El gobierno nacionalista vasco exigió hoy a ETA que abandone la violencia, horas después de que esa organización ilegal perpetrada un atentado en el centro de la capital española, con el saldo de 10 heridos y 27 edificios dañados.
Todas las fuerzas políticas condenaron el hecho, con la excepción de la coalición Euskal Herritarrok (EH, próxima a ETA).
El portavoz de EH, Arnaldo Otegui, dijo no estar sorprendido por el atentado, "ya que se rompió la tregua", aunque expresó su solidaridad con los heridos y sus familiares.
El Movimiento contra la Intolerancia convocó de inmediato a una concentración en la Puerta del Sol de Madrid, a escasos 150 metros del lugar de la explosión, la que se realizó con la presencia de miles de personas que gritaron "Vascos sí, ETA no".
Una carga de 20 kilos de dinamita hizo explosión en el interior de un automóvil robado cuatro meses antes. El vehículo fue estacionado en una calle peatonal que sobre una acera tiene a la tradicional tienda El Corte Inglés y sobre la otra a la FNAC, un emporio de venta de libros, discos, videos y útiles para informática y comunicaciones.
Una cámara de vídeo del sistema de vigilancia de El Corte Inglés grabó el momento en que fue estacionado el automóvil, así como el descenso y la retirada de dos hombres que lo llevaron hasta allí.
Poco después, desde un teléfono móvil que no fue identificado se hicieron "en nombre de ETA" llamadas a los bomberos, el gobierno y la policía, avisando que 30 minutos después estallaría una bomba en aquel lugar, distante 40 metros de la avenida Gran Vía y por el que diariamente transitan medio millón de personas.
La explosión fue activada por los etarras a los 20 minutos, o sea, 10 antes del plazo anunciado. Fuentes policiales señalaron que ello demuestra "la intención de los terroristas de tender una trampa a los agentes que, fiándose de la llamada, acudieron a la puerta del centro comercial para desactivar el artefacto".
Entre los 10 heridos hay un inspector de policía, cuatro agentes, una empleada de limpieza de El Corte Inglés, de nacionalidad argelina, y dos mendigos que dormían en la acera, uno de ellos un israelí de 52 años, el único que presenta lesiones graves.
El gobierno autónomo vasco, una coalición de los moderados Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna, fue designado por el Parlamento autónomo con el apoyo de EH, aunque últimamente sus relaciones con esta formación próxima a ETA se han enfriado.
Sin embargo, el Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna se resisten a romper el acuerdo nacionalista global, en el que están comprendidos también EH y otras formaciones afines.
La condena realizada este miércoles por el portavoz del gobierno autónomo, Josu Jon Imaz, puede marcar un punto de inflexión en esa política y acelerar la ruptura.
"Exigimos a ETA que abandone este camino y que apueste por las vías políticas y democráticas, que son las únicas que la sociedad puede aceptar", dijo el portavoz.
Iñaki Anasagasti, portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso de los Diputados, expresó su condena "sin paliativos" y denunció la actitud de EH que, señaló, "permanece impasible ante estos hechos
También partidos de izquierda, centroizquierda y centroderecha condenaron a ETA. Javier Madrazo, coordinador de Izquierda Unida (coalición basada en el Partido Comunista) en el País Vasco, afirmó que la organización ilegal ha perdido definitivamente el norte y que sólo "busca la estrategia del terror".
Cristina Alberdi, dirigente del opositor Partido Socialista Obrero Español, además de condenar el atentado pidió al Partido Nacionalista Vasco que no dé alas al terrorismo apoyando posiciones independentistas.
La circunstancia de que el automóvil utilizado fuera robado cuatro meses antes demuestra que ETA mantiene una infraestructura en Madrid, según Mariano Saiz, de la Asociación Nacional de Policía Uniformada.
Esa infraestructura contaría con personas no fichadas por las fuerzas del orden y que viven perfectamente integradas en la sociedad madrileña, añadió. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, del gobernante Partido Popular, coincidió en que esa infraestructura existe.
Mayor Oreja, quien será candidato a la presidencia del gobierno vasco en las próximas elecciones, cuya fecha todavía no ha sido fijada, apresuró este miércoles su regreso de Moscú, donde se encontraba en visita oficial.
Al llegar al aeropuerto declaró que "ETA quiere hacerse presente a través de una forma macabra, esta vez en Madrid, y pretende amenazar, coaccionar, intimidar y desesperar al conjunto de la sociedad española. No hay ninguna novedad en ese sentido".
El coche bomba de este miércoles es el vigésimoséptimo que ETA hace estallar en Madrid en tres décadas, desde que esa organización fuera creada. El último hizo explosión el 19 de junio de 1995, a escasos 20 metros del lugar elegido en esta ocasión. (FIN/IPS/td/ff/ip/00