Mujeres de Sudáfrica y Tailandia fueron elegidas para la realización de pruebas de un gel o crema de aplicación vaginal que protegería contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH, que causa el sida).
Según el Consejo de Población, con sede en Nueva York, encargado de las pruebas, el microbicida mostró resultados positivos en los experimentos iniciales, ya que bloqueó la infección por VIH in vitro.
Pero se precisan más pruebas para determinar la seguridad de este método, advirtió Charlotte Ellertson, jefa de investigación del Consejo sobre estos ensayos.
La elección de mujeres de Sudáfrica y Tailandia para las "pruebas ampliadas de seguridad" se relaciona con la alta incidencia del VIH en la población femenina de esos dos países.
"Las pruebas de eficacia del microbicida son más urgentes y factibles en poblaciones que tienen una tasa anual de infección superior a uno por ciento", explicó Ellertson.
El alto índice de infección implica "la necesidad de un método de prevención del VIH controlado por la mujer, y ofrece grandes muestras de población para detectar diferencias entre grupos de control y tratamiento", añadió.
Los esfuerzos del Consejo de Población, una organización no gubernamental especializada en investigación biomédica, social y de salud pública, forman parte de una campaña más amplia para desarrollar un microbicida potente.
Actualmente hay unos 10 organismos públicos comprometidos con ese objetivo en el marco del Grupo Internacional de Trabajo sobre Microbicidas.
Los microbicidas ofrecen un rayo de esperanza a las mujeres, porque les permitirán "protegerse contra infecciones, no solo del VIH, sino también de otras enfermedades de transmisión sexual", destacó Dionne Patz, de la Organización Panamericana de la Salud.
Agregó que "se trata de una estrategia de protección y control sobre la salud sexual de la mujer que no depende de la cooperación masculina".
La necesidad de esa crema o "condón invisible" creció a la luz del devastador impacto del VIH/sida sobre la mujer, en particular en Africa y en el sur y el sudeste de Asia.
De los 33,6 millones de personas que viven con VIH/sida, 14,8 millones son mujeres, y de los cinco millones de adultos infectados en 1999, 2,3 millones fueron mujeres, destacó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las mujeres de Africa subsahariana, donde viven 70 por ciento de todos los infectados con VIH y enfermos de sida, resultaron más golpeadas que los hombres, reveló la OMS en su informe sobre la pandemia.
Cerca de 55 por ciento de los adultos infectados por el virus del sida en Africa subsahariana son mujeres, y 30 por ciento en el sudeste asiático, según el informe.
Entre los factores que constribuyeron a este trágico panorama se cuenta la falta de reconocimiento de que las mujeres también tienen derecho a una sexualidad segura, subrayó la OMC.
Añadió que "el derecho de la mujer a una sexualidad segura y a tener autonomía en todas las decisiones relacionadas con su sexualidad casi no se respeta en ninguna parte".
A menudo, las mujeres son infectadas por tener relaciones con un compañero bisexual o que se inyecta drogas, o como consecuencia de la violencia o el comercio sexual.
Los tabúes culturales también contribuyen a las infecciones. "En general los hombres, por pobres que sean, pueden elegir cuándo y con quién tener relaciones, y con qué protección. Las mujeres no", afirmó la OMS.
Además, algunas normas sociales y culturales impiden que las mujeres discutan o tomen decisiones sobre su sexualidad, o que soliciten alguna forma de protección.
Según estudios de la OMS, si las mujeres se niegan a mantener relaciones o exigen protección, en muchos casos "se arriesgan a ser objeto de violencia o de sospechas de infidelidad".
En cambio, "se acepta culturalmente el hecho de que hombres casados o solteros tengan múltiples compañeras sexuales, incluso prostitutas".
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida) también expresó preocupación en vista del aumento de infecciones en mujeres.
"La desigualdad de género es un factor fundamental en la epidemia de sida", destacó Dominique De Santis, portavoz de Onusida.
Esta realidad y la posibilidad de ayuda que representarían los microbicidas no escaparon a la atención de las activistas que asistieron a la décimotercera Conferencia Internacional sobre el Sida, que terminó en Durban, Sudáfrica, la semana pasada.
Las activistas expresaron que el gel o crema sería muy útil a las mujeres vulnerables, y urgieron a la comunidad internacional a producirlo rápidamente.
"Luego de 10 años de hablar de esto, creo que es hora de actuar en serio", exhortó Lori Heise, de la Campaña Global para Alternativas de Prevención Controladas por la Mujer.
Uno de los obstáculos es la falta de fondos, y otro es la respuesta de la industria farmacéutica a esta idea "totalmente nueva", señaló Ellertson.
"Los grandes laboratorios todavía no están convencidos de que exista un mercado adecuado", agregó.
"Al actual ritmo de investigación y desarrollo, es probable que pasen 10 años más antes de que estén disponibles microbicidas seguros, eficaces y al alcance de todos", estimó el Consejo. (FIN/IPS/tra-en/mmm/da/mlm/he/00