El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó su propia batalla contra el sida y exhortó a los países miembros a realizar análisis voluntarios a los integrantes de las misiones de paz.
Los 15 miembros del Consejo adoptaron el lunes una resolución unánime que subraya la importancia de detener la propagación del virus del sida a través de miembros de las misiones de paz de la ONU, que también contrajeron la mortal enfermedad.
La resolución, adoptada por iniciativa de Estados Unidos, pone el acento en el vínculo entre la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y las fuerzas de pacificación, destacó el embajador británico Jeremy Greenstock.
"Esto no es para denigrar a los miembros de las fuerzas de paz como transmisores del virus, pero el Consejo debe reconocer siempre que éstas no actúan aisladas de las comunidades locales", explicó.
La resolución destaca la importancia de que las fuerzas de paz de todos los países sean puestas al tanto de los riesgos, para sí mismas y para los otros, agregó Greenstock.
Si bien el Consejo de Seguridad no tiene la responsabilidad de combatir la pandemia de VIH/sida, "todas nuestras delegaciones deben trabajar juntas en la Asamblea General y en el Consejo Económico y Social (Ecosoc) para dar pasos concretos que hagan la diferencia", añadió.
El Consejo señaló que la pandemia de VIH/sida es exacerbada por condiciones de violencia e inestabilidad "que aumentan el riesgo de exposición a la enfermedad con grandes desplazamientos de gente, incertidumbre y reducción del acceso a cuidados médicos".
Si no se controla la pandemia de VIH/sida, podría poner en peligro la estabilidad y seguridad, advirtió el organismo ejecutivo de la ONU.
La resolución urgió a los estados miembros a realizar "análisis voluntarios y confidenciales" en todos los funcionarios militares y civiles desplegados en operaciones internacionales de paz.
Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/Sida (Onusida), aprobó el énfasis del Consejo sobre los "servicios uniformados".
Apuntó que en los últimos meses la secretaría de Onusida agudizó sus medidas de formación y prevención entre los servicios uniformados de diversos países africanos como Zambia, Uganda y Senegal.
Piot dijo que esas medidas de formación y prevención entre los militares deberían formar parte de cualquier programa antisida, incluso en países industrializados.
"Estamos de acuerdo con los redactores de la resolución en que los análisis voluntarios y confidenciales del VIH, acompañados por asesoramiento, tienen un papel decisivo en la prevención", dijo.
Piot apeló al Consejo de Seguridad para obtener más recursos y dijo que, con el fin de combatir la epidemia, Africa necesita 3.000 millones de dólares, casi 10 veces más de lo que se gastó hasta ahora.
Señaló que la intensificación de las discusiones en marcha con el Departamento de Operaciones de Paz de la ONU, enfocadas en la manera de promover "una conducta responsable" entre el personal encargado de la ayuda humanitaria y las tropas, son de particular interés para el Consejo.
Las tareas específicas incluirán entrenamiento antes y después del despliegue, así como el desarrollo de la política médica de la ONU sobre VIH/sida para el personal asociado con misiones de paz, asegurando incluso una adecuada provisión de condones.
La semana pasada, la ONU adquirió 1,5 millones de condones para distribuir entre las tropas en Sierra Leona y Timor Oriental. Los preservativos, considerados una medida de protección contra el sida, fueron racionados a razón de uno diario para cada soldado.
De los 1,5 millones de condones, cerca de un millón fueron destinados a las tropas de Sierra Leona, y los restantes 500.000 para los cascos azules de Timor Oriental.
En la actualidad, el foro mundial tiene un total de 14 operaciones de paz en diversos puntos en conflicto, incluyendo Líbano, Chipre, Bosnia-Herzegovina y la República Democrática de Congo (RDC).
El embajador indonesio Hazairin Pohan propuso al Consejo la inclusión de una unidad médica en cada misión de la ONU, especialmente en países donde se propaga el sida. Esas unidades deberían brindar controles periódicos, incluso diariamente si es necesario, a las fuerzas de paz y demás personal de la misión.
Así mismo, el embajador estadounidense Richard Holbrooke declaró que "las fuerzas de paz, desgraciadamente, ayudan a propagar la enfermedad mientras tratan de contener el conflicto. Esa es una situación inaceptable".
La ONU carece de estadísticas precisas sobre cuántos soldados contrajeron la enfermedad, porque no los examinó. Sin embargo, los países que contribuyeron a las misiones de paz deberían asegurar la salud de sus tropas.
Muchos consideran que el sida es el problema más peligroso que afronta el mundo actualmente, no solo en Africa sino en todas partes, señaló Holbrooke.
Cerca de 34 millones de personas viven hoy con VIH/sida en el planeta. La cantidad de nuevas infecciones se estimó en 15.000 por día y en aumento.
Cerca de 95 por ciento de los infectados con VIH viven en países en desarrollo. A la fecha, casi 19 millones de personas en todo el mundo murieron de sida, y 3,8 millones fueron niños.
Según Onusida, solo en 1999 hubo 5,4 millones de nuevos infectados con VIH, y cuatro millones de ellos residen en Africa subsahariana. (FIN/IPS/tra-en/td/da/ego-mlm/ip-he/00