Mil millones de personas carecen de servicio médico, se advirtió en la V Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, que solicitó el impulso a los programas sanitarios como puntal de la guerra contra la pobreza.
La solución de los problemas de salud pública representa un esfuerzo colectivo que involucra a gobiernos, instituciones y sociedades, enfatizaron delegados de casi 100 países reunidos esta semana en la ciudad de México.
Funcionarios, técnicos y organizaciones civiles destacaron a lo largo de cinco días de trabajos la relevancia de promover la salud para lograr una vida social y económicamente productiva.
George Alleyne, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) —promotora de la cita, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, instó a los participantes a reorientar los servicios de salud e impulsar su desempeño.
Gro Harlem Brundtland, directora de la OMS, declaró, por su parte, que la buena salud de las personas favorece la disminución de la pobreza, la desnutrición y la degradación ambiental.
La batalla contra la pobreza aún no termina y prueba de esa situación son los 1.000 millones de personas que subsisten sin servicios básicos como la salud, afirmó Bruntland.
Movilizar el esfuerzo colectivo es responsabilidad elemental del promotor de salud para desarrollar una acción comunitaria efectiva y concreta que permita tomar decisiones, planear estrategias y aplicarlas, señalaron los delegados.
Ministros del área de casi 60 países, presentes en los dos primeros días de la conferencia, se comprometieron a promover la salud como prioridad de políticas y programas sociales nacionales, regionales e internacionales.
Al firmar la llamada Declaración Ministerial de México para la Promoción de la Salud, los funcionarios acordaron impulsar la participación activa de todos los sectores de la sociedad civil con miras a aplicar medidas que permitan promover la salud.
Apoyados, en los casos que se requiera, en los conocimientos de la OMS y sus organismos asociados en la materia, los gobiernos de cada país prepararán planes de acción para la promoción de la salud.
Esos esfuerzos se dirigirán a la identificación de las prioridades de salud para el establecimiento de programas públicos, el apoyo a la investigación para la promoción de conocimientos y la entrega de recursos económicos necesarios.
Los ministros firmantes se comprometieron a informar a la OMS sobre los progresos alcanzados en la ejecución de los planes, que incluyeron, además, fortalecer o crear redes nacionales y mundiales que promuevan la salud.
Los planes nacionales de acción para los próximos 10 años deberán fomentar la equidad para el logro de la salud y el bienestar, coincidieron en señalar los delegados.
Al discutir los aspectos sobre la promoción de la salud, los delegados coincidieron en que los asuntos sobre género y equidad han sido desatendidos.
Asimismo, subrayaron que la democracia y la estabilidad política constituyen elementos insustituibles para mejorar la salud de la población.
La tercera parte de la población de América Latina y la cuarta para de la afroamericana no cuenta con seguro de salud, afirmó David Satcher, representante de la Secretaría de Salud de Estados Unidos.
En ese país y en otros industrializados de Europa, donde la movilización de recursos económicos no es problema, los servicios de salud no han podido aún hacerse accesibles para todos, señaló Satcher.
El ministro nicaragüense de Salud, Miguel López Baldizón, destacó que una adecuada promoción del sector requiere tanto de infraestructura y de dinero como de decisión política.
Mario Bolaños, ministro de Guatemala, abogó porque se respeten las tradiciones y costumbres de los grupos étnicos, condición imprescindible sin el cual ningún programa ofrecerá resultados positivos.
Los problemas emergentes representan los mayores desafíos para ofrecer servicios de salud en los países en desarrollo, destacaron los participantes en la conferencia.
México, con cien millones de habitantes, más de 60 por ciento menores de 30 años, registra un crecimiento poblacional de 1,5 por ciento anual.
Más de 180.000 de las 200.000 localidades rurales distribuidas en 2.435 municipios en todo el país tienen menos de 500 pobladores.
La dinámica demográfica de los países va acompañada de cambios en el panorama epidemiológico, en el que se revirtió la presencia de enfermedades infecciosas contra el predominio de padecimientos crónico degenerativos y otros relacionados con estilos de vida modernos.
En México, las enfermedades crónico-degenerativas crecieron de 34 a 41 por ciento, mientras se calcula que para 2030 representarán cerca de 60 por ciento de las defunciones en el país, sostuvo Manuel Urbina, director de Promoción de Salud.
Ante ese panorama, el gobierno mexicano adoptó la promoción de la salud como herramienta fundamental del servicio público, añadió el funcionario.
Al promover la salud, se dota a la población de los medios para asegurar un mayor control sobre su bienestar físico y mental, pero junto con la información debe ofrecerse motivación para lograr los cambios de actitud que se requieren, afirmó Urbina.
La primera edición de la conferencia se celebró en 1986 en Ottawa, la segunda en 1988 en Adelaida, Australia, la tercera en 1991 en Sundsvall, Suecia, y la penúltima en 1997 en Yakarta. (FIN/IPS/pf/mj/he/00