La captura de un pesquero ecuatoriano con 190 emigrantes ilegales que pretendían llegar a Estados Unidos, efectuada por el buque de guerra estadounidense Hali Burton, determinó nuevos cuestionamientos sobre la concesión a Washington de la base de Manta, en Ecuador.
El Hali Burton interceptó al pesquero Elizabeth I la semana pasada y lo llevó al puerto de Esmeraldas, en la costa norte de Ecuador, donde los viajeros fueron detenidos hasta el miércoles. Las 190 personas viajaban en la embarcación rumbo a Guatemala, y desde allí pensaban ir por tierra a Estados Unidos
Esos emigrantes pretendían sumarse a la columna de miles de ecuatorianos que intentan llegar mensualmente a Estados Unidos llevados por los denominados "coyotes", gente que se encarga de introducir ilegales en ese país cobrando entre 5.000 y 10.000 dólares.
La mayoría de los viajeros procedía de las provincias sureñas de Loja y Cañar y habían vendido todas sus pertenencias para pagar el viaje.
El Hali Burton habría recibido la información de un avión de guerra estadounidense que despegó de la base de Manta, ubicada sobre el océano Pacífico y cedida el 10 de noviembre de 1999 por el gobierno de Ecuador a las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Las críticas que provocó el caso tienen fundamento en las cláusulas de la concesión obtenida por los militares estadounidenses, que sólo los faculta a utilizar la base para reprimir el narcotráfico.
El embajador Francisco Suéscum, director de Soberanía Marítima y de Espacio de la cancillería ecuatoriana, cuestionó los operativos militares estadounidenses dentro del espacio marítimo exclusivo de Ecuador de 200 millas y en aguas internacionales, porque "no hay tratados o convenios que lo permitan".
Suéscum aseguró que la detención de emigrantes ecuatorianos es una violación de los tratados internacionales, porque "los Estados Unidos sólo pueden calificar y capturar naves extranjeras cuando estén infringiendo dentro de su territorio".
"Es imperdonable que, a pretexto del convenio para la lucha antidrogas, en la base de Manta se realicen patrullajes y detenciones en aguas ecuatorianas", afirmó Suéscum.
El embajador Juan Pablo Valdiviezo, director de Tratados de la cancillería, observó que la base de Manta fue cedida en forma exclusiva para la lucha antinarcóticos y no "para otros menesteres", como la detención de ecuatorianos que, ante la grave crisis, buscan mejores días en el extranjero.
El canciller Heinz Moeller, uno de los más fervientes defensores del convenio sobre Manta, declaró que el despegue de un avión militar estadounidense de esa base "para ayudar a interceptar un barco cargado de (emigrantes) informales" es violatorio del acuerdo.
También aseguró que se trata de un tema delicado que merece un análisis detallado, para lo cual la cancillería recaba información de las operaciones que se realizan desde Manta.
"Si ese tipo de sobrevuelos viola los acuerdos, presentaremos nuestras formales protestas", aseguró Moeller.
Sin embargo, un boletín de la cancillería justificó el jueves la intervención del buque Hali Burton contra el pesquero, señalando que no es la primera vez que un barco estadounidense detiene emigrantes ecuatorianos frente a las costas de Ecuador.
Según el comunicado, las detenciones realizadas hasta el momento en aguas internacionales lo fueron de común acuerdo con la marina de Ecuador, pero cuando se realizaron en aguas ecuatorianas "violando el espacio marítimo del país, la cancillería emitió una nota de protesta".
También informó que este tipo de detenciones "no tiene relación con las actividades de la base Manta", aunque no las cuestionó, sino que llamó la atención a los ciudadanos que intenta viajar ilegalmente, pues "cometen una infracción".
Para el dirigente indígena Miguel Lluco, coordinador nacional del Movimiento Plurinacional Pachakutik, el comunicado de la cancillería "causa gracia, porque no cuestiona la intervención de las fuerzas armadas norteamericanas en Ecuador".
Lluco criticó también el intento de "justificar la intervención de buques estadounidenses en la detención de emigrantes" con base en la infracción cometida por éstos.
"Los ecuatorianos se van del país por las fatales políticas económicas impuestas por el Fondo Monetario Internacional, que es como decir Estados Unidos, e implementadas por éste y otros gobiernos, y después las fuerzas armadas estadounidenses los detienen", dijo.
El dirigente indígena señaló que se debe castigar a los "coyoteros" e implementar políticas de empleo para evitar la emigración irregular, pero no aceptó que "barcos y aviones estadounidenses intervengan como quieren en un país que se dice soberano".
Lluco no descartó la posibilidad de que los diputados de su sector llamen al Congreso al canciller para que responda por "varios hechos bochornosos".
La embajada de Estados Unidos en Quito emitió un comunicado afirmando que el buque estadounidense intervino al saber que la armada ecuatoriana había pedido la detención del pesquero y que fuera llevado de regreso al puerto de Esmeraldas.
La embajada señaló que el barco "realizaba un patrullaje antinarcóticos de rutina en aguas internacionales cuando su helicóptero avistó una embarcación sospechosa que resultó llevar inmigrantes ilegales".
"De acuerdo con las leyes internacionales", Estados Unidos y cualquier otro gobierno tienen derecho a abordar a cualquier embarcación que se encuentre navegando en aguas internacionales, según la nota diplomática.
La embajada también aseguró que la intervención norteamericana "fue un acto humanitario que posiblemente salvó 200 vidas", pues el pesquero llevaba a los emigrantes "en desesperantes condiciones de hacinamiento".
Asimismo, lamentó la difícil situación económica que obliga a abandonar el país a muchos ecuatorianos, e hizo un llamado a los emigrantes irregulares a la reflexión, para que eviten el grave riesgo de una travesía por mar en condiciones precarias.
Según la embajada, el Hali Burton permanecerá en aguas ecuatorianas hasta este jueves, para abastecerse de combustible y alimentos, y luego partirá hacia el norte, con sus 60 tripulantes.
Varios barcos estadounidenses han arribado en los últimos meses al puerto de Manta para cumplir tareas de rastreo y control del espacio aéreo y marítimo. (FIN/IPS/kl/ff/ip/00