COLOMBIA: Apoyo internacional abre camino para la paz con ELN

Delegados del gobierno de Colombia, de la sociedad civil y del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) se reunirán el 23 y el 24 de julio en Suiza para diseñar el proceso de paz, tras seis meses de contactos.

Este será el primer encuentro preparatorio de la llamada Convención Nacional, en la que el ELN definirá con la sociedad civil los temas de trabajo de la agenda de negociaciones.

También abrirá espacios para cinco países que manifestaron interés en participar como facilitadores en el diálogo entre el gobierno de Andrés Pastrana y el ELN, segundo grupo guerrillero del país en importancia después de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Suiza, anfitrión de la reunión, Cuba, España, Francia y Noruega manifestaron el martes a Bogotá su interés en acompañar el proceso de paz con el ELN, y mediar cuando las partes lo requieran.

Se espera que a la reunión de Suiza asistan unos 60 representantes de distintos sectores de la sociedad civil colombiana, y que de allí surjan los primeros acuerdos formales para concretar la Convención Nacional.

Antonio García, segundo al mando del ELN, comentó que este encuentro será el segundo más importante que se lleva a cabo desde el realizado en julio de 1998 en Maguncia, Alemania, donde el grupo insurgente anunció su decisión de buscar un acuerdo de paz con el gobierno.

Agregó que en Suiza se buscará "crear los espacios pertinentes para la creación de un mejor país", con un acuerdo en el que estén involucrados todos los sectores de la sociedad colombiana.

La aceptación del gobierno suizo para que se realice la reunión estuvo precedida por un periplo de tres semanas de García por Alemania, España, Suecia y Noruega, en busca de respaldo internacional al proceso.

El profesor de la estatal Universidad Nacional Luis Valencia dijo a IPS que en esa reunión el ELN buscará retomar el curso del incipiente proceso de paz que se inició en Maguncia y que se ha visto obstaculizado por trabas en la creación de una zona desmilitarizada en el nordeste del país.

Valencia opinó que el éxito de la reunión de Suiza dependerá de la decisión que las partes adopten sobre esta zona sin fuerzas de seguridad, pedida por la guerrilla para realizar la Convención Nacional y que ha sido el "cuello de botella" del diálogo en los últimos seis meses.

El ELN llegó a un acuerdo primario con el gobierno en mayo para que se desmilitarizaran los municipios de San Pablo y Cantagallo, en el departamento de Bolívar, y Yondó, en el de Antioquia, ubicados en el noreste colombiano.

No obstante, el acuerdo fue rechazado por las comunidades de los tres municipios, al parecer presionados por los paramilitares de derecha, que en protesta bloquearon carreteras de la zona por tres semanas.

Los opositores a la desmilitarización señalan su temor a que el ELN incurra en las mismas acciones de las que se le acusan a las FARC en la zona bajo su control en el sudeste colombiano, donde se llevan a cabo las negociaciones de paz con el gobierno.

Organismos de seguridad del Estado denunciaron que las FARC utilizan la zona desmilitarizada para fortalecerse militarmente y coordinar desde allí operaciones de narcotráfico y ataques a otras poblaciones.

En cambio, el ELN entiende que la protesta contra el retiro de militares y policías de los municipios de Yondó, Cantagallo y San Pablo está liderada por paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que viven "del negocio de la coca que se da en la zona, porque perderían mucho dinero".

A su vez, las AUC, de fuerte presencia en la zona al igual que la guerrilla, han negado estar detrás de las protestas y afirman que "la gente no quiere al ELN porque "durante más de dos décadas hostigaron y atacaron a la población con sus secuestros y extorsiones".

También las fuerzas armadas creen que es inconveniente la desmilitarización de los tres municipios pedidos por el ELN, porque se trata de una zona estratégica, rica en recursos mineros y energéticos.

Los mandos militares advirtieron que, de autorizarse el retiro de las fuerzas de seguridad, deberían establecerse reglas claras "para evitar situaciones de abuso como las que se han presentado en los cinco municipios bajo control de las FARC".

Para despejar estos temores, el ELN dijo estar dispuesto a aceptar un contralor internacional para el cumplimiento de los acuerdos que se alcancen y a firmar un convenio humanitario que proteja a la población civil en la zona de conflicto.

Representantes del sector privado plantearon como alternativa la posibilidad de que el ELN lleve a cabo su Convención Nacional en el exterior, en caso de que no se llegue a un acuerdo definitivo con la población de los tres municipios.

Las circunstancias de que el ELN haya preferido involucrar a la sociedad civil en las conversaciones, mientras que las FARC iniciaron una negociación directa con el gobierno, han hecho que los dos procesos marchen a ritmos muy diferentes. (FIN/IPS/yf/dm/ip/00

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