Vicente Fox, un empresario devenido en exitoso político, prometió hoy luego de ser elegido presidente de México la constitución de un gobierno de transición, integrado por los mejores hombres y mujeres del país.
"Debemos unirnos para construir un desarrollo acelerado del país ", dijo el candidato ganador, luego de agradecer a todos quienes lo apoyaron y felicitar a al Instituto Federal Electoral (IFE), por haber garantizado una jornada electoral limpia y pacífica.
Según la encuesta a la salida de los circuitos electorales contratada por el IFE, Fox ganó con una votación de entre 39 y 45 por ciento, mient ras que el candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Labastida, obtuvo entre 35 y 38,9 por ciento de los votos.
El presidente Ernesto Zedillo, cuyo periodo concluirá en diciembre, felicitó a Fox por su triunfo y que le ofreció todo el apoyo necesario p ara lograr una transición de gobierno adecuada.
Alejado de aires intelectuales, informal, pragmático y acostumbrado a conquistar lo que planea, Fox es el primer candidato opositor de México qu e vence al PRI, en el poder desde 1929, en elecciones presidenciales.
Herramientas de mercadotecnia y administración de empresas, ideas extraídas de libros de superación personal y una voluntad para llegar a donde quiere con más prisa que pausa parecen ser algunos de los motores de Fox, un descendiente de irlandeses y españoles que se declara partidario d e la libre empresa.
Antiguo repartidor de refrescos que llegó a la Presidencia de la firma Coca-Cola para México y América Central, a administrar una hacienda familiar, obtener un diploma en Harvard, al Senado y a la gobernación del estado central de Guanajuato, el candidato ganador afirma que ninguna meta es inalcanzable.
Fox se afilió a fines de 1987 al Partido Acción Nacional (PAN), donde su personalidad parece desentonar con el ambiente conservador, moralista y católico predominante. Logró la candidatura presidencial luego de una campaña interna en la que no jugó limpio, según algunos de sus correligionarios.
"Fox no es panista. Representa la incursión del grupo empresarial en l a política a través de Acción Nacional", sostuvo Jorge Ortiz, ex milita nte, consejero y diputado del PAN.
Adueñado de las banderas del cambio y la democracia, que antes parec ían exclusivas de la centroizquierda, y al frente de una intensa campaña publicitaria, el candidato sostuvo que era el momento de acabar con los gobiernos de PRI, pues sólo así México emergería hacia el éxito, l a superación y la felicidad.
La fuerza de su candidatura y la certidumbre de que podría derrotar al PRI atrajeron a su campaña a algunos intelectuales que antes apoyaron a la izquierda, a ex comunistas, ecologistas y algunas feministas, a las que prometió no hacer de sus ideas contrarias al aborto una políti ca de Estado.
El PAN lanzó a Fox como su candidato en una coalición con el Partido Verde Ecologista denominada "Alianza por el Cambio".
Durante la campaña, múltiples las banderas ideológicas fueron acogi das por Fox. El candidato afirma que su plan es un hacer un gobierno de transición, plural, con los "mejores hombres y mujeres del país' '.
Pero no todos le creen. El candidato del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas, sostiene que l a personalidad de Fox, con quien alguna vez intentó una alianza, es incongruente y representa un peligro para el país.
Los detractores de Fox lo consideran contradictorio, grosero, inconsistente y demasiado informal, mientras sus seguidores admiran su capacidad de trabajo, su optimismo y sus dotes de organizador. Unos y otros coinciden en su carisma y en que llega a la gente.
Desde que empezó su lucha no abandonó los pantalones vaqueros, las botas, el sombrero, el cinto con una hebilla que lleva su nombre y el bigote bien recortado. Sin embargo, ya cerca de las elecciones, se puso traje y corbata, pero no abandonó la botas.
Según el proyecto Milenium, elaborado por empresarios amigos de Fox per o no reconocido por el PAN, esta candidatura partió de un detallado plan estratégico de mercadotecnia elaborado en febrero de 1998, con la idea de "vender" al personaje Fox y su promesa política: sacar al PRI de la casa presidencial.
La campaña electoral se desarrolló de acuerdo con las etapas prevista s en ese proyecto, que indicó la necesidad de destacar las diferencias del "candidato" con el resto de los "productos" y posicionarlo en el "mercado", adueñándose de las banderas de la izquierda.
Nacido en el capital, pero criado en la niñez en un rancho (hacianda) familiar del estado de Guanajuato, Fox se considera un hombre exitoso y ganador y niega tener contradicciones o ser un simple producto de mercado.
Sus detractores exhiben como pruebas de su supuesta incongruencia declaraciones luego desmentidas sobre supuestos planes de privatizar la empresa estatal petrolera Pemex.
"No hay ninguna contradicción en mí. Soy una persona íntegra, cent rada y honesta que hará un buen gobierno", replicó Fox a los golpes de sus rivales. (FIN