/BOLETIN-DD HH/ COLOMBIA: Niños y niñas son juguetes de la guerra

Conflictos armados en Colombia afectan a 17,5 por ciento de la población infantil, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y causaron 460 muertes de niños y niñas el año pasado.

El martes 15 murieron baleados seis niños y niñas de una escuela rural del departamento noroccidental de Antioquia que realizaban una excursión. Integrantes del Ejército los confundieron con guerrilleros durante una operación contrainsurgente.

Marcela, de seis años de edad, quería aprender a patinar. A Paula, de ocho, le gustaba correr por los cafetales que cultivaban sus padres. Gustavo, de nueve, pensaba ser "matemático". Los tres fueron sepultados sin cumplir sus sueños el jueves en la localidad de Pueblo Rico, de Antioquia.

Otras dos niñas fallecieron el jueves en el departamento septentrional de Sucre, al ser alcanzadas por explosivos activados presuntamente por rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Esos hechos mostraron el estado de indefensión en que se encuentra la infancia colombiana, indicó Ana Bernal, directora de la Red de Iniciativas por la Paz (REDEPAZ), que reúne a cerca de 30 organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan por una solución política para el conflicto armado.

"No es posible ni aceptable seguir viendo lo que estamos viendo a diario en los noticiarios de televisión, niños y niñas heridos por granadas, niños y niñas muertos por cruce de balas o vinculados con la guerra y portando armas", dijo Bernal a IPS.

Es necesario que los grupos armados "se comprometan a no vincular menores a sus filas y a detener de inmediato los enfrentamientos en cualquier lugar donde se ponga en riesgo la vida de un niño", añadió.

Giovanni Arias, director en Colombia de la ONG internacional Dos Mundos, apuntó que no es suficiente que el Ejército haya aceptado que las seis muertes en Antioquia pudieron deberse a un error humano, y también demandó un compromiso humanitario en beneficio de la infancia.

Beatriz Linares, defensora delegada para la niñez, consideró "aberrante" que la población civil no involucrada en conflictos, y en especial los niños y niñas "sigan cayendo bajo el fuego cruzado de la violencia".

Según el Ejército, en los primeros seis meses de este año murieron 20 niños y niñas y otros 30 resultaron heridos a causa de enfrentamientos de las tropas del gobierno con insurgentes.

El UNICEF indicó en un informe que cerca de 6.000 niños integran las filas de la guerrilla izquierdista o de fuerzas paramilitares de derecha, y que otros participan en el conflicto en forma indirecta, como infiltrados, mensajeros o señuelos.

En otro informe, de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), se indicó que 1,9 millones de personas (cuatro por ciento de la población) fueron obligadas a abandonar sus hogares a causa de conflictos armados desde 1985, y que cerca de 1,1 millón de ellas fueron niños y niñas.

La CODHES señaló que los conflictos causaron el desplazamiento forzado de 272.000 personas en 1999, que 176.800 de las víctimas fueron niños y niñas, y que la población infantil que dejó de ir a la escuela por esa causa asciende a más de un millón de personas.

"Primero fue la guerrilla la que nos hizo salir porque teníamos un familiar en el Ejército. Nos fuimos para una hacienda en Turbo (al noroeste). Allí llegaron los paramilitares y también nos tocó salir", dijo a la CODHES una niña que ahora vive en Ciudad Bolívar, una de las zonas más deprimidas del sur de Bogotá y cuyo nombre se omite por seguridad.

"Lo que más extraño son mis amiguitos, a mi abuelita y no poder bajar hasta el río y recoger frutas en el patio de la casa que teníamos allá", dijo la niña, quien ahora piensa que guerrilleros y paramilitares son lo mismo.

La CODHES criticó "a los grupos paramilitares, a la guerrilla y a los agentes del Estado, que deliberadamente promueven el desplazamiento y atentan contra la niñez".

El director de la CODHES, Jorge Rojas, señaló que el desplazamiento forzado destruye el "imaginario y entorno" de los niños y niñas, "tensiona y fragmenta la familia y el tejido social, impacta negativamente en la calidad de vida e incide en el comportamiento psicosocial".

El UNICEF demandó el jueves, en un comunicado, "el respeto y la práctica de todos los derechos consagrados en la Convención Internacional de los Derechos de la Infancia", entre los cuales están los derechos a la vida y a gozar de condiciones adecuadas para su desarrollo físico y mental.

Analistas indicaron que esos derechos y los establecidos en el Código del Menor se han convertido en "letra muerta" en las zonas de conflicto armado, y criticaron al alto mando del Ejército por "sus declaraciones apresuradas" del martes, cuando afirmó que las muertes en Antioquia se produjeron durante "fuego cruzado" con insurgentes del Ejército de Liberación Nacional.

Según familiares de las víctimas, en la zona de Pueblo Rico no había combates ni guerrilleros cuando los niños y niñas, integrantes de un grupo de cerca de 50, fueron baleados por el Ejército.

Según un estudio del UNICEF titulado "La recuperación psicoafectiva de los niños en zonas de conflicto", 17,5 por ciento de la población infantil colombiana (40 por ciento de los cerca de 40 millones de habitantes) ha sido afectada por el conflicto armado.

La Defensoría del Pueblo dio a conocer datos provenientes de entrevistas con niños y niñas participantes de modo directo en el conflicto armado.

De ellos, "18 por ciento confesaron haber matado por lo menos una vez, 60 por ciento han visto matar, 78 por ciento han visto cadáveres mutilados, 25 por ciento han visto secuestrar, 40 por ciento han disparado alguna vez sobre alguien, y 28 por ciento han sido heridos", indicó. (FIN/IPS/yf/hr/mp/hd ip/00

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