La Unión Europea (UE) eligió un momento significativo, en coincidencia con la discusión de la liberalización de su economía en la OMC, para anunciar otra etapa de la integración de su sector de textiles y vestido al régimen internacional.
El informe distribuido el miércoles 12 en Bruselas dice que la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, había convenido proponer la eliminación de todas las restricciones restantes a la importación de 62 categorías de textiles y vestido procedentes de otros miembros de la OMC (Organización Mundial de Comercio).
El anuncio se completó con una declaración política que define a esa propuesta como "un paso importante" en la liberalización progresiva del comercio en ese rubro.
La iniciativa, sostuvo, demuestra la determinación de la UE de aplicar fielmente sus obligaciones contraídas bajo los acuerdos de la OMC.
La decisión europea significa que la burocracia comunitaria se pone en movimiento para cumplir, como deben hacer los 137 miembros de la OMC, con la tercera etapa de la integración de los productos textiles y del vestido a las normas del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).
Desde el 1 de enero de 1995, el GATT dejó su lugar a la recién creada OMC, que pasó a supervisar el cumplimiento de los acuerdos multilaterales que regulan las relaciones comerciales entre países.
El proceso de integración de textiles y vestido consiste en cuatro etapas que comenzaron el 1 de enero de 1995 con 16 por ciento del volumen de importaciones correspondientes al año 1990. En la segunda etapa, correspondió integrar, en 1998, 17 por ciento adicional.
La tercera, que se avecina con 18 por ciento de integración, es la que los europeos se disponen a cumplir, aunque sin ningún anticipo con respecto al plazo del 1 de enero del 2002. El 49 por ciento restante de las importaciones deberá regirse por las normas de la OMC a partir del 2005.
Un informe de la Oficina Internacional de Textiles y Vestido, que tiene sede en Ginebra, dijo que en las dos primeras etapas la UE había superado en proporción apenas perceptible, las metas de 16 y 17 por ciento fijadas por el Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido.
Las porciones integradas de sus volúmenes de importaciones ascendieron a 16,38 por ciento en en el primer tramo y a 17,99 en el segundo, para un total de 34,38 por ciento, dijo el estudio preparado por el director ejecutivo de la Oficina, Munir Ahmad.
Pero desde otro ángulo, las importaciones integradas en los dos períodos equivalieron solamente a 21,88 por ciento del valor, aclaró Ahmad.
Los productos que la UE se propone incluir en la próxima etapa de liberalización de sus importaciones textiles y del vestido se limitan a prendas para niños de estatura menor de 86 centímetros, observó Chakravarti Raghavan, en el último número de SUNS, la publicación económica especializada que dirige.
La oportunidad del anuncio europeo se relaciona con la reunión del `rgano de Examen de Políticas Comerciales de la OMC convocada para realizar la evalución periódica del apego de los 15 a las políticas neoliberales que supervisa el foro multilateral establecido en Ginebra.
La agencia de noticias suiza ATS estimó que el anuncio representó una garantía de la UE ofrecida a la OMC.
El mismo comisario de la UE responsable del comercio, Pascual Lamy, dijo que la propuesta de cumplir con las normas multilaterales transmite una "señal convincente a los socios en la OMC, particularmente a los países en desarrollo, de nuestro compromiso con las obligaciones" internacionales.
Los países en desarrollo censuran habitualmente a la UE, Estados Unidos, Japón y al resto de naciones industrializadas, porque solo favorecen la liberalización del comercio de servicios y de mercancías.
En cambio alegan, los mismos países del Norte retacean la apertura de los mercados a los productos textiles, del vestido y de la agricultura, donde tienen ventajas comparativas las naciones del Sur.
La agencia ATS dijo que la representante de Estados Unidos ante la OMC, Rita Hayes, reclamó a la UE precisiones sobre su política agraria común (PAC), que demanda subsidios anuales por 50.000 millones de dólares, equivalentes al 45 por ciento del presupuesto comunitario.
Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), divulgado el mes pasado simultáneamente en Washington y Bruselas, dijo que los miembros de ese foro de países industrializados destinaron el año anterior 361.000 millones de dólares para subvencionar sus actividades agrícolas. (FIN/IPS/pc/mj/if/00
