ESPAÑA: ETA asesina a un socialista que investigó la guerra sucia

La organización separatista vasca ETA asesinó hoy al ex gobernador socialista de la provincia de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, quien investigó la guerra sucia contra los independentistas realizada durante los primeros años (1983-86) del gobierno de su correligionario Felipe González.

El asesinato, perpetrado en un bar de la guipuzcoana ciudad de Tolosa, fue condenado de inmediato por todos los partidos políticos y organizaciones sociales, incluyendo los del País Vasco, con la excepción de la coalición Euskal Herritarrok (EH), próxima a ETA.

Jáuregui, de 49 años, quien militó de joven en el Partido Comunista, fue encarcelado por la dictadura del general Francisco Franco por participar en manifestaciones contra el juicio de Burgos (1975), en el que un tribunal militar condenó a muerte a dos independentistas vascos acusados de pertenecer a ETA.

En 1994, siendo ya miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Jáuregui fue nombrado gobernador civil de Guipúzcoa, cargo del que dependen las fuerzas de seguridad del Estado y que ejerció hasta mayo de 1996, cuando el centroderechista José María Aznar reemplazó a González.

Sus dos años en ese puesto coincidieron con la investigación dirigida por el comisario Enrique de Federico sobre la detención, el secuestro, interrogatorio con torturas, asesinato, descuartizamiento y entierro clandestino de José María Lasa y Mikel Zabala, dos jóvenes vascos acusados de pertenecer a ETA.

En 1999, cuando se celebró el juicio que llevó a la cárcel al general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo y a varios de sus subordinados, Jáuregui prestó declaración como testigo y apoyó las investigaciones realizadas por De Federico, que sustentaron la acusación contra los condenados.

Al dejar su cargo y estando amenazado por ETA, Jáuregui pasó a trabajar en una empresa española, Aldeasa, que tiene tiendas libres de impuestos en aeropuertos de España y América Latina y, en la actualidad, residía en Santiago de Chile.

Su presencia en España se debía a una visita familiar y a los preparativos para trasladar su residencia a Madrid, donde asumiría el cargo de subdirector internacional de dicha empresa.

Jáuregui estaba este sábado tomando un refresco en un café, cuando entraron dos hombres jóvenes con anteojos oscuros y le dispararon varias veces por la espalda, dejándolo mal herido. Una hora más tarde falleció en el hospital al que fue trasladado poco después del atentado.

Los agresores huyeron en un automóvil robado días antes, el que abandonaron media hora después, dejando activada una carga explosiva que lo destruyó totalmente, una actitud habitual de los miembros de ETA que, con ello, eliminan posibles rastros suyos.

El secretario general del PSOE vasco, Nicolás Redondo Terreros, señaló que "por mucha sangre que derrame ETA, los terroristas con su proceder fascista no lograrán mover a los demócratas de sus posiciones".

La declaración más significativa ha sido la del recientemente electo secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien no vaciló en alinearse en esta ocasión con la posición del gobierno presidido por Aznar.

Rodríguez Zapatero manifestó su "plena lealtad y colaboración con el gobierno en la lucha contra el terrorismo y su pleno apoyo a las fuerzas de seguridad del Estado".

El joven dirigente socialista añadió que "la banda terrorista ETA no debe tener ni el más mínimo aliento de que el terror consiga ningún tipo de objetivo político en este país que quiere paz y libertad".

El gobernante Partido Popular, el PSOE y la coalición Izquierda Unida (IU, basada en el Partido Comunista) además de condenar el atentado y llamar a los ciudadanos a manifestarse en las calles, reclamaron al nacionalismo vasco moderado, que gobierna el País Vasco, que rompa todos sus acuerdos con EH.

Juan José Ibarretxe, miembro del Partido Nacionalista Vasco y presidente del gobierno autónomo vasco, criticó duramente a ETA, tras visitar a la familia de Jáuregui para expresarle su pesar y condolencias, pero no se pronunció sobre el pedido de ruptura con EH.

"ETA sigue con una carrera hacia ningún sitio, en una escalada de terror ético y social. ETA ignora al pueblo vasco que le exige su desaparición y que deje a los ciudadanos de nuestro país decidir sobre su futuro en paz, democracia y libertad", dijo Ibarretxe.

En la plaza mayor de San Sebastián, capital de Guipúzcoa, al igual que en otras ciudades vascas, se concentraron espontáneamente miles de ciudadanos para condenar el atentado, a la vez que se convocan otras manifestaciones para el domingo en toda España.

El presidente de la organización humanitaria Foro de Ermua, Vidal de Nicolás, refiriéndose a lo dicho por Ibarretxe, expresó que "ya no valen las condenas, hay que romper con quienes apoyan a los terroristas", refiriéndose a EH, cuyos diputados apoyaron la investidura de aquél como presidente del gobierno autónomo. (FIN/IPS/td/ag/ip/00

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