ECONOMIA: G-8 revisará estrategias contra crisis financieras

Los progresos efectuados para evitar futuras crisis financieras mundiales serán uno de los puntos que revisarán esta semana los mandatarios de los siete países más industrializados del mundo y Rusia en Okinawa, Japón.

Los líderes del Grupo de los Ocho (G-8, integrado por Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, Japón y Rusia), deliberarán en la isla sureña de Okinawa entre el viernes y el domingo.

Se prevé que también abordarán cuestiones como el alivio de la deuda externa de las naciones más pobres del mundo.

La creciente importancia de los mercados globales de capital privado y el hecho que el mundo todavía no conoce completamente las ramificaciones de la nueva estructura financiera internacional hacen de esta cuestión un punto importante del orden del día del G- 8.

En su informe a la cumbre, los ministros de finanzas del G-8 señalaron los progresos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aplicar un esquema de códigos internacionalmente aceptados y medidas para prevenir y resolver crisis.

El FMI se encuentra en el centro del proceso para reformar la estructura financiera global y existe consenso en el G-8 sobre que esa institución financiera debería jugar un papel determinante en la promoción de la estabilidad macroeconómica y financiera.

Los ministros dieron cuenta de los esfuerzos en marcha hacia una mayor transparencia por parte del FMI y los bancos multilaterales de desarrollo.

No obstante, insistieron en que el FMI debe asegurar que el sector privado juegue un papel en la prevención de eventuales crisis y fomente la responsabilidad acreedora.

"Los esfuerzos para salvar a los inversionistas, no importa cuán bien intencionados, crean riesgos excesivos en el camino, justamente para compensar la posibilidad de que éstos ocurran", apuntó el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan.

El año pasado se creó un Foro de Estabilidad Finaciera (FEF) que incluye al G-8, el FMI, el Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo, así como otros reguladores, para fomentar la estabilidad financiera global, mejorar el funcionamiento de los mercados y reducir los riesgos.

La falta de normas de pruedencia para los propietarios de capitales, que buscan máximas utilidades, han sido culpadas de negar los beneficios del libre flujo de capital.

Los países en desarrollo se quejan de que el impulso hacia la liberación de capitales no ha sido compensado con una acción paralela para proteger sus economías de las consecuencias adversas de los excesos en los mercados.

En ausencia de esas normas para administrar los flujos de capital, modestas economías de mercado emergentes se han vuelto extremadamente vulnerables a la volatilidad de los capitales.

Las reformas actuales también deben salvaguardar los intereses de participantes menores, pero éstos siguen amordazados y solo un puñado de países en desarrollo forma parte del Grupo de los 20 (G- 20), establecido por el G-8 a fines de 1999 para incluir naciones del Sur en temas financieros internacionales.

El G-20 está integrado por ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japoón, Corea, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.

El sistema financiero internacional padeció en la última década una serie de sacudidas, como el colapso del peso mexicano en 1994.

La crisis económica estallada en el sudeste de Asia hace tres años y sus graves repercusiones en Brasil y Rusia suscitaron nuevos interrogantes acerca de la supuesta estabilidad inherente al nuevo sistema.

En su último estudio, el FMI señaló que muchos países en desarrollo están haciendo esfuerzos para mejorar su estabilidad financiera mediante la consolidación de sus sectores bancarios, adoptando regímenes apropiados de cambios y mejorando la administración de la deuda.

Esos países también están haciendo inversiones sustanciales en la información que proporcionan a los mercados financieros, según el Fondo.

"Los países en desarrollo son más susceptibles y la mayoría siente el impacto de esas crisis", señaló Amar Bhattacharya, un asesor del Banco Mundial.

"Mientras el FMI es el principal agente de prevención de crisis, el Banco también ayuda a desarrollar sistemas de seguridad social, pero es el tipo de tarea que no genera titulares de periódicos", agregó.

Durante la última década, la apertura de muchas economías de mercado emergentes las convirtió en participantes activas en el ámbito global y, a menudo, las expuso a un gran influjo de capital que sus sistemas económicos y financieros no estaban capacitados para absorber.

Los flujos de capital privado a los mercados emergentes se cuadruplicaron entre 1990 y 1997, y estuvieron dirigidos sobre todo a las economías asiáticas que habían crecido vertiginosamente desde la década de los 70.

Anticipándose a la cumbre de Okinawa, Greenspan dijo que hasta ahora no había señales de que el proceso de globalización estuviera por detenerse o frenarse perceptiblemente en un futuro inmediato.

"El mundo ha sido incapaz de anticipar esas crisis y tampoco ha podido adoptar medidas preventivas que absorban el impacto", dijo.

"Necesitamos proceder expeditivamente con los objetivos de diseñar e implementar mejoras, tanto a corto como a largo plazo, parachoques que tienen la razonable posibilidad de proteger la arquitectura financiera internacional en los próximos años", agregó.

Según el Banco de Ajustes Internacionales, muchos de los desequilibrios y deficiencias estructurales que caracterizaron la economía global en los últimos años no fueron corregidos hasta 1999 y "en algunos casos empeoraron".

"Mientras las reformas microeconómicas han hecho más competitivas a algunas economías, preocupa que su resistencia a las crisis económicas y financieras futuras sea todavía muy baja", señaló el Banco de Ajustes, una entidad que agrupa bancos centrales, en un nuevo informe financiero.

"Se han hecho progresos en cuanto al fortalecimiento de las finanzas bancarias en varios países asiáticos. Sin embargo, la restructuración empresarial parece tomar más tiempo", señala el informe. (FIN/IPS/tra-en/gm/da/ego-mlm/dv-if/00

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