Una manifestación de 300.000 personas en la oriental ciudad de Manzanillo celebró hoy el regreso a Cuba del pequeño náufrago Elián González y abrió una nueva etapa en la "cruzada patriótica" contra la política de Estados Unidos frente a este país.
"Nuestra lucha, sin tregua ni descanso, se reanuda vigorosamente para entrar en una nueva y prolongada fase", anunció este sábado el presidente Fidel Castro, en un mensaje enviado a los manifestantes, que procedían de varias provincias orientales.
La demostración cerró el ciclo de desfiles y "tribunas abiertas" comenzado en diciembre para exigir la devolución de Elián, envuelto en un prolongado proceso judicial en Estados Unidos por familiares lejanos que intentaron a toda costa evitar su repatriación.
El caso fue cerrado finalmente el miércoles por la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, y el niño de seis años regresó el mismo día a Cuba. Lo hizo en compañía de su padre, Juan Miguel González, convertidos ambos "en gigantes morales", según Castro.
El presidente comparó el apoyo concedido por el pueblo estadounidense a "la justa causa del niño secuestrado" con el rechazo masivo que "puso fin" a la "cruenta e injusta" guerra de Estados Unidos contra Vietnam (1960-1975), causante de la muerte de cuatro millones de vietnamitas.
"Nada nos importa quién pueda ser el próximo jefe del gobierno de la superpotencia que ha impuesto al mundo su sistema de poder hegemónico y dominante", agregó el mandatario, de 73 años, que se ha mantenido en el poder durante cuatro décadas, pese a la invariable hostilidad de Washington.
Castro subrayó que ninguno de los candidatos a suceder a Bill Clinton "nos inspira confianza alguna" y "toda agresión " e intento de asfixiar y poner "de rodillas" a Cuba serán derrotados, cualquiera fuese el nuevo presidente de Estados Unidos en enero próximo.
Las palabras del gobernante parecen poner punto final al acercamiento que pareció posible entre Washington y La Habana ante la coincidencia de criterios en torno de la situación de Elián.
En gesto quizás no casual, Castro no viajó a Manzanillo, distante 900 kilómetros de La Habana, y permaneció en la capital para presidir a la misma hora una ceremonia de graduación de nuevos oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Los jóvenes egresados recibieron sus diplomas en la llamada Tribuna Antimperialista José Martí, construida en una explanada frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, escenario de las mayores manifestaciones realizadas en La Habana por el caso del niño náufrago.
En Manzanillo, el canciller Felipe Pérez Roque calificó el regreso de Elián de "victoria popular" y anunció que las "tribunas abiertas" continuarán cada sábado en un municipio diferente en rechazo del embargo y de medidas migratorias estadounidenses.
Pérez Roque acusó a Estados Unidos de faltar a los acuerdos migratorios bilaterales de 1994 y 1995, que lo comprometieron a no recibir emigrantes cubanos ilegales. También advirtió que si no se deroga la llamada Ley de Ajuste Cubano se repetirán episodios tristes como los vividos por Elián.
Según las autoridades cubanas, esa legislación, que concede residencia permanente en Estados Unidos a inmigrantes cubanos aunque hubieran entrado de modo ilegal, estimula a miles de personas a lanzarse al mar en débiles embarcaciones, a riesgo de su vida, con la esperanza de tocar tierra estadounidense.
El tema forma parte de asuntos no resueltos entre ambos países en materia migratoria, único punto, sin embargo, que hasta ahora los condujo a la mesa de negociaciones.
Cuba no se presentó a fines a la ronda semestral de conversaciones bilaterales para evaluar los acuerdos, hasta que las condiciones sean "propicias", dijo la portavoz de la cancillería Aymée Hernández.
El gobierno de Cuba informó que enero y mayo de este año llegaron a Estados Unidos 612 emigrantes cubanos ilegales, 399 de los cuales fueron interceptados en el mar por guardacostas estadounidenses. Sólo 290 fueron repatriados.
Se calcula que una de cada cinco personas que optan por esa vía para emigrar puede morir en el intento y que 85 por ciento de los viajes son organizados por grupos dedicados al tráfico ilegal de personas.
Elián sobrevivió en noviembre al hundimiento de una embarcación con emigrantes indocumentados que costó la vida a su madre, Elizabeth Brotons, y otras 10 personas.
La nueva cruzada emprendida por el gobierno de Castro apunta además al cese del embargo económico y comercial que mantiene Washington contra la isla desde los años 60.
"El bloqueo no está siendo aflojado, sino aplicado minuciosamente", afirmó Pérez Roque, quien afirmó que no constituye un alivio del embargo el proyecto de autorización de venta de alimentos y medicinas a Cuba, que podría ser aprobado por el Congreso de Estados Unidos. (FIN/IPS/pg/ff/ip/00