El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) prohibió la compra de diamantes a los insurgentes del Frente Revolucionario Unido (RUF) de Sierra Leona, y estudia formas de fortalecer el embargo contra la venta de armas a ese país.
El RUF financia sus actividades con la explotación de los yacimientos de diamantes del país, ubicados en áreas controladas por los rebeldes.
El Consejo pidió a todos los Estados "prohibir la importación directa o indirecta de diamantes en bruto desde Sierra Leona a su territorio", y ofreció asistencia al gobierno de Freetown para establecer un certificado de origen que permita el comercio de diamantes producidos en áreas bajo su control.
También decidió reunirse a fines de este mes para realizar una "audiencia exploratoria" con la intención de "establecer el papel" del comercio de diamantes en el conflicto de Sierra Leona, y el vínculo entre ese comercio y el tráfico de armamentos.
En la resolución del Consejo se pidió al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que forme un grupo de expertos para analizar las violaciones del embargo contra la venta de armas a Sierra Leona, establecido hace dos años, y formular recomendaciones para hacerlo más estricto.
La medida fue aprobada con 14 votos a favor y la abstención de Malí, cuyo embajador, Moctar Ouane, sostuvo que la resolución "no era oportuna" porque la Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental (ECOWAS) realiza en la actualidad su propia investigación sobre el tráfico de diamantes.
Malí es el único país integrante del Consejo que forma parte de la ECOWAS.
El Consejo planea adoptar medidas para fortalecer la misión de la ONU en Sierra Leona (UNAMSIL) y llevar ante la justicia al líder del RUF, Foday Sankoh.
"El Consejo de Seguridad se ha dado cuenta por fin de que el conflicto en Sierra Leona está basado en piedras preciosas", declaró el embajador de ese país, Ibrahim M'baba Kamara.
"Los actos terroristas son sólo medios para conseguir el principal objetivo, que es el completo control de los yacimientos de diamantes de Sierra Leona", aseguró ante el Consejo.
Kamara se refirió a la práctica del RUF de amputar las extremidades de niños y civiles, y afirmó que es urgente que la comunidad internacional intervenga para defender a "los niños cuyo futuro ha sido destruido por el tráfico de diamantes".
A comienzos de mayo, el conflicto se agravó cuando integrantes del RUF atacaron a soldados de la UNAMSIL, mataron a cuatro de ellos y secuestraron a 500 más en distintos lugares del país. Sankoh fue arrestado el 17 de mayo y está preso en Freetown, pero la ofensiva del RUF continúa.
Un funcionario jordano de la ONU fue muerto el 30 de junio por los rebeldes, durante un ataque contra un convoy de la UNAMSIL, y el RUF mantienen sitiados a otros 230 integrantes de la fuerza de mantenimiento de la paz en Kailahun.
El mandato del Consejo a la UNAMSIL, la cual reemplazó en febrero a una fuerza de la ECOWAS conducida por Nigeria, previó el despliegue de 11.000 soldados para controlar el cumplimiento de un acuerdo de paz entre el gobierno y los principales grupos rebeldes, entre ellos el RUF.
La fuerza de la ONU ha desplegado hasta ahora 9.500 soldados en Sierra Leona.
La resolución del Consejo de esta semana fue impulsada por Gran Bretaña, cuyo embajador, Jeremy Greenstock, dijo que se busca "hacer más difícil y costoso para los traficantes vender los que algunos llaman 'diamantes sangrientos' de Sierra Leona".
El Consejo discutió mucho cómo referirse al papel de Liberia en el tráfico de diamantes provenientes de Sierra Leona.
El presidente liberiano, Charles Taylor, desempeñó un papel clave para lograr que el RUF liberara a rehenes de la UNAMSIL, pero también ha sido acusado de permitir que su país sea usado como punto de escala para el tráfico de diamantes en beneficio del RUF y de armas destinadas a ese grupo insurgente.
Liberia posee muy escasos yacimientos diamantíferos, pero según datos oficiales exportó diamantes por valor de 300 millones de dólares durante los últimos dos años, mientras las exportaciones legales de las mismas piedras preciosas por parte de Sierra Leona tuvieron un valor de 30 millones de dólares.
En los primeros borradores de la resolución del Consejo había varias referencias a la cooperación liberiana en el tráfico de diamantes provenientes de Sierra Leona, pero la versión definitiva sólo se refirió al uso del "territorio de Liberia", sin aclarar quién es responsable de ese uso.
El representante especial de Sierra Leona ante la ONU, Oluyemi Adeniji, advirtió la semana pasada que una mención expresa de Liberia por parte del Consejo podía "ser bastante problemática".
Ouane sostuvo que el Consejo no debía "acusar en forma abierta a integrantes de la ECOWAS", porque eso podía tener "implicaciones en el proceso de paz".
Los integrantes del Consejo también discutieron si debían establecer un plazo para la vigencia de la prohibición de comprar diamantes, en el marco de una polémica en marcha acerca de la imposición de sanciones en general.
Estados Unidos y Gran Bretaña preferían una decisión por tiempo indefinido, mientras China y Rusia insistieron en fijar un plazo.
La resolución adoptada estableció un plazo de vigencia de 18 meses, luego de los cuales se procederá a una revisión de la medida.
La embajadora estadounidense, Nancy Soderberg, apuntó que la existencia de un plazo hará pensar a los insurgentes que pueden "sobrevivir a las sanciones".
El embajador ruso, Sergei Lavrov, afirmó en cambio que establecer plazos y prever la revisión de la situación para adoptar nuevas decisiones hace que las sanciones sean "más eficaces y equitativas". (FIN/IPS/tra-eng/jw/da/ego/mp/ip if/00)