El año pasado hubo una demanda sin precedentes de ayuda alimentaria de emergencia, a causa de conflictos armados y desastres naturales, según agencias de la Organización de las Naciones Unidas.
La cantidad de personas asistidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), con sede en Roma, aumentó en 1999 casi 17 por ciento en relación con 1998, y llegó a un total sin precedentes de 89 millones.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señaló en su informe anual, difundido esta semana, que las graves emergencias en la provincia separatista serbia de Kosovo y en Timor Oriental exigieron establecer con rapidez oficinas enteras de esa agencia, con personal, equipos y depósitos de víveres.
Al mismo tiempo, continuó la demanda de recursos de operaciones de asistencia humanitaria en gran escala iniciadas antes, en especial en Afganistán, Angola, la región de los Grandes Lagos de Africa subsahariana, Corea del Norte, Sierra Leona y Sudán.
"Los títulos de prensa acerca de grandes crisis en el mundo no reflejan la urgente necesidad de apoyo de largo plazo para pobres y hambrientos, por ejemplo la gente de América Central que aún lucha contra la devastación del huracán Mitch, o los desplazados en Colombia", dijo Catherine Bertini, directora del PMA.
Bertini apuntó que hablaba de personas afectadas por la desaparición de sus casas, la destrucción de sus campos y la pérdida de sus cosechas.
"Esos son problemas con los cuales la gente deberá vivir durante años. Aun donde no hay guerras, inundaciones o sequía en la actualidad, existen millones de personas que no pueden comer todos los días", indicó.
De los 89 millones de personas que recibieron ayuda del PMA el año pasado, 41 millones fueron víctimas de desastres naturales, 18 millones víctimas de guerras y conflictos civiles, y 11 millones se beneficiaron de operaciones prolongadas de ayuda y rescate.
Sólo los restantes 19 millones, poco más de 20 por ciento, fueron beneficiarios de programas de desarrollo.
Entre los receptores de ayuda hubo una gran cantidad de personas afectadas por desastres naturales a fines de 1998 en Bangladesh, China y América Central, en cuyos casos la asistencia continuó durante el año pasado.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el director general de la FAO, Jacques Diouf, afirmaron en una declaración conjunta que la cantidad de personas cuyas necesidades básicas de nutrición no se satisfacen es alarmante, en un momento de prosperidad mundial sin precedentes en el mundo.
"Cada día, millones de personas sufren hambre crónica y millones más afrontan repentinas crisis alimentarias", destacaron.
s