PERU: Tenso inicio de tercer periodo presidencial de Fujimori

El presidente Alberto Fujimori inició hoy su cuestionado tercer periodo consecutivo de gobierno, a pesar de que opositores advirtieron que impedirían su ingreso al edificio del Congreso legislativo, donde se celebró la ceremonia.

Fujimori inuguró su tercer periodo presidencial en un marco muy diferente al del comienzo de su primer gobierno, en 1990, y el del segundo, en 1995, cuando gozaba el momento de mayor apogeo de su estrella política.

El mayor problema parece ser la gobernabilidad, en un panorama político caracterizado por la polarización, reflejada en los disturbios violentos de este viernes.

Manifestantes hostiles al gobierno de Fujimori prendieron fuego al Palacio de Justicia, el edificio del Jurado Nacional de Elecciones y una oficina del Banco de la Nación.

"Estos atentados probablemente fueron cometidos por agentes de los servicios de inteligencia (del gobierno) para justificar la represión, o por lo menos sospechosamente tolerados por la inacción policial", dijo la parlamentaria opositora Gloria Helfer.

El tercer periodo de Fujimori se inicia en un marco de crisis política, con una oposición que desconoce la legitimidad de su reelección y que congrega a 40 por ciento del electorado.

El líder opositor y ex candidato presidencial Alejandro Toledo había augurado que al menos un millón de personas vendrían de los "cuatro suyos" (regiones) del país para ocupar el centro histórico de Lima e impedir el paso de Fujimori entre la casa de gobierno y el Congreso.

Alrededor de 30.000 personas, según cálculos de observadores independientes, se concentraron este viernes en el Paseo de la República, a 1.200 metros del Congreso, menos de la mitad de los que manifestaron la noche anterior su oposición al presidente.

Pero Fujimori cubrió sin problemas los 500 metros entre ambos edificios, protegido por un numeroso contingente policial que no dejó aproximarse a los manifestantes hostiles a menos de cuatro cuadras.

Unos 800 jóvenes apedrearon a la policía, provocaron dos incendios y destruyeron vidrieras comerciales,.

Al parecer, el relativamente reducido volumen de manifestantes disuadió a Toledo de su intención de impedir "pacífica pero enérgicamente" la ceremonia de juramentación.

Enarbolando una bandera, Toledo encabezó la marcha cuando ya Fujimori estaba saliendo del Congreso y retornaba al palacio de gobierno.

Después de concluida la ceremonia, y cuando Toledo regresaba hacia el punto inicial de concentración, comenzaron los disturbios más violentos.

Numerosos heridos, algunos de ellos víctimas de las piedras de los manifestantes y otros de los proyectiles lanzagases de la policía, fueron atendidos en los hospitales del centro de la ciudad.

En la sede parlamentaria, después de recibir otra vez la banda presidencial custodiada durante algunos minutos por la presidenta del Congreso, Martha Hildebrandt, Fujimori habló durante 43 minutos.

Los 46 congresistas opositores abuchearon cuando Fujimori ingresó al hemiciclo. Luego, 27 de ellos se retiraron, algunos con los rostros cubiertos por máscaras antigás, para sumarse a la manifestación convocada por Toledo.

Fujimori pasó revista a los logros de sus primeros 10 años de gobierno, y justificó el tercer periodo para el que postuló, considerado inconstuticional por la oposición, al anunciar que le corresponde ahora fortalecer la institucionalidad democrática, generar empleo y afirmar el bienestar social.

Luego de 10 años de programas antiinflacionarios y de reforma del Estado, "ahora nos toca impulsar el desarrollo en base a nuestras ventajas comparativas, no solo como país de materias primas", afirmó el mandatario.

Fujimori se comprometió a impulsar "una economía moderna, exportadora, basada en el impulso a la industria y a la agricultura, el turismo y la construcción, buscando generar empleo".

Ese objetivo se cumplirá "mediante un programa de sustitución competiva de importaciones, buscando encaminar nuestra economía hacia la exportación", aseguró.

El mandatario auguró un crecimiento económico de cinco por ciento anual, que tendrá como consecuencia una disminución del desempleo y el subempleo, al tiempo que reforzará el apoyo alimentario a los más pobres e incorporará a los escolares a esos programas.

Fujimori prometió la instalación de computadoras con acceso a Internet en todos los colegios estatales y el fortalecimiento de la capacitación de educadores.

Los 10 años de gobierno de Fujimori no acabaron con la pobreza en este país. Cincuenta por ciento de los habitantes viven en situación de pobreza y 15 por en ciento en situación de extrema pobreza.

El director del Instituto Nacional de Estadística, Felix Murillo, informó que 38 por ciento de los peruanos consumen alimentos donados por el gobierno, porcentaje que llega a 60 por ciento en algunas zonas rurales de la sierra y en áreas urbanas deprimidas.

El gasto social aumentó de dos por ciento del PIB en 1992 a 7,6 por ciento en 1999, sobre todo en alimentación, instalaciones de salud y escuelas.

Fujimori consideró que la situación es reversible con mayor intervención estatal, luego de dos periodos de gobierno caracterizados por la liberalización económica.

Si bien no especificó las reformas democratizadoras que aplicará, habló de adecuar el papel de las Fuerzas Armadas a un tiempo en que "ya fue derrotada la subversión terrorista y las fronteras se han pacificado después de suscribir el histórico tratado con Ecuador"

El gobierno de Fujimori continuará recibiendo presiones de la comunidad internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA) denunció en los últimos comicios supuestas irregularidades electorales que distorsionan la legalidad constitucional. (FIN/IPS/al/mj/ip/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe