La cartelera de teatro de Costa Rica, plagada de obras triviales, se enriquecerá el mes próximo con una pieza de Ana Istarú, integrante de un movimiento de autores que apuesta a la hilaridad, el sentimiento y la metáfora.
"Hombres en escabeche", de Istarú, que será estrenada a mediados de agosto por los actores chilenos Marcelo Gaete y Sara Astica, recibió el premio literario español Hermanos Machado.
Este trabajo, cuyo nombre alude a una comida muy popular en Costa Rica, cuestiona severamente los estereotipos de la cultura patriarcal latinoamericana.
Su autora, de 40 años, es una de las poetas, actrices y dramaturgas más reconocidas en este país, sus trabajos literarios han sido publicados en París y sus obras dramáticas llevadas a escena en ciudades españolas como Madrid, Pamplona, Málaga y Zaragoza.
"La cartelera actual de Costa Rica es lamentable", comentó Istarú a IPS, para explicar luego cómo los dramaturgos de este movimiento deben competir con títulos que sólo son parodias sexuales o el montaje de chistes.
"Juguemos a matar", "Viagra 2", "Matrimonio para tres" y "Apartamento de soltero" son sólo tres ejemplos de esas comedias comerciales exitosas, pero cuestionadas por la mayoría de los críticos por tener argumentos simples y ser representadas por actores aficionados.
Por eso la estrategia de Istarú ha sido crear obras hilarantes y punzantes, que lleven además un mensaje social a su público.
Parece que la fórmula le da resultado, pues por lo general sus obras, calificadas por la crítica como inteligentes y poéticas, permanecen buen tiempo en cartelera y dan buenos resultados en las boleterías.
"Mi intención es que la gente se divierta, pero sin sacrificar el mensaje ideológico del teatro", explicó Istarú, quien en su nueva obra critica la falta de amor paternal a las hijas en la cultura latinoamericana y compara la atracción sexual de las parejas con el escabeche.
Istarú forma parte de una generación de actores y autores formados en la estatal Universidad de Costa Rica y reconocidos en el exterior por sus actuaciones y obras.
A fines de los años 70, fue la que obtuvo mejor promedio de admisión entre todos los aspirantes a ingresar a la universidad, pese a lo cual sus padres trataron de disuadirla porque pensaban que su inteligencia y talento para el estudio se iban a desperdiciar en el teatro.
Pero ella demostró lo contrario y forjó una carrera de reconocimientos internacionales, con la obtención del premio Joven Creación de Costa Rica, en 1977, y el Latinoamericano de Poesía, en 1983, entre otros.
Además, sus libros han sido publicados en España y en Francia, traducidos al francés, país en el que estudió a inicios de los años 90 gracias a la beca Guggenheim.
El movimiento al que pertenece Istarú, que pretende mantener el "buen teatro" en Costa Rica, se nutre no sólo de costarricenses sino también de chilenos que llegaron a América Central en 1973 después del golpe de Estado del general Augusto Pinochet.
"El problema es que también los medios de comunicación tienen la culpa por difundir sólo las obras comerciales", explicó a IPS Astica, una de esas actrices que huyeron del Chile pinochetista.
Astica cree fervientemente en la necesidad de montar obras locales y extranjeras de reconocida calidad, algo que realiza con el grupo teatral Surco.
Junto a su esposo, el actor y director Gaete, esta actriz prepara para mediados de agosto la puesta en escena de "Hombres en escabeche", que alude a una popular comida de Costa Rica preparada a base de verduras picadas y cocinadas en vinagre.
Esta obra, cuya autora pretende llevarla a festivales internacionales, habla de una mujer que busca en los hombres el afecto que su padre no le ha dado y cuestiona duramente la contradicción que la cultura machista latinoamericana inculca en las mujeres.
Esta contradicción es la presión social para que la mujer conserve su virginidad a toda costa hasta llegar al matrimonio, pero también la otra presión que la empuja a ser un objeto sexual.
Istarú cuestiona la falta de afecto de los padres a sus hijas y plasma en dos actos ese afán de las mujeres latinoamericanas por buscar en el amor masculino el afecto que de niñas no recibieron de sus progenitores. (FIN/IPS/nms/dm/cr/00