Los proyectos en desarrollo o en vía de definición de Italia con Albania ascienden a unos 235 millones de dólares, informó hoy el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Lamberto Dini.
Dini señaló ante una comisión de la Cámara de Diputados que más de 600 empresas italianas o con participación de capital italiano, con una inversión total de 300 millones de dólares, se instalaron en Albania desde comienzos de este año.
Ahora, gracias al clima más propicio para atraer capital extranjero, se podrían abrir nuevos espacios para las industrias italianas en el programa de inversión quinquenal aprobado por el gobierno albanés, agregó el secretario de Estado.
Dini se refirió en particular a la aspiración por parte de Albania de acelerar las obras en el sector de la energía y en la construcción de carreteras.
"Es necesario iniciar rápidamente con créditos de ayuda los proyectos de infraestructura para el suministro eléctrico, el ferrocarril Tirana-Durazzo y el camino de acceso a la capital", dijo Dini.
Según el último informe anual presentado por el Ministerio de Relaciones Exteriores al Parlamento, correspondiente a 1998, Albania figura en el lugar 13 entre los países beneficiarios de ayuda italiana al desarrollo, con 12 millones de dólares.
En los programas de ayuda de emergencia, Italia otorgó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 250.000 dólares ese año para un programa dirigido a mejorar el acceso al uso de medicinas esenciales en ese país.
Además, llevó a cabo programas de rehabilitación de servicios sociales y sanitarios y colaboró con la creación de una red informativa y de comunicación para mejorar la asistencia sanitaria.
Albania enfrenta los problemas típicos de los países con economía en transición, sin poder aprovechar los beneficios inmediatos derivados de la apertura al mundo occidental y de la economía de mercado.
El ingreso anual por persona es de 900 dólares, con desempleo estimado en 40 por ciento de la fuerza de trabajo.
Se encuentra en desarrollo el Protocolo de Cooperación Italo Albanesa (1998-2000), por 105 millones de dólares, de los cuales, 15 millones en calidad de donación y 90 millones en créditos de ayuda para la ejecución de 16 proyectos en sectores claves del desarrollo socio económico del país.
En particular, los funcionarios mencionan el sector eléctrico e hídrico, la asistencia a pequeñas y medianas empresas, la rehabilitación de los servicios esenciales y la protección del ambiente.
Albania es una de las prioridades de la cooperación italiana, que se propone contribuir a la estabilidad de los países en desarrollo, pues su situación incide directamente en la seguridad de Italia, según las líneas programáticas fijadas para 2000.
Esta finalidad es particularmente evidente respecto de la cooperación italiana con los países balcánicos, junto a las iniciativas dirigidas a la cuenca del Mediterráneo, como también al Cuerno de Africa y Africa austral.
La ayuda italiana se dirige también a la defensa del ambiente, el mejoramiento de la condición femenina, la tutela de la infancia y la lucha contra la droga, que son de interés de toda la comunidad internacional.
El objetivo central de la cooperación italiana es la lucha contra la pobreza, subrayado además por la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y todos los países donantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Ochenta por ciento de los recursos que la ley asigna a la cooperación se concentrarán en los Balcanes (Albania, repúblicas de la ex Yugoslavia), Medio Oriente (territorios palestinos, Jordania, Líbano, Siria), Africa del norte (Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos), el Cuerno de Africa, China e India.
El 20 por ciento restante se destinará a América Latina, Africa occidental y los países de Asia no prioritarios.
La ley de presupuesto del 2000 asignó a las tareas de ayuda al desarrollo llevadas a cabo por el Ministerio de Relaciones Exteriores 360 millones de dólares en carácter de donación para cada uno de los ejercicios financieros del 2000, 2001 y 2002.
Asigna, además, al Ministerio 25 millones de dólares para las contribuciones obligatorias a organismos internacionales y nacionales dedicados a la ayuda al desarrollo.
El Parlamento autorizó también la utilización de parte de la cancillería de 200 millones de dólares para utilizar como donación.
Por lo tanto, las donaciones ascenderán este año a 560 millones de dólares.
Asimismo, las disponibilidades financieras de un fondo rotativo para la concesión de nuevos créditos de ayuda a los países en desarrollo ascenderá a 1.100 millones de dólares para 2000.
El 25 por ciento se destinará a los países de ingreso medio- bajo y no más del cinco por ciento a iniciativas con los países de ingreso medio-alto. (FIN/IPS/jp/mj/dv/00