La internacionalización de la campaña contra la explotación sexual infantil permitió la detención de un hombre en Holanda por haber prostituido a menores de edad durante sus vacaciones en Filipinas.
La policía fue avisada del asunto por el dueño de una tienda de fotografía en Amsterdam al que no le gustó lo que vio cuando reveló las fotografías que sacara en Filipinas el turista convertido en delincuente.
Las autoridades finalmente ubicaron a los niños víctimas del holandés y obtuvieron las pruebas necesarias para procesar al hombre. Holanda es uno de los 23 países con leyes contra el "turismo de explotación sexual infantil".
Pero las leyes no pueden por sí solas resolver este "problema devastador", concordaron funcionarios y representantes de la industria turística de 10 países asiáticos que el miércoles concluyeron una conferencia de dos días en Bangkok para impedir el abuso infantil por parte de turistas en busca de sexo.
Una forma mejor de encarar el problema es informar del mismo en la industria turística y trabajar para impedir que el delito tenga lugar, aseguraron.
La conferencia fue organizada por ECPAT Australia (Campaña para Terminar con la Prostitución, la Pornografía y el Tráfico Infantil) y la sección de Desarrollo de Recursos Humanos de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (ESCAP).
"Es fundamental que todos los empleados del sector turístico sean entrenados para comprender y responder al problema de la explotación infantil", dijo Christine Beddoe de ECPAT Australia.
Los explotadores buscan nuevos destinos y utilizan la red de computadoras Internet para difundir información sobre los mejores lugares para cumplir sus fines, señalaron los participantes en Bangkok.
Asia es un lugar muy concurrido por hombres de todo el mundo que buscan sexo con niños y niñas. Se calcula que más de un millón de niños y jóvenes menores de 18 años son explotados sexualmente en la región.
La industria del turismo sexual empuja a cada vez más niños a la prostitución, según ESCAP. Pero el problema sigue oculto e incluso es negado por algunos gobiernos, destacaron varios oradores en Bangkok.
Los jóvenes son expuestos a enfermedades de trasmisión sexual, como el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y también padecen problemas sociales y psicológicos, agregaron.
Los expertos de ECPAT advirtieron que el turismo de explotación sexual infantil no se debe confundir con la conducta paidófila, ya que los paidófilos son "sólo la minoría" de este tipo de delincuentes.
"Son muchos más los casos de delincuentes sexuales 'oportunistas', o sea los hombres que visitan los prostíbulos y bares en el contexto de un viaje turístico", señaló ECPAT.
"Probablemente no concurran a un prostíbulo en su país, pero en el exterior se despreocupan y el temor al sida les hace creer en el mito de que las prostitutas más jóvenes tienen menos posibilidades de estar infectadas", agregó.
La pobreza, la separación del hogar, la violencia doméstica y la adicción a las drogas son algunas de las razones que llevan a los niños y jóvenes a prostituirse, aunque en muchos casos son obligados a hacerlo por la fuerza.
Aunque los niños y niñas que se prostituyen "no siempre viven en la extrema pobreza" y en algunos casos disfrutan de lujos como viajes al exterior, ellos no tienen la culpa de su situación, sostiene la organización.
"No importa lo que ocurra, nunca hay que culpar a los niños. Bajo ninguna circunstancia son los culpables", agrega.
Los participantes en Bangkok concordaron que es importante entrenar a los empleados turísticos para poder detectar los delitos de explotación sexual.
Eso incluye a guías turísticos, empleados de recepción y mucamas en hoteles, e incluso conductores de taxímetros. "Los extranjeros que buscan prostitución infantil piden información a guías y empleados de recepción", informó ECPAT.
El personal hotelero rara vez denuncia estos hechos porque "se les ordena hacer todo lo posible para satisfacer las necesidades del cliente y alentar el retorno del turista", agrega.
Este es uno de los mayores obstáculos para enfrentar el problema, según Beddoe. La información a través de la publicidad con carteles y pegotines en los hoteles tiende a crear una imagen negativa del lugar que preocupa a la industria turística, agregó.
Una manera de resolverlo es emplear estrategias positivas como lo hace ECPAT, cuya campaña se denomina "por el turismo a favor de la infancia" en lugar de "no al turismo de explotación sexual infantil".
No obstante, la campaña de ECPAT logró que algunos hoteles filipinos coloquen avisos en las habitaciones que advierten a los huéspedes sobre la posibilidad de ser interrogados si traen menores a sus cuartos.
El sindicato filipino de empleados de hotel y restaurantes redactó un manual de entrenamiento para ayudar a combatir la explotación sexual infantil.
El grupo hotelero Pan Pacific, del norte de Tailandia, entrena a jóvenes considerados vulnerables al problema. Agencias de viaje escandinavas trabajan con ECPAT en Europa para acordar un código de conducta que reprima la explotación sexual infantil.
Air France, Alitalia y Lufthansa son algunas de las aerolíneas que cooperan con la campaña y pasan en vuelo videos que advierten sobre el turismo de explotación sexual. (FIN/IPS/tra-en/mu/ral/aq/hd-ip/00