Casi la mitad de los niños menores de cinco años de la región Asia-Pacífico se convertirán en adultos con atrofia del crecimiento y déficit intelectual, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Sin embargo, no todos esos 144 millones de niños llegarán a la edad adulta, señaló el miércoles pasado Unicef en su informe anual sobre "El progreso de las naciones", que registra los avances realizados hacia objetivos acordados internacionalmente para garantizar la salud física y mental de niños y niñas.
Tres de cada cuatro niños con estatura inferior a la normal para su edad viven en la región de Asia y el Pacífico, sostiene el informe.
Aunque Asia-Pacífico realizó grandes progresos en materia de desarrollo humano en las últimas tres o cuatro décadas, el cuidado de la infancia en esa región es peor que "en muchos países de Africa subsahariana", previene el estudio.
En promedio, 44 por ciento de los niños menores de cinco años en 15 países asiáticos con estadísticas disponibles padecen atrofia del crecimiento, frente a 40 por ciento en Africa subsahariana.
Sesenta y dos por ciento de los menores de cinco años de Corea del Norte tienen baja estatura para su edad, seguidos por 56 por ciento en Camboya, 55 por ciento en Bangladesh, 54 por ciento en Nepal, 52 por ciento en India y 50 por ciento en Pakistán.
Esos países tienen peores índices que todos los de Africa subsahariana, excepto Etiopía, con 64 por ciento, y Angola, con 53 por ciento. En promedio, 39 por ciento de todos los menores de cinco años en las naciones en desarrollo padecen atrofia del crecimiento.
"Muchos de esos niños no sobreviven… y muchos de los que sobreviven lo harán con un déficit en su capacidad intelectual", advierte el informe.
"Una vez establecida, la atrofia del crecimiento y sus efectos se vuelven permanentes. La mayoría de esos niños nunca recuperarán la estatura perdida", agrega.
Un niño puede tener baja estatura si su peso al nacer fue inferior a 2,5 kilogramos, pero también por falta de una adecuada nutrición o por enfermedades reiteradas.
Unicef atribuyó esta situación a la pobreza, que priva a niños y niñas de una dieta básica, y también a la carencia de agua de consumo segura y de centros de salud apropiados.
"La falta de alimentación y cuidados adecuados, que afecta el crecimiento en los críticos primeros años de vida, también puede reducir el desarrollo cognitivo y la capacidad de aprendizaje del niño, lo que a menudo provoca bajo desempeño y deserción escolar", dice el estudio.
La directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy, destacó que la clave para una infancia saludable radica en un cuidado apropiado del embarazo y el parto.
"Un niño cuya madre tiene acceso a la atención que necesita durante el embarazo y el parto, un niño nacido en una comunidad con personal y equipamiento adecuados en sus centros primarios de salud, es un niño con un buen comienzo", escribió Bellamy en un comentario sobre el informe.
También es esencial que los niños vivan en un lugar con acceso a agua limpia, saneamiento y escuelas apropiadas", agregó.
Unicef elogió a India y Filipinas, además de otras naciones en desarrollo no asiáticas, por sus esfuerzos para ofrecer servicios integrales de salud materno-infantil, con apoyo de la comunidad.
El proyecto indio de Servicios Integrados de Desarrollo Infantil, que tiene 25 años de antigüedad, provee inmunización, almuerzos y enseñanza primaria a decenas de millones de madres y niños pequeños en ese país predominantemente rural, en base a la colaboración entre el gobierno y la sociedad civil.
Filipinas tiene un programa integrado similar para el cuidado materno-infantil, que incluye "atención médica, nutrición, cuidados psicosociales y educación primaria", señaló Bellamy.
El programa filipino tiene por finalidad reducir a la mitad la mortalidad infantil, la desnutrición y la deserción escolar. "Estos son objetivos cruciales en un país donde casi un tercio de los niños tienen bajo peso o baja estatura", subrayó la directora de Unicef.
Los trabajadores del proyecto, que incluye atención médica, cuidado diurno, enseñanza básica y capacitación de padres, realizan en sus áreas respectivas un seguimiento del crecimiento de cada niño, el saneamiento, y la disponibilidad de agua potable y sal yodada. (FIN/IPS/tra-en/mu/js/mlm/he-dv/00