La escasez mundial de recursos naturales como el agua potable y las tierras cultivables aumentará en el futuro, aunque el incesante crecimiento de la población se retarda, informó la organización no gubernamental Population Action International (PAI).
La población de países con escasez crónica de agua se cuadruplicará en los próximos 25 años, pasando de los acutales 505 millones a entre 2.400 y 3.200 millones en 2025, según el estudio hecho público el miércoles.
Pero estas cifras revelan una mejora respecto de las previsiones calculadas hace un decenio, resultado del uso creciente de métodos de planificación familiar por parte de parejas de todo el mundo, dijo la presidenta de la organización, Amy Coen.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) vaticinó seis años atrás que en 2050 la población mundial sería de entre 7.900 y 11.900 millones de personas. La disminución de la natalidad llevó las proyecciones acutales a entre 7.300 y 10.700 millones.
«La planificación familiar es un gran beneficio para el ambiente», concluyó Coen. Pero ella y el principal redactor del informe, Robert Engelman, saben que la tendencia no es una garantía, ya que la población todavía crece y, con ella, crece también la demanda de recursos naturales.
«Miles de personas, la mayoría de países en desarrollo, aún carecen de acceso a servicios básicos de la salud, incluyendo métodos de planificación familiar», explicó Engelman.
El informe de 32 páginas detalla los vínculos entre el crecimiento demográfico y seis diferentes problemas ambientales: la escasez de agua potable, la de tierra cultivable, las emisiones de dióxido de carbono y la diversidad biológica.
La escasez de agua potable ya es un problema crucial para Africa y Asia occidental. Naciones en los que se prevé un gran crecimiento demográfico (Austria, Bangladesh, Botswana, Guatemala, Honduras, Hungría, Malí, Mozambique y Vietnam) deben tomar medidas en previsión de la crisis, dice el informe.
La cantidad de tierra para cultivo disponible también es motivo de preocupacion, según PAI. La cantidad de tierras crece con mucha más lentitud que la población, advierte.
«Los granjeros mantienen el paso extrayendo más producción de cada unidad de tierra. Sin embargo, la producción de granos por habitante se encuentra relativamente estancada hace más de 15 años», agrega el informe.
El número de personas que viven en países con escasez de tierras para cultivo creció de 175 millones en 1975 a 420 millones hoy. La cifra tiende a crecer y se espera que en 2050 existan entre 577 millones y 1.040 millones, depende de los índices de crecimiento demográfico.
«La continuadad en el enlentecimiento del crecimiento demográfico es esencial para lograr una victoria real contra el hambre en el próximo siglo», sostiene el informe.
El crecimiento de la poblacion mundial también favorece a la desforestación, advierte PAI. Unos 1.800 millones de personas viven hoy en 40 países con menos de 0,1 hectárea forestada por habitante. Se estima que el número de personas afectadas trepará a 4.600 millones en 2050, si la tendencia continúa.
«Las mujeres en general son quienes llevan la carga, literal y metafóricamente hablando, pues deben caminar grandes distancias para obtener leña», dijo PAI.
El aumento de la población mundial se reflejará en la demanda de pescado, pero en menor medida de lo que se esperaba, debido a la disminución del crecimiento demográfico.
De todas formas, la producción de pescado mundial experimenta una caída, advierte el informe. La acuicultura (cría de peces) provee hoy un tercio del pescado que se consume en el mundo, y más de dos tercios de esta producción corresponden a China.
«Cualquier solución de largo plazo para el desequilibrio entre recursos pesqueros y demanda de consumo requerirá no sólo la innovación de métodos de conservación y administración, sino también medidas contra el crecimiento demográfico», según PAI.
Por otra parte, las emisiones de dióxido de carbono, causantes del recalentamiento planetario, se elevaron en 1996 debido al crecimiento de la población y al aumento de la utilización del combustible fósil.
La mayor parte del dióxido de carbono liberado a la atmósfera se produce por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural.
«El crecimiento demográfico aumenta el uso de combustibles fósiles, y por lo tanto dificulta la lucha contra el recalentamiento del planeta», afirma PAI.
El informe señala además la disparidad en las proporciones de emisión de dióxido de carbono. Con menos de cinco por ciento de la población mundial, Estados Unidos contribuye con más de 20 por ciento de todas estas emisiones.
La organización sostiene que apelar a otras fuentes de energía más sustentables, como el viento y la luz solar podría ayudar a disminuir las emisiones, pero reconoce que es imposible estabilizar la atmósfera si la población mundial crece de modo indefinido.
Engelman y Coen también advirtieron que la población de áreas cuya biodiversidad está amenazada crece con rapidez, a pesar de que el crecimiento demográfico mundial disminuye.
Una quinta parte de la población mundial vive en las regiones de mayor biodiversidad, que representan 12 por ciento de la superficie del planeta, señala el informe. En estas regiones, la población humana crece 1,8 por ciento anual, contra 1,3 por ciento total del planeta.
«El actual enlentecimiento del crecimiento demográfico es una tendencia que da la esperanzas en que aún podamos salvar a la mayoría de las especies», concluye el informe. (END/IPS/tra- eng/dk/da/mj/en pr/00