La integración física puede ser el factor de unión de América del Sur, ante las dificultades observadas en las áreas política y comercial.
La infraestructura de integración es el rubro que «está despertando mayor interés» en la preparación de la Cumbre de América del Sur, que tendrá lugar en Brasilia el día 31 y el 1 de septiembre, dijo este viernes el responsable de asuntos políticos de la cancillería brasileña, Ivan Cannabrava.
Comercio, democracia, tecnología y drogas ilícitas son los demás temas de la reunión de los 12 presidentes sudamericanos, a la que también asistirá México como observador, por no pertenecer a la región, aunque interesado en el acercamiento.
El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, ya confirmó su presencia, informó el diplomático brasileño, al destacar la imposibilidad de que haya una reunión de este tipo sin tratar el narcotráfico.
Colombia y la ofensiva que se prepara contra la producción de drogas, con ayuda militar y financiera de Estados Unidos, constituyen el factor de tensión en la cumbre de Brasilia.
Los países vecinos ya manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que el conflicto interno colombiano cruce las fronteras.
Algunas naciones temen la llegada de olas de refugiados a causa de la confrontación, que involucra también fuertes grupos guerrilleros. A eso, Brasilia agrega el temor de que los traficantes y la guerrilla también pasen a actuar en la Amazonia brasileña.
La invasión del territorio nacional por guerrilleros colombianos ya ocurrió en 1991 y, en represalia, el ejército brasileño mató a supuestos invasores. Testimonios actuales afirman que los siete muertos en la ocasión eran simples mineros, hecho que generó algunos roces diplomáticos.
Por eso hubo rumores de que las fuerzas armadas estarían reforzando sus efectivos en la frontera con Colombia, para evitar la entrada de grupos irregulares en tierras brasileñas.
Otra amenaza es el posible uso de substancias químicas en la destrucción de las plantaciones de coca, con daños a los bosques y ríos amazónicos, compartidos por Brasil con sus vecinos, en especial con Colombia.
La Declaración de Brasilia, a ser firmada por los presidentes a fines de la semana próxima, «ya está casi lista» tras negociaciones con los embajadores en la capital brasileña, informó Cannabrava. El documento abarcará los cinco temas de discusión entre los presidentes.
La integración física será tema de un documento específico, con directivas del Programa de Modernización de la Infraestructura en América del Sur, que se presentará al Banco Interamericano de Desarrollo y a la Corporación Andina de Fomento (CAF), en busca de financiación.
La identificación de proyectos viables, con atención a la protección del ambiente y a la cuestión social, y normas de regulación y participación decisiva de grupos privados son los principales aspectos del programa, agregó el diplomático que coordina la preparación de la cumbre.
Una de las ideas es fomentar el transporte marítimo entre los países, como forma de intensificar el intercambio a costos más baratos. Otra es liberar las fronteras de la burocracia que traba las relaciones entre países vecinos.
El transporte terrestre de carga que une a Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, con Caracas, tarda tres días en la parte brasileña y otros tres en el lado venezolano, pero lo peor es que se pierden de seis a siete días en cruzar la frontera, lamentó Cannabrava.
Por iniciativa de la CAF, se hará posteriormente un seminario de seguimiento para evaluar la ejecución de las decisiones de la cumbre.
La reunión «no creará un bloque económico ni alternativas al Area de Libre Comercio de las Américas», aclaró Cannabrava, pero sí debe manifestar el deseo de unir el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), com paso previo para la integración comercial de toda América del Sur.
El Mercosur, al cual están asociados Bolivia y Chile, está conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, mientras que la CAN la integran Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Sin embargo, el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso tomó la iniciativa de proponer esta cumbre como una forma de fortalecer la voluntad política en favor de la unidad, incluso comercial, de la región sudamericana, antes de que comiencen las negociaciones concretas sobre libre comercio continental.
Cardoso busca así superar las dificultades que impidieron, en años anteriores, la formación de un solo bloque comercial sudamericano, con integración del grupo sureño al andino.
El gobernante brasileño adelantó que una de sus propuestas es que todos los países sudamericanos asuman compromisos con la democracia, como han hecho los miembros del Mercosur, donde la violación de los principios del estado de derecho provoca la exclusión automática.
La vigencia de esa cláusula en América del Sur sujetaría a sus países a la suspensión de los tratados y acuerdos bilaterales o multilaterales en caso de que ello ocurra.
Ese tema pone en cuestión la situación de Perú, donde la segunda reelección del presidente Alberto Fujimori recibió duras críticas de Estados Unidos.
La propuesta de Washington de aplicar sanciones en el sistema interamericano fue neutralizada por la oposición de Brasil y otros gobiernos latinoamericanos. Estos reclaman ahora reformas más democráticas en Perú. (FIN/IPS/mo/dm/ip/00