Honduras pasó a integrar la lista de estados que califican para un alivio de su deuda externa según la iniciativa para países pobres altamente endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), anunció el Banco Mundial.
Como resultado, ese país centroamericano "se ahorrará más de 900 millones de dólares en la amortización de la deuda en los próximos años, equivalentes a 556 millones en su valor neto actual", informó el lunes la institución financiera multilateral.
Lanzada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la iniciativa HIPC es la primera respuesta internacional a la deuda de los países más pobres, pero está condicionada a ciertas reformas económicas y sociales.
Hasta ahora, ocho de los 36 países "candidatos" calificaron para la iniciativa. Honduras se incorpora al grupo que ya integran a Bolivia, Burkina Faso, Mauritania, Mozambique, Senegal, Tanzania y Uganda, con un total de ayuda financiera comprometida de unos 15.000 millones de dólares, según el Banco.
Más de 70 por ciento de los seis millones de habitantes de Honduras viven en situación de pobreza y extrema pobreza, 27 por ciento por ciento son analfabetos y 38 por ciento carece de servicios de salud, según estadísticas oficiales.
Este país se ubica en el lugar 113 entre 174 países analizados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en su última medición del Indice de Desarrollo Humano.
A fines de octubre de 1998, Honduras sufrió el embate del huracán Mitch, que causó un retroceso de más de 30 años en el desarrollo nacional. El huracán dejó más de 6.000 muertos, 10.000 desaparecidos, 12.000 heridos, 1,5 millones de damnificados y 80 por ciento del aparato productivo nacional destruido.
A fines de 1999, la deuda externa pública de Honduras era de 3.100 millones de dólares en términos netos, equivalente a 135 por ciento de los ingresos nacionales anuales por exportaciones y más de 300 por ciento de los ingresos del gobierno central.
Acreedores bilaterales otorgarán a Honduras 215 millones de dólares para la reducción de la deuda, y acreedores multilaterales ofrecerán otros 340 millones, en un proceso que podría llevar más de 20 años.
El Banco Mundial comenzará a aliviar la deuda de Honduras de inmediato, y el FMI lo hará una vez que los acreedores que representen más de 80 por ciento de la deuda externa hondureña hayan garantizado su participación.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también acordó ofrecer ayuda a Honduras, uno de los países más pobres de América Latina.
La iniciativa HIPC fue revisada y ampliada el año pasado, cuando se propuso reducir potencialmente los intereses de la deuda de los países calificados en más de 50.000 millones de dólares.
La medida dio un gran salto el año pasado en Colonia, Alemania, cuando el Grupo de los Siete (G-7), que reúne a los países más ricos del mundo, prometieron condonar 50.000 millones de dólares de los 260.000 millones que les deben los países más endeudados.
El ministro de Hacienda de Gran Bretaña, Gordon Brown, prometió que 25 de los 40 países identificados por el Banco Mundial y el FMI como los más afectados del mundo recibirán ayuda a fines de este año.
Pero el Banco beneficiaría apenas a 15 países a fines de este año, de acuerdo con la campaña internacional contra la deuda Jubileo 2000.
Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Harvard y ex asesor del Banco Mundial, describe la situación como "de no apuro entre los acreedores", en la medida que es "mejor tener un control permanente" sobre los países deudores.
Jacob Kolster, gerente general de la oficina europea del Banco Mundial, atribuyó los retrasos en el avance del HIPC por parte de los organismos multilaterales a obstáculos como el déficit de la seguridad social en Malí y Zambia, la corrupción en Nicaragua y la guerra en Costa de Marfil.
El G-7 se reunirá de nuevo los días 21, 22 y 23 en Okinawa, Japón, con el alivio de la deuda entre los asuntos prioritarios. De todos, el Congreso legislativo estadounidense podría desacelerar el debate.
El fondo fideicomisiario que se establecerá para canalizar la iniciativa HIPC ya se aseguró una recaudación de 2.400 millones de dólares en contribuciones y compromisos, pero el costo del programa será superior a dos billones de dólares, según el cálculo del Banco Mundial.
La campaña Jubileo 2000 promueve la cancelación total de la deuda de los países en desarrollo.
Pero Kolster argumentó que, si la deuda es cancelada, "tendremos menos dinero para HIPC". Una cancelaciópn de 100 por ciento también sería injusto para los países que cumplieron con sus obligaciones financieras, como Bangladesh, uno de los más pobres del mundo.
Se prevé que 36 países calificarán para la asistencia en el marco de la iniciativa HIPC, de los cuales 29 pertenecen a Africa subsahariana. Casi 40 por ciento de los presupuestos estatales anuales africanos se destinan al servicio de la deuda externa, estimada en 1998 en 350.000 millones.
Benin sería el próximo calificado. (FIN/IPS/tra-eng/gm/da/mlm-mj/if dv/00