que producirá un plan de acción que evaluará el año próximo la Sesión Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la Infancia, en Nueva York.
Graça Machel, ex primera dama de Sudáfrica y autora de un estudio sobre los niños y la guerra publicado por la ONU en 1996, presidirá la conferencia.
Entre los participantes habrá niños de varios países devastados por la guerra, como Angola, Birmania y Camboya.
Los conflictos armados, las emergencias humanitarias y los desastres naturales afectaron a cientos de miles de niños en los años 90, destacó Carol Bellamy, directora ejecutiva de Unicef.
En 56 de los países donde trabaja Unicef existen emergencias humanitarias, destacó.
"Si no aprovechamos el comienzo del nuevo milenio para resolver la terrible situación de estos niños, contribuiremos a su sufrimiento y a la violación de sus derechos. La elección es nuestra", dijo Bellamy.
Se estima que unos 300.000 menores de 18 años están involucrados en más de 30 conflictos armados de todo el mundo como soldados, cargadores, mensajeros o esclavos sexuales.
Según Unicef, más de dos millones de niños murieron en la última década a causa de guerras, y al menos seis millones fueron heridos o quedaron con alguna discapacidad permanente.
Además, más de un millón de niños quedaron huérfanos o separados de sus padres, y más de 15 millones desplazados de sus hogares, ya sea dentro o fuera de sus países.
Los niños son a menudo las primeras víctimas, y a veces objetivos deliberados, de las guerras de hoy, observó Olara Otunnu, representante especial de la ONU para la Infancia y los Conflictos Armados.
"En vista de este hecho abominable, debemos poner especial énfasis en la protección de los niños durante la guerra e incluir esa protección en los procesos de paz", exhortó.
Así mismo, los niños deben ser una prioridad en los programas de desarrollo y en la asignación de recursos para la reconstrucción de posguerra, instó Otunnu.
"Es fundamental que la sociedad civil internacional y todos los actores actúen juntos para asegurar que las partes de los conflictos cumplan con los compromisos de proteger a la infancia, los que puedan haber celebrado entre sí y con la comunidad internacional", agregó.
Los niños son las principales víctimas de las peores violaciones a los derechos humanos, destacó Bacre Waly Ndiaye, director de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
"Además de ser las principales víctimas de la guerra, son la mayoría de las poblaciones de refugiados y los más afectados por el virus del sida, los programas de ajuste estructural y la pobreza extrema", dijo al Comité Preparatorio para la Sesión Especial de la ONU sobre la Infancia.
Mientras, la Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres (WWSF), con sede en Ginebra, exhortó a los gobiernos y a las organizaciones no gubernamentales a designar un día especial para la prevención del abuso infantil.
Junto a la Coalición para la Infancia, una organización estadounidense, WWSF designó el 19 de noviembre como Día Mundial para la Prevención del abuso Infantil, destinado a crear conciencia y buscar medidas para proteger a los niños de los abusos, ya sea en su casa o durante las guerras. (FIN/IPS/tra-en/td/da/mlm/hd/00