La "dictadura perfecta" que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantuvo durante 71 años llega a su fin y la democracia se abre camino, aunque todavía está en ciernes, según los observadores.
"Buenos días México, vamos por nuestro futuro", dijo este lunes Vicente Fox, el candidato de la llamada Alianza por el Cambio, que ganó las elecciones de este domingo con cerca de 45 por ciento de los votos, derrotando al otrora invencible PRI.
Pero el futuro parece cargado de desafíos. "La dictadura perfecta", como calificó hace varios años el escritor peruano a Mario Vargas Llosa al sistema político organizado por el PRI no cambiará sin resistencia, advirtieron varios comentaristas.
México llegó a la "democracia difícil", en una elección "sabia y positiva", señaló Vargas Llosa un mes después de que el PRI pidió declararle persona no grata, por haber dicho antes de las elecciones, en una visita a México, que Fox era la mejor opción de cambio.
Se espera que los sindicatos, las organizaciones urbanas y del campo y las asociaciones de profesionales y de maestros con los que el PRI construyó un sistema corporativo al servicio del Estado den batalla a Fox antes de sucumbir, dijo el historiador Lorenzo Meyer.
En los multitudinarios festejos del domingo de noche en la capital y en otras ciudades, Fox, que fue postulado por el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y por el Partido Verde Ecologista, escuchó una y otra vez el coro "no nos falles, no nos falles".
"No vamos a fallarles si todos le entramos (participamos)", respondió el presidente electo, quien dejó de lado las ironías y los insultos de la campaña electoral y anunció que gobernará sin resentimientos.
Los partidarios de Fox contarán en el Congreso de 500 miembros con la primera mayoría relativa y en el Senado de 128 lograron una representación semejante a la del PRI, pero nadie tendrá el control absoluto en ninguna cámara, según los resultados oficiales.
La participación del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática, cuyo candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas perdió por tercera vez consecutiva, será decisiva en el balance legislativo.
Pero Cárdenas ya anunció que defenderá sus postulados contra el "neoliberalismo" que, según afirmó, promueven el PAN y el PRI.
Por su parte, el PRI prometió que trabajará para recuperarse, aunque los observadores esperan que en el camino sufra divisiones y también presente batalla a Fox.
Hay que recordar que el PRI fue un partido de Estado, nacido, criado y protegido en su cuna, expresó el analista Carlos Castillo. "Veremos cómo se comporta en la democracia que ahora construye México", manifestó.
Fox, que fue apoyado por fuerzas de izquierda y centro, pese al conservadurismo del PAN, anunció para agosto su gabinete, en que habrá equilibrio geográfico, político y de género.
Desde este lunes y hasta su posesión como Presidente, el 1 de diciembre, el candidato triunfante trabajará de forma abierta y concertada con el presidente saliente Ernesto Zedillo.
En histórico pronunciamiento, Zedillo hizo llegar a Fox sus felicitaciones y le ofreció todas las facilidades y garantías para un traspaso del poder ordenado y en paz.
Así mismo, varios gobiernos enviaron sus saludos a Fox, quien antes de diciembre realizará una gira por Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia y América Latina.
El origen empresarial del presidente electo y su respaldo a la libre empresa y el comercio mantuvieron en calma a los mercados financieros luego de las elecciones, pese a la magnitud del viraje político iniciado.
Las opiniones y evaluaciones del resultado electoral del domingo coincidieron en que el triunfo de Fox se originó en el clamor de cambio y en el hartazgo de amplios sectores de población frente al PRI, partido al que se le atribuye gran parte de la pobreza y la corrupción que afecta a México.
Pero también fueron determinantes la figura carismática del candidato, su lenguaje cercano al de la gente y su agresividad ante el PRI, y la estrategia propagandística del PAN para transformar la elección en una suerte de plebiscito contra el partido gobernante.
Las razones del cambio y de la derrota del PRI se encuentran en el envejecimiento, el desgaste inevitable de un partido que ha estado en el poder demasiado tiempo, dijo Meyer.
El principal motivo, sin embargo, es otro. "Como en el caso de los auténticos dinosaurios, la causa fundamental de su derrota está en el hecho de que el medio ambiente en que surgió y prosperó, ya cambió, se modificó, y los cambios de su hábitat le han sido adversos".
El PRI nació en la época del cine mudo, pero ahora ya hay televisión, computadoras e Internet, y por eso debía perder. Su derrota era necesaria "para que cambie", opinó el historiador Enrique Krauze.
Las fuerzas opositoras libraron en los últimos 21 años una lucha tenaz para abrir el sistema político, al costo de varios muertos. Finalmente, y luego de numerosas reformas electorales, la última de 1996, lograron conquistar la Presidencia.
Gran parte del cambio se debe al mandatario saliente, Zedillo, quien a difrencia de sus predecesores acotó su gestión, enterró viejos fomulismos cortesanos y se mantuvo lejos de los reflectores, coincidieron en indicar los analistas.
El PRI abandonará en diciembre la Presidencia, tras retenerla desde 1929, y un empresario devenido en político y afiliado a un partido fundado en 1934, cuyo perfil conservador y clerical contrasta con el suyo, inaugurará una nueva historia. (FIN/IPS/dc/ff/ip/00