Las Naciones Unidas sobreestiman la incidencia del sida en India y desvían así los fondos de los donantes hacia la lucha contra esa epidemia en perjuicio de otras mucho más graves, como la malaria y la tuberculosis, advirtieron expertos indios en salud.
La Organización Nacional para el Control del Sida (NACO), dependiente del Ministerio de Salud de India y financiada por el Banco Mundial, cuestionó los hallazgos del último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) en este país surasiático.
El organismo de salud indio protestó ante la publicación de lo que consideró cifras exageradas sobre el sida en este país en el "Informe sobre la epidemia mundial de VIH/Sida – Junio 2000".
El estudio sostiene que el año pasado se produjeron en India 300.000 muertes relacionadas con el sida, pero esta cifra "no tiene sustento, y los funcionarios de Onusida en Ginebra no pudieron explicar cómo llegaron a esa estimación", declaró el director de NACO, Prasada Rao.
Según NACO, el número de fallecimientos relacionados con el sida en 1999 fue de apenas 11.000, en una población de 1.000 millones.
Funcionarios de salud temen que las cifras de Onusida provoquen un aumento de la atención de los países e instituciones donantes sobre el control del sida en India en perjuicio de problemas sanitarios más acuciantes.
Esta no es la primera vez que NACO cuestiona las cifras de Onusida sobre India. Hace seis años, el organismo desmintió que hubiese en este país 1,75 millones de personas infectadas con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, que causa el sida), como afirmaba la agencia de las Naciones Unidas.
El último informe de Onusida estima el número de indios infectados en 3,7 millones, pero admite que la epidemia en India es muy diversa regionalmente.
"Mientras en algunos estados casi no hay infecciones por VIH, otros tienen una incidencia de dos por ciento o más", afirma el documento.
Las proyecciones se basan "en nuestra experiencia sobre cuánto tiempo lleva la propagación del VIH en una población dada", explicó un funcionario de la oficina de Onusida en Nueva Delhi.
Pero los críticos sostienen que las cifras de Onusida son tan inciertas como las de NACO, que no están basadas en certificaciones adecuadas de la causa de los decesos.
NACO analiza muestras de sangre tomadas en centros de donación de sangre y en clínicas prenatales, y en base a los resultados de esas muestras estima la incidencia del virus del sida en todo el país, pero este método no es nada confiable, señalaron los críticos.
Algunos expertos en salud cuestionan también el enorme gasto de los donantes en lo que consideran una epidemia inexistente, en un país con problemas de salud muy graves causados por gérmenes que fueron erradicados hace mucho tiempo en otras partes del mundo.
India padece numerosas enfermedades infecciosas transmisibles por el agua y también dolencias respiratorias como la tuberculosis, destacó el economista Jeffrey Sachs, quien estuvo en India en abril como presidente de la Comisión sobre Macroeconomía y Salud de la Organización Mundial de la Salud.
Las reformas económicas de India, iniciadas en 1991, provocaron sucesivos recortes en el presupuesto federal de salud que casi paralizaron el sistema de salud pública, señaló Sachs.
En contraste, la financiación para el control del VIH/sida creció. El año pasado ascendió a 55 millones de dólares, mientras la lucha contra la tuberculosis recibió apenas 18 millones, aunque se estima que India tiene un cuarto de todos los casos de tuberculosis del mundo.
"La gente comienza a preguntarse por qué se realizan seminarios sobre el sida en medio de un brote de malaria en (el estado nororiental de) Assam o durante una hambruna en (el estado occidental de) Rajastán", observó Mira Shiva, de la Asociación Voluntaria de Salud de India.
Hace tres años, un informe de la Comisión Independiente para la Salud en India, integrada por reconocidos expertos en salud pública, advirtió que "la financiación excesiva para el VIH/sida claramente cambió la dirección de la política de salud en este país".
La Comisión observó que la financiación externa para la lucha contra enfermedades transmisibles no se adecuaban a las prioridades sanitarias de India, y que esos fondos determinaban el programa de salud pública. (FIN/IPS/tra-en/rdr/mu/mlm/he/00