ELECCIONES-MEXICO: El EZLN no tiene candidato a la Presidencia

Las bases sociales de la guerrilla zapatista del estado mexicano de Chiapas acudirán a votar este domingo sin instrucciones ni acuerdo previo, pero hastiados del partido gobernante y bajo una vigilancia militar atenuada anunciada por las autoridades.

"El tiempo electoral no es el tiempo de los zapatistas", pero los guerrilleros no obstaculizarán las elecciones generales ni la instalación de centros de votación en zonas de montaña y selva, aseguró el subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

"La democracia no se agota en las elecciones", pero éstas son "parte importante de ella", siempre que seas limpias, equitativas y plurales, características que, según el EZLN, no se habrían alcanzado a pleno en el actual proceso.

Otros tres grupos rebeldes, cuya irrupción fue anunciada por comunicados o acciones aisladas durante la gestión del presidente Ernesto Zedillo, iniciada en diciembre de 1994, y a los que el gobierno considera "simples delincuentes", no se pronunciaron sobre el proceso.

Sin embargo, los observadores descartaron problemas en ese frente.

Sin embargo, consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) advirtieron que no hay condiciones óptimas para la celebración de los comicios en varias zonas del meridional estado de Chiapas, donde desde 1994 el EZLN y los militares mantienen una tensa tregua, debido al despligue de tropas.

El IFE señaló que el ejército habría aceptado suspender algunas patrullas y acuartelar soldados en Chiapas 48 horas antes de la elección.

El presidente del IFE, José Wolldemberg, puntualizó que el secretario (ministro) de Defensa, Enrique Cervantes, dijo el mes pasado que los militares estarían acuartelados en todo el país 48 horas antes de las elecciones.

La "sobremilitarización podría inhibir el derecho al voto libre, lo que podría culminar el día de jornada electoral en hechos violentos y en una alta abstención", advirtieron los miembros del IFE.

Algo similar piensan organizaciones no gubernamentales, para quienes la presencia militar en Chiapas y otros estados del sudeste altera o anula la intención del voto de miles de campesinos.

El EZLN aclaró que llega a los comicios sin sentirse representado por ningún partido político, aunque consideró al opositor Partido de la Revolución Democrática una opción de izquierda válida y a su candidato a la Presidencia, Cuauhtémoc Cárdenas, un legítimo representante de ella.

El comunicado firmado por Marcos dejó en claro que, para su grupo, la peor opción sería votar por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobierna México en forma ininterrumpida desde 1929.

"Los zapatistas recordamos que todas las catástrofes y desgracias humanas nos han caido en y por los gobiernos del PRI", observó.

Los simpatizantes del EZLN y sus bases de apoyo, como el resto de los mexicanos, tienen cinco candidatos para votar el 2 de julio, aunque sólo Francisco Labastida, del PRI, y Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), tienen posibilidades reales de triunfo, según las encuestas.

Cárdenas se mantiene en un lejano tercer lugar, pero asegura que dará una sorpresa.

Labastida, quien, como ex ministro del Interior, carga sobre sus hombros el fracaso de las tentativas de reactivación de las negociaciones de paz con el EZLN, promete como solución al conflicto de Chiapas alentar un "nuevo pacto" entre los índigenas y el gobierno.

Fox, en tanto, ofrece reubicar al ejército en Chiapas, respetar los acuerdos ya firmados y reunirse personalmente con Marcos.

La guerrilla está lista para regresar a la mesa de negociación siempre que el actual o el próximo presidente —que asumirá en diciembre— renuncie a la política de la guerra y cumpla los acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígena, señaló Marcos.

Los observadores creen que, en caso de triunfar Labastida, serían reducidas las posibilidades de reanudar el diálogo interrumpido en 1996 por la negativa del gobierno a aceptar el proyecto de ley preparado por diputados en base a los acuerdos de San Andrés.

El candidato del PRI no se refirió expresamente en su campaña a los zapatistas, ni a la presencia de grupos paramilitares en Chiapas, dos asuntos que, en cambio, fueron abordados por Fox.

Cuando fue ministro del Interior, Labastida se dirigió a Marcos como Rafael Sebastián Guillén, nombre que según el gobierno corresponde al líder.

Una comisión de pacificación de Chiapas encabezada por el obispo Samuel Ruiz fue disuelta por presiones del Poder Ejecutivo y aumentó la presencia militar en el estado.

Además, la decisión del gobierno de preparar por su cuenta y sin consenso un proyecto sobre derechos indígenas alejó aún más la posibilidad de reanudar el diálogo de paz.

Ya como candidato, Labastida declaró que no negociará una nueva ley sobre derechos indígenas, dijo que "las leyes no se hacen en la selva" y calificó a la guerrilla de "pequeño grupo".

También negó que hubiera estado de guerra en Chiapas, como lo sostienen grupos humanitarios, y ofreció a los guerrilleros empleo en la policía si deponen las armas.

El EZLN está listo para la paz o la guerra, y "el nuevo gobierno tendrá la palabra y la oportunidad de escoger", advirtió Marcos. (FIN/IPS/dc/ff/ip/00

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