TRABAJO-SUDAFRICA: Sindicatos protestan por flexibilización

Los sindicatos de Sudáfrica reaccionaron indignados ante el anuncio de flexibilización de las leyes laborales para atraer inversiones.

La nueva medida del gobierno implicará, entre otras consecuencias, la eliminación de la doble paga por el trabajo dominical, mayor facilidad para despedir empleados a prueba y jornadas laborales más largas.

"Las reformas están destinadas a amoldar nuestro marco legal a la imperiosa necesidad de crear empleos", explicó el ministro de Trabajo, Shepherd Mdladlana, cuando anunció los cambios esta semana.

Mdladlana ha estado bajo gran presión del gabinete para flexibilizar las leyes laborales.

El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Consejo Internacional de Inversiones también habían señalado al presidente Thabo Mbeki que el costo laboral de Sudáfrica era demasiado alto y las condiciones de empleo demasiado liberales, lo que ahuyentaba a inversionistas nacionales y extranjeros.

Tras un año de negociaciones con representantes de organizaciones sindicales, empresariales y de comunidades con alto desempleo, el gobierno reveló sus propuestas de cambio.

Las reformas afectarán a la Ley de Relaciones Laborales, la Ley de Condiciones Básicas de Empleo y la Ley de Insolvencia.

Los cambios que favorecerán a los empleadores serán la eliminación de la doble paga por trabajo dominical, la posibilidad del ministro de aumentar el tiempo de trabajo a 45 horas semanales y modificar las normas sobre trabajo nocturno e infantil.

También se limitará el alcance de los convenios colectivos y se acelerará el trámite de las disputas laborales mediante organismos estatutarios.

Por otra parte, los cambios favorables a los trabajadores incluirán mayor protección a los empleados por contrato y a los transferidos a causa de privatizaciones o fusiones, y más posibilidades de negociación de los despidos planificados.

El gobierno señaló que ninguna de las partes quedará 100 por ciento conforme con las reformas y que intentó alcanzar un equilibrio entre los intereses sindicales y empresariales.

Los empresarios elogiaron cautamente los cambios, pero dijeron que podrían haber sido más profundas.

Un representante de la Cámara de Comercio de Sudáfrica declaró que le hubiese gustado la creación de zonas donde no rijan las leyes laborales, como en algunos países del sudeste asiático, y el opositor Partido Democrático manifestó decepción por la falta de limitación del derecho a la huelga.

Por otra parte, el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu) declaró el jueves que "la revisión del mercado laboral es absolutamente negativa".

Cosatu, que tiene 1,8 millones de miembros de distintas industrias, agregó que los cambios "rompen el delicado equilibrio alcanzado a través de años de negociaciones".

La federación sindical integra una alianza política con el gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) y el Partido Comunista de Sudáfrica, y los votos de sus miembros jugaron un papel decisivo en la victoria electoral del ANC en las dos últimas elecciones.

Sin embargo, Cosatu se indignó tanto ante el anuncio de la flexibilización que el jueves lanzó una amenaza velada de retirar su apoyo al gobierno del ANC.

"Cosatu advierte al Departamento de Trabajo que los derechos arduamente conseguidos de los trabajadores negros no serán derogados de modo alguno. Resistiremos este ataque por todos los medios a nuestro alcance", previno.

La federación agregó que las reformas contradicen las promesas hechas por el ANC y que llevará sus quejas al propio Mbeki.

Los cambios propuestos "amenazan con sumergir a nuestro país en un conflicto sin fin", concluyó Cosatu. (FIN/IPS/tra-en/fk/sm/mlm/lb/00

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