Simon Soha (alias Siso), Basile Moussougan (alias Bamouss), y Denis Akwete Dossou (alias Negro), jóvenes artistas plásticos de Benin, montaron una exposición al aire libre en esta ciudad para mostrar los males de Africa.
Siso, Bamouss y Negro exhiben unas 40 pinturas y esculturas en Cotonou, la mayor ciudad de Benin, en una muestra abierta hasta el 25 de septiembre y titulada "Arte en las calles".
"Las obras tratan de explorar los problemas de Africa. Elegimos el recurso de las máscaras y los individuos para mostrar la comedia humana y revelar el verdadero rostro de la humanidad", dijo Siso, portavoz del trío.
"Algunos obreros en Benin ganan menos de 30 dólares por mes, o sea que no les alcanza para cubrir las necesidades familiares básicas. Pero cuando un familiar muere, a menudo por falta de atención médica o alimentación, piden prestado cientos de dólares para hacerle un gran funeral", señaló.
Siso denunció esa costumbre en uno de sus cuadros, titulado "La caída del personificador". La intención de esa y las restantes obras, según Siso, Bamouss y Negro, es despertar la conciencia de la gente.
"Hay muchas personas que tratan de cambiar el mundo para su propio beneficio. Nosotros, como artistas, queremos cambiar el mundo para mejorarlo. Somos artistas comprometidos y queremos que Africa cambie de una manera positiva", dijo Siso.
El artista observó que "los asiáticos y latinoamericanos obervan a los europeos y solo toman cosas que pueden servirles para progresar, sin dañar su propia cultura".
"Los africanos, por contraste, imitan ciegos a los europeos al punto de perder su cultura. Quieren parecerse a ellos a toda costa. Para conseguirlo comen papas fritas como los europeos, visten con chaqueta y corbata a pesar del calor terrible, y minifaldas como las europeas", agregó.
Cada una de las 40 obras se refiere a un problema específico de Benin y Africa. Siso creó un trono africano cubierto de goma y con uñas aguzadas ocultas para dar un "dolor real" a cualquiera que se siente allí.
La llamó "El papel del jefe", porque los gobernantes no deberían reposar: debe estar de pie y ser un ejemplo para sus seguidores, dijo.
"Pero los gobernantes africanos pasan su tiempo en oficinas con aire acondicionado y gritando órdenes por teléfono. Nunca son vistos sobre el terreno pero quieren que el continente funcione. ¿Cómo es posible?", se preguntó.
En "Alto", un cuadro de gran tamaño, Siso dibujó un individuo yacente, al parecer muerto, que representa a Africa enferma y corroída por corrupción, el despilfarro de dinero público, el caos, los celos y la crueldad.
"Esos son vicios que amenazan a todo el continente y podrían matarlo, tal como asesinaron al individuo en el cuadro", explicó.
Por su parte, Negro exhortó a la unión entre los africanos con una pintura titulada "Vínculo sagrado", en la que tres hombres tratan de levantar una carga demasiado pesada para uno solo.
"Este cuadro busca llamar la atención de los gobernantes africanos, que siguen procurando beneficiar sus propios intereses afectando los intereses colectivos. Para crecer, los africanos deben unirse como los europeos", dijo.
El proyecto de los tres artistas llamó la atención de André Joly, a cargo del centro cultural francés en Cotonou, quien decidió acoger la muestra en la explanada de la instiutución.
"Desplegar el arte en la calle no es una idea nueva en Benin. Hubo un espectáculo llamado Boulev'Art hace pocos meses. Decidimos hacerlo de nuevo porque atrae mucho a la gente", señaló.
"Cuando el arte está en la calle, la gente no duda y se detiene a mirar. Queremos que se acostumbren a observar y comprender", agregó.
Tola Kokoui, un conocido actor y administrador del Festival Internacional de Teatro de Benin, consideró importante que los artistas plásticos sigan los pasos de la gente de teatro en comprometer al público y afrontar críticas por su trabajo.
La afirmación de Kokoui alude a la escasa apertura del público en Benin a las artes plásticas. Es deber de los artistas explicar su tarea y dar sus mensajes, y por ese motivo es tan importante hacer una exposición en la calle, apuntó.
Rissikatou Adeechokan, una estudiante de literatura moderna en la Universidad Nacional de Benin, sigue de cerca las tendencias artísticas. Lo que le agradó de la exposición es la relevancia de los mensajes que los artistas tratan de transmitir a través de sus obras. "Han pintado a Benin muy bien", dijo.
"La gente es egoísta, vanidosa, perezosa y tiene ansias de poder. Confío que muchos compatriotas vengan a la exposición y puedan verse reflejados. Eso quizás contribuya con un cambio de actitud", expresó. (FIN/IPS/trad-eng/mb/ko/mb/sm/ego/mj/cr/00