/Integración y Desarrollo/ SALUD: Prevención puede evitar 13 millones de muertes este año

Este año morirán 13 millones de personas por enfermedades que pueden prevenirse, según el Informe de Desastres Mundiales 2000, difundido esta semana en Londres por la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) y las Sociedades de la Media Luna Roja.

Desastres naturales como terremotos o inundaciones causaron la muerte de 80.000 personas en 1999, pero muchas más perecieron por la propagación del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la tuberculosis, las enfermedades respiratorias, la malaria y la diarrea.

Según el informe, 58 por ciento de quienes mueren a causa de enfermedades infecciosas forman parte del 20 por ciento más pobre de la población mundial, y la mayoría de los decesos podrían haberse evitado mediante campañas de salud comunitaria con un costo de sólo cinco dólares por persona.

"Esos silenciosos desastres de salud pública han sido agravados por gobiernos nacionales que no cumplieron sus responsabilidades vinculadas con la prevención de enfermedades, la creciente urbanización, el cambio climático y la degradación ambiental", afirmaron los autores del estudio.

Muchos gobiernos "han dejado de lado sus deberes de inmunización y prevención básica de la salud, y 70 por ciento del dinero asignado a los sistemas nacionales de salud es canalizado a los grandes hospitales", apuntaron.

"No sirve tener hospitales si no hay médicos y equipos para que funcionen", comentó el médico Hakjn Sandbladh, un alto funcionario de la FICR.

De los 52.000 millones de dólares anuales de asistencia otorgada a países en desarrollo, sólo 500 millones se destinaron al sector de la salud.

"La brecha sanitaria entre ricos y pobres tiende a aumentar, y queremos que el Norte industrializado corrija la dirección de la asistencia. El dinero podría ser mejor gastado en formar personal de servicios de salud", apuntó Sandbladh.

El promedio del gasto público en salud de los países pobres es sólo uno por ciento del producto interno bruto, y seis por ciento en las naciones ricas.

Las carencias sanitarias en el mundo en desarrollo obligan a las agencias de ayuda a realizar opciones difíciles.

"Deben trabajar más por el cuidado de la salud que por desastres naturales", comentó Peter Walker, de la FICR.

"En la actualidad, la Cruz Roja pone énfasis en la necesidad de invertir en la gente. Trabajamos en forma directa con comunidades locales y mediante discretas gestiones ante los gobiernos", señaló.

"Por ejemplo, tratamos de ser incluidos en la comisión de prevención de desastres de un país para persuadir al gobierno de abaratar los insecticidas con el objetivo de prevenir la malaria", que mata cada año a 2,6 millones de personas, cuyo 75 por ciento son niños, explicó.

El informe destaca la escalada del sida en Africa subsahariana, donde viven en la actualidad 70 por ciento de los infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, o sea 23 millones de personas.

El programa conjunto de la ONU sobre VIH/sida señaló que cada hora mueren de sida 300 personas esa región, y que durante la próxima década, la enfermedad el sida causará allí más muertes que las provocadas por todas las guerras del siglo XX.

A modo de ejemplo, el informe menciona el caso de Zambia, donde 1.200 personas mueren de sida cada semana. Según cálculos oficiales, la enfermedad ha sido responsable de que el producto interno bruto de Zambia cayera 14 por ciento.

"El VIH/sida emerge como la principal causa de crisis social, política, económica educativa y cultural, pese a que es posible su prevención total", comentó Didier Cherpitel, secretario general de la FICR.

"El desastre del VIH/sida no puede solucionarse con drogas costosas. Requiere educación sanitaria básica y sistemas de salud que brinden una atención consistente", añadió.

En Corea del Norte, donde hay sólo un médico por cada 134 familias, la tuberculosis aún no ha sido erradicada y se registran 40.000 nuevos casos de esa enfermedad cada año.

Cherpitel sostuvo que el mundo gasta menos dinero en la investigación de ciertas enfermedades porque esa inversión no es lucrativa.

"Ese círculo vicioso debe romperse. La salud no es sólo una cuestión de fármacos, y es necesario invertir en nutrición, enseñanza, suministro de agua potable, inmunización y cuidado materno-infantil para prevenir crisis futuras". subrayó. (FIN/IPS/tra-eng/nb/da/ego/mp/he/00)

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