Organizaciones no gubernamentales (ONG), sociales y políticas se movilizan con el objetivo de realizar grandes protestas durante la reunión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se llevará a cabo en septiembre en Praga.
Las campañas más formales de la sociedad civil contra las políticas del banco y el FMI tienen como eje a ONG, entre ellas Amigos de la Tierra Internacional, Jubileo Checo 2000 y Vigilancia de Bancos de Europa del Este.
Grupos anarquistas, que suelen acaparar la atención de la prensa en protestas como la prevista para septiembre, coordinan sus actividades en la Campaña Internacional Contra la Globalización, con sede en Praga.
La reunión del Grupo del Banco Mundial y el FMI se llevará a cabo del 19 al 28 de septiembre, y una actividad masiva de desobediencia civil no violenta para impedir el desarrollo del encuentro está previsto para el 26, con protestas simultáneas en otros 30 países, entre ellos Austria, Bangladesh, Bolivia, Brasil, India, Italia, Sri Lanka y Zimbabwe.
Será la primera vez que se realizará una reunión de la elite financiera mundial en un país de Europa del Este.
Durante el anterior encuentro del banco y el Fondo realizado en abril en Washington, más de 6.000 activistas demandaron el cierre de ambas instituciones e intentaron interrumpir sus actividades.
También hubo grandes protestas contra la globalización de la economía a fines del año pasado, durante una conferencia interministerial de la Organización Mundial de Comercio en la ciudad noroccidental estadounidense de Seattle.
"Ahora (el banco y el FMI) saben que no podrán actuar como suelen hacerlo, y que la charlatanería acerca de los problemas del mundo ya no da resultado. Cada vez más gente común está enterada de los hechos", declaró Njogi Njoroge Njehu, director de la campaña "50 años es Suficiente", con sede en Washington.
Esa campaña fue lanzada en 1994, cuando el Banco Mundial y el FMI cumplieron 50 años, por ONG dedicadas al desarrollo y movimientos sociales que demandaron una reforma de ambas instituciones.
Ahora figuran en la agenda propuestas más radicales, como la de privar de fondos a las dos organizaciones financieras internacionales.
Las protestas contra el banco y el FMI han encontrado apoyo en políticos conservadores de Estados Unidos, quienes se oponen a que su nación destine dinero a proyectos impulsados por esas instituciones en otros países.
Cursos y talleres de trabajo, discusiones por correo electrónico y conciertos apoyarán las protestas callejeras en Praga.
La Iniciativa contra la Globalización Económica-Praga 2000 será una "contracumbre donde los aspectos perjudiciales específicos de la globalización serán discutidos y se propondrán alternativas", se afirmó en un comunicado de una coalición checa de grupos ambientalistas, humanitarios y anarquistas.
"El movimiento de trabajadores asume el desafío de clausurar la cumbre con la mayor manifestación internacional de la historia en Europa", se afirmó en un sitio de Internet llamado "Destroyimf" (destruirfmi).
Como en anteriores protestas contra la globalización económica, la red mundial de computadoras juega un papel clave en la movilización.
El movimiento contra la globalizacion implica una amplia alianza de ideologías que incluye a anarquistas de derecha, socialistas, sindicatos, grupos eclesiásticos, organizaciones de estudiantes e intelectuales.
Crisis financieras con repercusión mundial como las que comenzaron en México entre 1994 y 1995, o en Asia en 1997, han contribuido a que se cuestiones desde distintos ángulos el imperio ilimitado de los mercados y las políticas impulsadas por el banco y el FMI.
Muchos activistas insisten además en que esas instituciones no son confiables ni democráticas, y deben ser reformadas en forma profunda o disueltas.
"En Africa subsahariana y en el resto del mundo en desarrollo, los consejos y exigencias del FMI en relación con la liberalización de la economía, como contrapartida para otorgar préstamos, han tenido consecuencias desastrosas", afirmó George Dor, de la Campaña Contra el Neoliberalismo en Africa Austral.
"Esos desastres han causado profundas crisis de legitimidad de las instituciones de Washington", señaló.
Los activistas se apoyan a menudo en las opiniones de ex funcionarios como Joseph Stiglitz, quien fue el principal economista del Banco Mundial y ha afirmado que los economistas del FMI son de tercera clase, para explicar que algunas de sus políticas hayan agravado las crisis de países en desarrollo.
Las campañas han logrado éxitos menores. El Banco Mundial afirma que ahora es sesible a cuestiones de género en más de un cuarto de sus proyectos, hace poco dejó de financiar las represas de Narmada y Arún, en India y Nepal, y también se desvinculó del cuestionado Proyecto Occidental de Reducción de la Pobreza en China.
Además, el banco sigue hablando de brindar al público mayor acceso a información sobre sus actividades.
Una crítica a la legitimidad del FMI que será destacada por los activistas en septiembre se vincula con el control sobre esa institución por parte de Washington, que tiene 18 por ciento de los votos en el FMI, mientras toda Africa tiene sólo cinco por ciento. (FIN/IPS/tra-eng/gm/da/ego/dv if/00