ELECCIONES-VENEZUELA: Radiografía de un proceso peculiar

Los 11,7 millones de votantes convocados a las mayores elecciones en la historia de Venezuela tardarán entre uno y medio y 15 minutos en llenar hasta cuatro boletas, para consagrar a 774 de los 4.700 candidatos que aspiran a protagonizar la renovación institucional.

Los comicios fueron programados para adaptar el Estado a la Constitución vigente desde el 30 de diciembre, que en la primera línea del artículo uno precisa una nueva denominación para este país de 23 millones de habitantes: República Bolivariana de Venezuela.

Unos 65.000 militares y 30.000 civiles comenzaron a desplegarse desde el jueves en torno de unas 10.500 mesas de votación que serán habilitadas a las seis de la mañana (10:00 GMT) de este domingo.

En ese momento deberán estar repartidas alrededor de 16,5 millones de boletas de votación, que luego serán procesadas manualmente en 3.558 mesas y en forma automatizada en 6.998 mesas dotadas de máquinas lectoras que agilizan la lectura de los sufragios.

En total, 66 por ciento de las mesas están dotadas de esas máquinas, pero allí votarán 90 por ciento de los inscritos en el registro electoral.

Cuando se contabilicen los resultados, los venezolanos habrán elegido a nivel nacional un presidente, 165 diputados de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), 12 representantes al Parlamento Latinoamericano y cinco al Parlamento Andino.

A nivel local se elegirá 23 gobernadores, 219 legisladores estaduales, 335 alcaldes, un alcalde metropolitano de Caracas y 13 concejales, en un gobierno municipal capitalino creado por la nueva Constitución.

Pero más allá de los números, los venezolanos serán los protagonistas de la elección más atípica registrada en una democracia de 42 años de edad, considerada entre las más estables de América Latina.

Una de las peculiaridades del proceso es la gran cantidad de cargos a elegir. Sin embargo, el ingrediente más perturbador son las complicaciones sin precedentes que acompañaron esta convocatoria, y que dejaron perplejo a este país.

Las elecciones para la renovación institucional fueron convocadas inicialmente para el 28 de mayo, en un proceso en el que se elegirían tanto los cargos en pugna este domingo como otros 5.400 de concejales municipales y miembros de juntas parroquiales que se disputarían 32.000 candidatos.

Por sus dimensiones, ese proceso era conocido popularmente como "megaelección". Pero después de la supensión por parte del Tribunal Supremo ante la falta de garantías, quedó registrado como el "megafracaso".

La fallas técnicas en la habilitación de más de 6.000 máquinas de votación y la falta de información para los votantes dieron origen al fracaso de esas elecciones y a la caída de los directores del Consejo Nacional Electoral, causando gastos por más de 200 millones de dólares a esta nación.

La nueva directiva del Consejo, elegida para salvar el proceso, tuvo dos meses para preparar la votación y decidió como primera medida desdoblarla en dos para reducir su complejidad. Por ese motivo, los concejales y las juntas parroquiales serán elegidos el 1 de octubre.

El proceso de preparación de las elecciones fue vertiginoso y tuvo como prioridad reparar las fallas técnicas y dotar de transparencia los comicios, en medio de una gran cantidad de controversias en torno del sufragio y su vigilancia.

Los 2.000 observadores de la sociedad venezolana que iban a participar en la convocatoria inicial aumentaron a 10.000 para este domingo, en medio de una generalizada ansiedad ante el posible nuevo fracaso de la convocatoria.

Por otra parte, el proceso contará con la presencia de unos 250 observadores internacionales. Las delegaciones más grandes son las del Centro Carter de Estados Unidos y de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Las autoridades electorales lanzaron el viernes una ofensiva final para movilizar a los 82.000 miembros de mesa necesarios para habilitarlas, mientras insistía en mensajes destinados a instruir a la población en el complejo arte de votar en esta oportunidad.

Debido a la gran cantidad de candidatos y cargos en disputa, en algunos distritos los electores podrían verse desafiados por la necesidad de llenar hasta cuatro boletas.

El Consejo Nacional Electoral espera que cada votante demore un minuto y medio, pero los analistas más pesimistas consideran que el promedio podría ser de cinco minutos, con casos en los cuales podrían permanecer 10 ó 15 minutos rellenado las opciones de las boletas.

Eso podría retrasar el cierre de las mesas pautado para las 16:00 hora local (20:00 GMT). De acuerdo con el reglamento electoral, los centros de votación deberán permanecer abiertos mientras haya gente a la espera de ejercer su derecho. (FIN/IPS/lc/mj/ip/00

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