BIRMANIA: ASEAN en brete por nuevo choque de gobierno y oposición

Un nuevo enfrentamiento entre la junta militar de Birmania y la líder opositora Aung San Suu Kyi colocó otra vez en una difícil situación diplomática a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

La agrupación regional tendrá que adoptar medidas decisivas esta vez, opinaron analistas y activistas de la región que hacen campaña por la democracia en Birmania.

Suu Kyi, cuya Liga Nacional por la Democracia fue excluida del poder pese a su abrumadora victoria electoral hace 10 años, continuaba este miércoles en las afueras de Rangún una protesta callejera que ya lleva siete días.

Aunque la premio Nobel de la Paz de 55 años ya no está bajo arresto domiciliario, las autoridades le impiden a ella y a una decena de miembros de la Liga viajar fuera de Rangún.

Pero en una repetición de los incidentes ocurridos hace dos años, Suu Kyi salió de la capital y se niega a volver a Rangún. El gobierno arguye que la líder no puede ir más allá de la localidad de Dala debido a amenazas de violencia de "grupos terroristas separatistas".

La Liga calificó el último enfrentamiento como "una guerra de resistencia", y un miembro del comité central declaró que el objetivo de su partido es obligar a las autoridades a reconocer el derecho a la libertad de movimiento dentro de Birmania.

Funcionarios de la cancillería de Tailandia expresaron su esperanza de que ASEAN pueda hacer más esta vez, aunque el mandato del grupo le prohíbe intervenir en asuntos internos de sus 10 estados miembros.

Los funcionarios se refirieron a la "troika" formada por ASEAN el pasado julio en la reunión de cancilleres de Bangkok, para "abordar oportunamente problemas urgentes de seguridad y política y situaciones de preocupación común que puedan perturbar la paz y armonía regional".

"La troika podría ser útil en este caso", dijo a IPS una de las fuentes, en referencia a las protestas de Suu Kyi.

Sin embargo, advirtió, cualquier medida debería ser iniciativa de Vietnam, que actualmente preside la troika.

Aunque el mandato de la troika establece claramente que debe "abstenerse de intervenir en problemas internos de los miembros de ASEAN", el último enfrentamiento entre el régimen militar y la líder opositora de Birmania ya no puede ser tratado como un asunto interno, señalaron analistas.

Si el enfrentamiento entre Suu Kyi y Rangún no termina pronto, "afectará la imagen de ASEAN en su conjunto", advirtió el canciller tailandés Surin Pitsuwan, y agregó que la situación es "de gran preocupación" para todo el mundo.

Bangkok teme que "algún incidente se salga de control si las partes involucradas (en Birmania) no aplican la tolerancia", según funcionarios de la cancillería.

Tailandia también considera que la situación de Birmania no ayuda a una buena proyección internacional del sudeste asiático como región, agregaron las fuentes.

Estados Unidos y la Unión Europea, que impusieron sanciones económicas a Rangún, criticaron al régimen militar birmano por su última medida contra Suu Kyi.

Grupos de activistas por la democracia en Birmania aprobaron la declaración de Bangkok sobre el actual enfrentamiento entre Rangún y Suu Kyi, pero manifestaron escepticismo sobre la capacidad de ASEAN de hacer algo al respecto.

"Tailandia tiene mucho en juego. Nos complace esta declaración de Surin según la cual el enfrentamiento afectará la imagen de ASEAN", manifestó Anelyn de Luna, de la Red Alternativa de ASEAN sobre Birmania.

"Quizá esto despierte a los miembros de ASEAN y los haga actuar, pero no tengo demasiadas esperanzas", dijo a IPS.

Activistas birmanos están presionando a los miembros de ASEAN para que adopten alguna medida. Un grupo de líderes del movimiento democrático en el exilio visitó Manila para discutir la situación con miembros del parlamento filipino.

Mientras, el canciller tailandés manifestó confianza en que el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Birmania, el malasio Razali Ismail, pueda resolver la crisis.

Ismail, perteneciente al círculo del primer ministro de Malasia, Mahathir Mohammed, tiene por mandato hacer que Rangún cumpla con las resoluciones de la ONU.

Malasia jugó un papel clave en la admisión de Birmania en ASEAN, hace tres años, en medio de una tremenda presión de Occidente en contra.

El bloque regional arguyó que una política de compromiso contribuiría más efectivamente a un cambio en Birmania que una política de aislamiento, como la practicada por Occidente.

La prioridad de Razali consiste en persuadir al gobierno birmano de entablar un diálogo con la oposición, además de abordar la cuestión del respeto por los derechos humanos.

La resolución adoptada por la ONU sobre Birmania en diciembre de 1999 deploró "las constantes violaciones a los derechos humanos en Myanmar (Birmania), que incluyen ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, desapariciones forzadas, violaciones y tortura".

El canciller birmano Win Aung afirmó en la reunión de julio en Bangkok que la Liga Nacional por la Democracia había rechazado la "rama de olivo" ofrecida por Rangún.

"Es imposible un diálogo si la Liga continúa reclamando presión internacional, aislamiento y sanciones contra Myanmar", dijo Aung.

El régimen militar utilizó el mismo argumento para justificar sus actuales medidas contra Suu Kyi.

"El pueblo de Myanmar sabe que es utilizado como cordero de sacrificio por la Liga, que impide toda forma de asistencia extranjera a Myanmar", declaró el gobierno militar el martes.

Por su parte, el partido de Suu Kyi aseguró que su líder no volverá a su casa ni aceptará la ayuda médica de las autoridades esta vez.

Una confrontación similar de 13 días en agosto de 1998 terminó cuando las autoridades llevaron a Suu Kyi por la fuerza a su casa en una ambulancia. (FIN/IPS/tra-en/mu/ral/mlm/ip-hd/00

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