(Arte y Cultura) SUDAFRICA: Empresaria crea versión africana de Barbie

Una empresaria de Sudáfrica reemplazó a la rubia Barbie, modelo occidental de belleza, por Palesa, una muñeca de concepción casera con estilo, curvas y color africanos que se presenta con diferentes atuendos y peinados.

"Cuando era chica, siempre quise una muñeca negra. Ahora, con Palesa, ese sueño se ha hecho realidad", dijo su creadora, Anne Hoosen, directora administrativa de Juguetes Armasam, que fabrica, comercializa y distribuye a Palesa.

Viendo crecer a sus tres hijas, Hoosen quiso que jugaran con muñecas con las cuales pudieran identificarse, y que también simbolizaran a la mujer fuerte que encarnaban.

"Tuve en cuenta muchos grupos culturales africanos y mujeres diferentes. ¿Qué muñeca representaba antes a esas mujeres fascinantes?", preguntó.

Luego del fracaso de su matrimonio hace tres años, Hoosen decidió convertir su sueño en realidad y finalmente Palesa "nació" el año pasado.

La empresaria debió viajar a China para fabricar el juguete porque no hay fábricas de muñecas en Africa. Allí trabajó en el molde y dió a la piel marrón de Palesa la tonalidad justa.

Actualmente, Palesa todavía es fabricada en China, pero se la envía a casa para ser estilizada y vestida. El precio básico de la muñeca es de 99 a 150 rand (entre 14 y 22 dólares) y viene vestida con prendas que serían la envidia de cualquier Barbie.

Palesa posee vestidos de novia, tradicionales y "casuales", todos con un especial sabor africano. Las ropas de Kente y estampados de Java abundan en su guardarropa, y Hoosen planea iniciar una suerte de maquillaje para niñas, también apropiado para que lo use Palesa.

Con el tiempo, fabricará al compañero de Palesa (la versión africana de Ken), y el bebé también figura en los planes a mediano plazo.

"¿No se trata de una Barbie negra?", preguntan los potenciales compradores a la gerente de ventas Rogene Hoosen.

"Una Barbie negra es básicamente una versión de la muñeca blanca. Palesa tiene características diferentes, porque luce anchas caderas y un trasero pronunciado, al estilo africano", responde.

Si bien tiene pelo largo y suelto como Barbie, Palesa también viene con trenzas y peinado afro. "Las jóvenes niñas africanas necesitan ser festejadas, tienen que ver imágenes de cómo lucen. Barbie simplemente no encaja", apuntó Rogene.

Palesa es un negocio familiar de Hoosen y sus tres hijas, Rogene, Marylin y Amanda, que son dueñas de la compañía, y la muñeca lleva el nombre de la hija de Marylin, que tiene seis años.

La familia vive en el Parque Eldorado, un barrio mestizo de Johannesburgo. Hoosen tuvo la idea de Palesa cuando sus hijas le enviaban postales desde Estados Unidos, donde estudiaban. "Allí veían constantemente tarjetas de bienvenida, libros, revistas y muñecas que reflejaban la belleza negra", contó.

Si bien un partido negro ocupa el gobierno de Sudáfrica, la cultura popular en esta antigua colonia holandesa y británica sigue siendo eminentemente blanca.

La mayoría de las revistas locales todavía muestran la belleza rubia occidental como referencia, y un cuerpo delgado es considerado el ideal, por lo cual la anorexia y la bulimia cunden entre las jóvenes africanas.

La familia Hoosen confía en que Palesa ayudará a corregir el desequilibrio enseñándole a las niñas que sus cuerpos están muy bien.

Rogene destacó que hay pruebas de que los libros y juguetes "afectan directamente la psiquis". Aseguró que Palesa es más que una simple muñeca, porque forma parte del proceso de cicatrización sudafricano despues de la caída del régimen del apartheid.

"Promueve la belleza negra en una forma que nunca se hizo antes', dijo', y puede verse en Internet en el sitio www.palesa.co.za (FIN/IPS/tra-en/mm/fk/sm/ego/mlm/cr/00

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