CUBA-EEUU: Nueva cruzada de Castro signa añejo enfrentamiento

La nueva cruzada patriótica lanzada por el presidente Fidel Castro tras la repatriación del niño náufrago Elián González augura nuevas instancias en el enfrentamiento con Estados Unidos, que ya lleva cuatro decenios.

Las movilizaciones populares realizadas en Cuba desde el 6 de diciembre para reclamar el regreso del pequeño de seis años desde Estados Unidos, pusieron a prueba la capacidad de convocatoria del gobierno y la cohesión interna de la población.

Para preservarlas, las autoridades toman medidas ahora, al comienzo de la temporada de vacaciones.

Desde esta semana, las manifestaciones previstas cada semana en algún municipio diferente del país se llamarán Tribunas Abiertas de la Revolución, según fuentes oficiales. En tanto, los medios de comunicación estatal seguirán ofreciendo mesas redondas informativas e "instructivas" en espacios privilegiados.

Expertos y funcionarios comenzaron a analizar en los últimos días, en una serie de programas televisivos, el embargo económico impuesto a Cuba por Estados Unidos en los años 60, entre otras muestras de hostilidad de Washington hacia la isla desde el triunfo de la revolución encabezada por Castro en 1959.

Otro gran debate se refiere a la ley estadounidense de Ajuste Cubano, de 1966, que favorece la inmigración procedente de la isla. El gobierno de Castro afirma que esa norma incentiva la emigración clandestina y es la causa tragedias como la de Elián.

Elián fue rescatado el 25 de noviembre flotando en un neumático cerca de la costa de Florida, tres días después de que zozobrara la embarcación clandestina en la que se dirigía a Estados Unidos junto con otros 13 cubanos. Once de ellos murieron en el intento, entre ellos su madre.

En su horario reajustado (desde las 17.00 a las 18.30 hora local, 22.00 a 23.45 horas GMT), las "mesas redondas" empañan los deseos de entretenimiento veraniego del ciudadano cubano promedio, acostumbrado a disfrutar de programaciones especiales.

Aunque muy en privado, menudearon exclamaciones de "hasta cuándo" y "más de lo mismo" al recibir el anuncio oficial de que las demostraciones populares no terminarían, sino que se abre una "nueva etapa de lucha" contra la política de Estados Unidos hacia Cuba.

De todos modos, Elián sigue concentrando el interés de la mayoría de los 11 millones de habitantes, expectantes además por el futuro de suu padre, Juan Miguel González, hasta ahora trabajador del sector turístico.

González llevó a su hijo de regreso a Cuba el 28 de junio, luego de que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos dio por concluido el prolongado proceso judicial con que Lázaro González, tío abuelo del niño, intentó evitar la repatriación.

Juan Miguel González, quien contó con el apoyo incondicional de Castro en su lucha legal por recuperar a su hijo, fue condecorado el miércoles con la orden Carlos Manuel de Céspedes, que, según Castro, hace "justicia a quien tan ejemplarmente cumplió sus deberes de padre y de patriota".

"El mayor acierto de la revolución fue confiar plenamente en Juan Miguel. El mayor error de la mafia y del imperio fue creer que Juan Miguel podía ser sobornado y conducido a la traición", dijo el gobernante, en alusión a los exiliados anticastristas que se concentran en Miami.

Luego de colocar la condecoración en el pecho de González, Castro reconoció que hubo diferencias, e incluso enfrentamientos en los tribunales, entre el gobierno de Estados Unidos y los exiliados cubanos opuestos a la devolución del menor.

Pero, agregó, ni el gobierno ni los anticastristas dejaron de creer que Juan Miguel González podría ser comprado o convencido con exhortaciones abiertas a abandonar la isla y quedarse en Estados Unidos, principal receptor de la emigración cubana.

"Ninguno, de uno o de otro bando en el seno del imperio, dejó de albergar la esperanza de que Elián se quedara en Estados Unidos con su padre", comentó el gobernante, en un discurso que llevó escrito y sobre el que no improvisó.

En su opinión, esa fue la razón de la táctica de dilación en el proceso iniciado por los abogados de Lázaro González, pues "soñaban con que la batalla que ya tenían perdida se resolviera con un golpe de este tipo".

Sólo cuando todos se convencieron "de que el honor y la firmeza de Juan Miguel eran inconmovibles" se resignaron a su regreso con el niño, comentó Castro, quien confesó haber sentido "una intensa emoción" cuando vio llegar a padre e hijo "convertidos en gigantes morales".

A su vez, el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, arremetió en duros términos contra "la escandalosa impunidad" con que se mantuvo a Elián retenido en Estados Unidos a pesar de las leyes e ignorando decisiones ejecutivas.

En su opinión, esa situación tiene su explicación en el "odio contra Cuba" y "la arrogancia del imperio que nunca ha aceptado" la independencia de la isla.

Las palabras de Castro y Alarcón, quien encabezó las negociaciones con Washington sobre migración que condujeron a los acuerdos de 1994 y 1995, parecen contradecir el supuesto acercamiento entre los dos países como consecuencia del caso Elián.

Las autoridades cubanas continúan considerado, incluso, que no hay "condiciones propicias" para reanudar las conversaciones en que ambas partes examinan los convenios migratorios cada seis meses.

Las conversaciones previstas para fines de junio en Nueva York fueron postergadas indefinidamente por Cuba en lo que al principio se consideró una medida de presión para apresurar el retorno de Elián.

Sin embargo, no se ha fijado aún una nueva fecha para examinar el único punto que hasta ahora logró sentar a la mesa de negociaciones a los dos países. (FIN/IPS/pg/mj/ip/00

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