Una inusual agitación por supuestas divisiones frente a la estrategia de precios petroleros marca una ofensiva de Venezuela ante sus socios de la OPEP, con vistas a la histórica cumbre que el grupo celebrará a fines de septiembre.
Los precios de los principales crudos marcadores, que se habían estacionado por encima de los 30 dólares por barril, comenzaron a bajar por las reacciones del mercado ante informaciones sobre una supuesta decisión unilateral de Arabia Saudita de aumentar en 500.000 barriles su oferta petrolera.
La leve tendencia a la baja volvió a manifestarse este viernes, aunque el aumento de producción de Arabia Saudita aún no se había concretado. Las autoridades petroleras venezolanas han puesto en duda que su socio en la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) pretenda actuar de manera unilateral.
Una medida de ese tipo representaría el primer signo de división dentro de la organización, que recuperó influencia en los mercados a inicios de 1999, cuando comenzó a restringir la oferta para fortalecer los precios del crudo.
En medio de ese espíritu de cooperación y adhesión, el gobierno de Hugo Chávez convocó a la segunda cumbre de soberanos, jefes de Estado y de gobierno en los 40 años de historia de la OPEP, que se celebrará el 28 de septiembre en Caracas.
Una delegación ministerial de alto nivel partió esta semana desde la capital venezolana con el fin de reforzar la convocatoria a la cumbre. Esta ofensiva será complementada en agosto con una gira del propio Chávez.
El mandatario comentó a principios de esta semana que partiría de gira por los países de la OPEP apenas pase la turbulencia de las elecciones del día 30, cuando aspira a ser relegitimado en la Presidencia de acuerdo con las normas de la Constitución vigente desde el 30 de diciembre.
Mientras, la delegación venezolana que partió hace dos días de Caracas tiene prevista una reunión preparatoria de la cumbre en Argelia este fin de semana, antes de proseguir hacia otros países socios de la organización desde el lunes.
La delegación encabezada por el presidente de la OPEP y ministro de Energía venezolano, Alí Rodríguez, realizará esta gira hasta el día 17.
Aunque el punto principal es la organización de la primera reunión de gobernantes después de la celebrada en 1976 en Argelia, se da por descontado que los miembros de la OPEP abordarán también la aparente divergencia en torno de la estrategia de producción surgida esta semana.
En marzo de 1999, la organización decidió restringir su producción para fortalecer los precios del crudo, que experimentaban su nivel más bajo en dos décadas. Un año después, el barril de crudo había subido más de 200 por ciento, provocando visible preocupación entre los países consumidores.
A fines de marzo de este año la OPEP decidió aumentar su producción en 500.000 barriles, y volvió a aprobar una subida de 708.000 barriles el 21 de junio, en un intento por controlar los precios, pero el objetivo no se logró.
El viceministro de Energía venezolano, Bernardo Alvarez, aseguró este viernes que en realidad "hay suficiente crudo en el mercado" y los altos precios serían resultado de "razones coyunturales". En ese escenario, advirtió, los productores deben ser cuidadosos al aumentar la oferta.
Rodríguez ha planteado reiteradamente que la OPEP está interesada en lograr la estabilización de los mercados, que permita evitar las alzas y bajas abruptas. En noviembre está prevista una reunión entre productores y consumidores destinada a analizar la dinámica de los mercados.
Chávez, por su parte, ha considerado que los precios son justos, e invitó a los socios de la OPEP a evitar chantajes. Según comentó, los principales consumidores quieren el barril de crudo a 10 dólares, y después logran 100 de ganancia.
El Ministerio de Energía venezolano aseguró que los altos precios del combustible no son consecuencia de los precios del crudo, y esgrimió estadísticas según las cuales en naciones como Francia e Italia los impuestos constituyen 70 por ciento de la tarifa de la gasolina.
Mientras, el especialista petrolero venezolano Alberto Quirós, un conocido opositor al gobierno de Chávez, dijo no entender la posición de Arabia Saudita, que junto con Venezuela fue impulsora de la estrategia de control de oferta, en la cual también han participado productores ajenos a la OPEP, como México.
"Creo que está pasando algo en la OPEP", sugirió Quirós en una entrevista televisada. Y sostuvo que las aparentes divergencias de esta semana afectan severamente la imagen de la organización, lo cual sería más dañino que un aumento en la oferta. (FIN/IPS/lc/mj/if/00