/BOLETIN-AMBIENTE/ COLOMBIA: Delegados extranjeros avistan una situación dramática

Delegados de 21 países avistaron desde un avión los cultivos ilícitos de drogas del sudeste de Colombia y respaldaron propuestas para la búsqueda de la paz, al finalizar una reunión organizada por el presidente Andrés Pastrana y las rebeldes FARC.

Representantes de Europa, Asia y América Latina, participantes de una audiencia internacional sobre las plantaciones de drogas y su impacto sobre el ambiente, apoyaron la tesis colombiana de que "la paz no se logrará cabalmente (en este país) sin el desmantelamiento de las organizaciones que se dedican al negocio del narcotráfico".

También compartieron la solicitud de campesinos de las zonas de los narcocultivos de "alternativas y soluciones sostenibles y económicamente rentables" para la erradicación de las plantaciones ilegales.

El embajador de Venezuela en Colombia, Fernando Gerbasi, afirmó que la presencia de los delegados extranjeros en la conferencia realizada en la localidad de Los Pozos, 740 kilómetros al sudeste de Bogotá, fue "un aporte significativo para el proceso de reconciliación de Colombia".

Gerbasi destacó que los asistentes pudieron "escuchar del pueblo colombiano cuál es la realidad" de las zonas afectadas por la siembra de coca, amapola y marihuana, y propuestas para la sustitución de cultivos.

Así mismo, manifestó preocupación ante "el traspaso de los cultivos ilícitos de la frontera entre Colombia y Venezuela",

Por su parte, el embajador de Noruega en Guatemala, Arne Aasheim, indicó que la comunidad internacional "se puede convertir en un puente entre el gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en la búsqueda de la paz".

De la audiencia participaron invitados procedentes de Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Costa Rica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Japón, México, Noruega, Venezuela, Portugal, Suecia, Suiza, y el Vaticano.

También asistieron el representante de la Organización de las Naciones Unidas en Colombia, Francesco Vicenti, y Jean Egeland, delegado del mismo foro mundial para el proceso de paz.

La audiencia permitió a los invitados dar "una mirada diferente, con enfoque social, al problema de los cultivos ilícitos", señaló Luis Valencia, de la estatal Universidad Nacional.

Valencia dijo a IPS que en el conflicto colombiano se "entrecruzan múltiples ingredientes", como "la pobreza, el abandono estatal y la disputa por control territorial de grupos armados de izquierda y derecha".

También destacó la destrucción de la biodiversidad, el desplazamiento de personas causado por la fumigación con agrotóxicos de los cultivos ilícitos.

La mayoría de las plantaciones ilegales se hallan en áreas de combate y el control del negocio es fuente primordial de financiación de paramilitares de derecha y de guerrilleros de izquierda.

Los paramilitares reconocen que 70 por ciento de sus ingresos poceden de tributos obtenidos de la coca.

Así mismo, las Fuerzas Armadas aseguran que las FARC recibieron en 1998 unos 710 millones de dólares de los narcotraficantes, por actividades de cultivo, vigilancia y logística para el transporte de drogas.

Las plantaciones de coca cubren 120.000 hectáreas de selva, el triple de lo que había en 1992 y la amapola, de la que se extrae el látex de opio, ocupa 17.000 hectáreas en zonas de montaña y páramo.

La apertura de espacios para los cultivos ilícitos provocó la destrucción de 504.000 hectáreas de bosques entre 1997 y 1998, según el Ministerio del Medio Ambiente.

Algunos delegados internacionales aprovecharon la audiencia para pedir a las FARC el acatamiento del derecho internacional humanitario, para mejorar el ambiente de la negociación de paz.

El embajador de Bélgica en Colombia, Jean-Paul Warnimont, informó que los participantes pidieron "gestos de paz a la guerrilla, como la liberación de secuestrados. De no ser así, sería difícil convencer a Europa y a la opinión publica" de cooperar en el proceso de paz.

Las FARC mantienen cautivas a más de 500 personas, la mayoría soldados y policías, de acuerdo con información del mando militar.

La instalación de la reunión internacional coincidió el jueves con la visita al presidente Pastrana del secretario general del Consejo de la Unión Europea (UE), Javier Solana, quien también anunció su respaldo al llamado Plan Colombia, el que definió como "un verdadero modelo de desarrollo" y un instrumento para la paz.

Solana indicó que Colombia tiene derecho a luchar contra el narcotráfico y que debe recibir apoyo internacional. Agregó que, seguramente, la UE respaldará la reunión de donantes del 7 de julio en España, convocada para buscar financiación al Plan Colombia, de Pastrana .

El Plan Colombia, que ha sido criticado por organizaciones no gubernamentales por su componente militar para el combate contra las drogas, tiene un costo de 7.500 millones de dólares, de los cuales Estados Unidos aportará cerca de 1.600 millones y el gobierno de Pastrana 4.500 millones. (FIN/IPS/yf/ff/ip en dv/00

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