La Organización de la Conferencia Islámica (OIC) no ha dado respaldo firme a Pakistán en la cuestión de Cachemira, pero intenta lograr una solución pacífica de ese conflicto que enfrenta a paquistaníes e indios desde 1947.
La reunión realizada por la OIC la semana pasada en Kuala Lumpur confirmó que la prioritaria solidaridad islámica no supera en este caso el marco de los discursos. Sin embargo, los países participantes se comprometieron a mejorar la "deteriorada" imagen que, según los analistas, presenta el Islam.
La OIC reclamó una vez más el derecho de autodeterminación del estado de Jammu y Cachemira, el único de mayoría musulmana de India y por el que ese país y Pakistán se enfrentaron en dos guerras, desde la independencia de ambos de Gran Bretaña en 1947.
India conserva dos tercios del territorio original de Cachemira, y el resto pertenece a Pakistán.
La OIC está integrada por países muy diferentes entre sí. Los conservadores, como Arabia Sauidta, chocan frecuentemente con los más modernos, como Malasia.
El discurso de apertura del primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, en el que propuso adaptar el Islam a los tiempos que corren a través del desarrollo científico, fue un pequeño paso para sacar al bloque de la política de línea dura impuesta por sus miembros clave.
La propuesta de Malasia fue también interpretada como una crítica implícita al frecuente llamado de Pakistán a la "jihad" (guerra santa musulmana) para "liberar" Cachemira.
"Los países islámicos son siempre considerados analfabetos, terroristas y subdesarrollados. Ahora tenemos la oportunidad de cambiar la percepción que se tiene de la OIC", afirmó el canciller de Malasia, Syed Hamid Albar.
Comentaristas de la prensa de India se sumaron a esta posición para señalar "la creciente irrelevancia" en el plano internacional del respaldo del bloque a la causa islámica en Cachemira.
"Que el mundo no haya tomado nunca en serio a la OIC es tan sólo parte del problema. Los propios miembros no conceden peso político a la organización y a sus resoluciones", dijo el C. Raja Mohan, un influyente columnista indio.
De acuerdo con Raja Mohan, director de la sección Asuntos Estratégicos del periódico The Hindu, famoso por su línea dura, los miembros de la OIC tienen múltiples enfoques de la cuestión de Cachemira y no siempre coinciden con Pakistán.
De hecho, Nueva Delhi ha presionado con éxito a integrantes "comprensivos" de la OIC, como Irán, para que resten gravedad a las resoluciones del bloque.
Presionada por el gobierno paquistaní, la OIC designó en 1994 un Grupo de Contacto para Cachemira, conformado por Arabia Saudita, Níger, Turquía, Pakistán y un representante del secretario general de la organización.
El Grupo de Contacto tiene oficinas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su papel consiste en presionar en el foro mundial a favor de la reivindicación paquistaní de Cachemira.
La OIC también reclamó a India que respete las resoluciones de la ONU sobre Chachemira de hace cinco décadas y decidió enviar una misión a la provincia. Pero analistas paquistaníes dudan de que la OIC logre ayudar a Pakistán.
"Todo indica que la OIC no hará muchos progresos en la materia. Lo más descepcionante es su incapacidad para desempeñar un papel protagónico", advirtió el diario paquistaní The Dawn.
El periódico señaló que el Grupo de Contacto para Cachemira no ha cumplido su tarea. "El grupo habría llevado el conflicto a discusión en el foro internacional si se hubiera esforzado lo suficiente", dijo.
"El fracaso del Grupo de Contacto ha vuelto a la OIC ineficaz en este asunto. No se la puede acusar de falta de retórica, pero sí de falta de voluntad política y capacidad de acción", agregó.
El periódico indicó también que la presencia de representantes paquistaníes afectó la credibilidad del grupo.
"La calidad de Pakistán de país miembro determinó a India a rechazar al Grupo de Contacto. La crediblidad es indispensable para el éxito de toda iniciativa por la paz", advirtió The Dawn.
La OIC también exhortó en Kuala Lumpur a ambas partes a poner freno a las escaramuzas en la frontera, que el año pasado dieron lugar a la amenaza de guerra generalizada.
Comentaristas paquistaníes apoyaron esa decisión y pidieron "una resolución pacífica" del conflicto. (FIN/IPS/tra-en/ap- ip/mu/is/rp-ff/ip/00