/BOLETIN-DD HH/ POBLACION-EUROPA: Activistas rechazan cuotas de inmigración

Organizaciones defensoras de los derechos humanos y expertos en asuntos de población rechazaron la propuesta del canciller de Francia de controlar la inmigración ilegal en Europa mediante un sistema de cuotas.

El canciller Hubert Vedrine sugirió la idea la semana pasada, luego que este continente se conmocionó con el hallazgo de 58 jóvenes chinos muertos por asfixia dentro de un camión de carga en el puerto británico de Dover, mientras intentaban ingresar ilegalmente a Gran Bretaña.

Vedrine declaró a la radio France Culture que es hora de pensar seriamente en formas de controlar la inmigración en Europa, y que la opción de las cuotas no debería descartarse.

Francia ocupa desde el sábado la presidencia rotativa de la Unión Europea, por un período de seis meses.

Vedrine manifestó que no conoce lo suficiente los mecanismos de un sistema de cuotas, pero que no considerara ese tipo de medida como un obstáculo en la lucha contra la inmigración ilegal.

"No existe contradicción entre la apertura a inmigrantes necesarios (para las economías nacionales), y la lucha contra la inmigración clandestina con todos los problemas que ella implica, dado que nunca habrá cero inmigración", opinó el canciller.

Agregó que "muchos países manejan su política de inmigración – que no tiene nada que ver con la política de asilo- con cuotas adaptadas a las necesidades de su economía y a su capacidad de integrar a los inmigrantes en buenas condiciones legales y políticas".

Vendrine puso de ejemplo a Estados Unidos, que ha tenido cuotas por país, por región y por profesión.

Las cuotas solo se aplicarían a las visas de trabajo y no afectarían de ningún modo el compromiso de Europa de ofrecer asilo a aquellos que realmente lo necesitan, aclaró.

Los comentarios del canciller provocaron reacciones de condena de grupos de derechos humanos y expertos en inmigración de Francia.

Patrick Moly, miembro del Grupo Francés de Apoyo e Información a Trabajadores Inmigrantes (GISTI), dijo a IPS que las cuotas serían sólo un elemento más de la política restrictiva de Europa hacia la inmgiración.

"La actual política, creadora de la 'fortaleza Europa', es la causa de tragedias como la de Dover. Las cuotas seguirían la misma línea", opinó.

Patrick Baudouin, presidente de la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos, con sede en París, estuvo de acuerdo con Moly.

"Si queremos políticas humanistas en Europa, las cuotas no son la respuesta. Son muy peligrosas, porque provocan discriminación racial", afirmó.

No se sabe cuántos inmigrantes ilegales viven en Europa. La Organización Internacional para la Migración, con sede en Ginebra, estimó que 800.000 chinos viven en este continente, 250.000 de ellos en Gran Bretaña y 200.000 en Francia.

Se calcula que más de 2.500 murieron el año pasado en su intento de ingresar a Europa por la puerta trasera.

Los controles fronterizos se volvieron más estrictos en Gran Bretaña desde que el acuerdo de Shengen derribó las fronteras dentro de Europa continental.

"En Europa, la gente es libre para moverse, pero no para establecerse", y la fijación de un número de inmigrantes permitidos "empujaría el problema hacia otro lugar", opinó Moly.

"Estaríamos abriendo la puerta un poco para luego cerrarla del todo", agregó.

El efecto, según Moly, sería un incremento en el número de inmigrantes ilegales, porque las cuotas ofrecerían muchas esperanzas a ciudadanos de los países favorecidos con el acceso a Europa y ninguna a otros, que optarían por el camino ilegal.

Las cuotas, concluyó Moly, "significan elegir los inmigrantes según nuestras necesidades económicas y no según las necesidades de los países donde la represión obliga a la gente a huir".

La Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos exhortó la semana pasada a los mandatarios europeos a respetar su obligación, asumida en la Convención de Ginebra de 1951, de ofrecer asilo a cualquiera que alegue persecución política o violaciones a sus derechos humanos.

Así mismo, la Federación instó a la Unión Europea a considerar la apertura de canales legales para la inmigración con la finalidad de desalentar el tráfico de personas.

Pero la idea de controlar la circulación humana en el mundo es una utopía en la era de la globalización, opinó Driss Al Yazami, director de Generic, un centro de investigación sobre inmigración con sede en París.

Las cuotas no tienen en cuenta que la mayoría de los millones de personas que golpean a las puertas de Europa en general no tienen otra opción y no están motivadas por dinero, explicó Al Yazami.

"Lo que precisamos es una política de prevención de conflictos en lugar de cuotas de inmigración", concluyó. (FIN/IPS/tra- en/sa/da/mlm/pr-hd/00

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe