La agencia calificadora de riesgo financiero Moody's, de Nueva York, otorgó a los títulos en moneda nacional del gobierno de México el más alto grado de inversión en el ámbito local.
"Se concede la calificación local más alta al gobierno debido a su alta capacidad de pago", señaló Moody's Investors Service, cuya oficina en México inició sus operaciones el jueves.
Moody's avaló los papeles de deuda en moneda mexicana del gobierno con la calificación de triple A, la más elevada en una escala de nueve niveles en materia de seguridad para los inversores.
Esos títulos constituyen uno de los "mejores créditos en pesos mexicanos", aunque en el mismo plano que otros emisores, explicó la agencia.
Moody's había concedido hace cuatro meses a México el grado de inversión tratándose de deuda en moneda extranjera. Esa calificación se refiere a los bonos a largo plazo y sólo la tenían en América Latina los títulos internacionales de deuda de Chile y Uruguay.
Otras firmas calificadoras consideraron entonces arriesgada la decisión de Moody's.
La agencia dio a conocer la nueva nota de México en medio de la campaña para las históricas elecciones presidenciales del último domingo, en las que el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue derrotado por primera vez desde su fundación en 1929.
El mejoramiento de la calificación de riesgo favorece la colocación de títulos de deuda en los mercados internacionales y la reducción de los intereses que debe pagar el emisor.
Los analistas destacaron que Moody's envió un mensaje claro de confianza en el país, al concederle el grado de inversión, con independencia de quién ganara las elecciones.
México, con una deuda global de alrededor de 165.000 millones de dólares, tendrá este año un crecimiento económico de seis por ciento, según los pronósticos del gobierno que entregará el mando el 1 de diciembre.
"No hay por qué suponer que pudiese cambiar el curso" de la política económica en el tramo final del gobierno de Ernesto Zedillo, afirmó el secretario (ministro) de Hacienda, José Angel Gurría.
"Vamos a trabajar con los (ministros) designados por el próximo presidente de México para elaborar las bases del presupuesto de 2001. Se trata de que las comisiones del Congreso reciban información sobre el programa económico", explicó Gurría.
El triunfo electoral de Vicente Fox, un ex empresario militante del derechista Partido Acción Nacional (PAN) otorgará un significado adicional a la ceremonia de transmisión del mando. En efecto, por primera vez en 71 años, los símbolos del poder serán cedidos a un presidente electo ajeno al PRI.
Hasta la entrega del mando, la política económica permanecerá sin cambios, aseguró Gurría. También destacó el dinamismo del sector exportador, demostrado en ventas por unos 15.000 millones de dólares en el último mes.
Los mercados financieros mexicanos reaccionaron con movimientos al alza en los primeros tres días que siguieron a los comicios.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró sustanciales ganancias y el peso recuperó cotización frente al dólar, tras algunas semanas de acoso especulativo. Esos hechos sugirieron un voto de confianza de los mercados ante el resultado de las elecciones.
Sin embargo, el entusiasmo decreció el jueves y este viernes, cuando hubo bajas marginales de 0,90 y 0,12 por ciento , respectivamente, en la BMV.
El dólar se vende este viernes a 9,7 pesos, luego de que alcanzara la cotización de 10,5 pesos antes del día de las elecciones, en las que también fueron renovadas las cámaras de Diputados y Senadores.
El presidente de la Asociación de Banqueros de México, Héctor Rangel, aseguró que no existen focos rojos, ni siquiera ámbar, en ese estratégico sector y que hacia el cuarto trimestre del año se reactivará el crédito.
Existe un afán casi concertado en México de desterrar el riesgo de una crisis de fin de periodo presidencial, como la que estalló en 1994, pocos días después de que Zedillo instalara su gobierno, y como había ocurrido en cambios de mando previos.
La crisis de 1994 fue la más profunda en casi medio siglo. En los seis años siguientes se procedió a la reconstrucción del sistema bancario, que había sido privatizado en el periodo de gobierno anterior, de Carlos Salinas.
Imposibilitada en el último sexenio de financiar el crecimiento económico de México, la banca nacional empieza a estar en condiciones de otorgar créditos a empresas, aunque más bien modestos, señaló Rangel. (FIN/IPS/pf/ff/if/00