Unos 36 países del mundo en desarrollo podrían beneficiarse de una serie de experimentos iniciados en Ghana con un antibiótico para curar la ceguera de los ríos.
Los estudios se producen luego del anuncio realizado este mes por científicos de Alemania, Camerún y Gran Bretaña del descubrimiento de una forma efectiva de combatir la enfermedad, la segunda causa de ceguera en el mundo.
Investigaciones realizadas en vacas con tetraciclina, que mata el gusano parásito onchocerca volvulus, inducen a creer que ese antibiótico podría curar la ceguera de los ríos en seres humanos, reveló el grupo investigador en el último número de la publicación británica Actas de la Real Sociedad: Ciencias Biológicas.
"Este descubrimiento es importante", señaló el coordinador del Programa de Investigacion y Desarrollo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Janis Lazdins.
Sin embargo, Lazdins es cauteloso. "El asunto clave es determinar si el efecto (favorable) de la tetraciclina puede ser reproducido en seres humanos y si podemos usar otros antibióticos", dijo.
Se espera que los experimentos con personas iniciados en Ghana den la respuesta a esta interrogante aunque, de acuerdo con los científicos, habrá que esperar al menos dos años.
Si las investigaciones resultan exitosas, se tendrá "una manera económica, segura y efectiva" de curar la ceguera de los ríos, destacó a la prensa británica el profesor Alexander Trees, miembro del equipo investigador.
Cerca de 18 millones de personas, 99 por ciento de los cuales viven en Africa, sufren la ceguera de los ríos, y 120 millones de personas alrededor del mundo están en riesgo de contraerla, según la OMS. Treinta de los 36 países en que la enfermedad es endémica son de Africa subsahariana y seis, de América.
De no ser tratada correctamente, esta enfermedad, conocida en términos médicos como onchocerciasis, puede terminar en una ceguera total y en graves infecciones cutáneas.
Los científicos han intentado durante 26 años eliminar del mundo la ceguera de los ríos. La primera gran iniciativa para atacarla, en 1974, fue lanzada en siete países de Africa occidental, a través del Programa de Control de la Onchocerciasis.
Incialmente, el método empleado fue la fumigación aérea de los ríos para matar la larva de las mosca negra, que transmite la enfermedad. Posteriormente se distribuyó un medicamento entre las comunidades afectadas.
Los resultados revelan un alto índice de éxito. "Un millón y medio de personas que habían sido infectadas por la onchocerciasis no presentan ahora rastros de la enfermedad", destacó la OMS.
Así mismo, 11 millones de niños nacidos en las áreas donde el programa fue implementado "están ahora libres de riesgos de contraer la enfermedad".
Se calcula que, hasta fines de los años 90, el programa desarrollado evitó al menos 300.000 casos de ceguera en los 11 países participantes.
Desafortunadamente, el medicamento utilizado en este esfuerzo, el "mectizán", no mata al parásito adulto, que puede vivir hasta 14 años en el cuerpo humano, explicó Lazdins. En consecuencia, los pacientes deben ser tratados durante 10 o 15 años.
Pero no es ese el caso de la tetraciclina, que tiene al parecer potencial para matar a los parásitos adultos. Esta característica puede ayudar y facilitar los programas de control.
Los experimentos en Ghana con tetraciclina serán sometidos a un estricto examen, debido a que se realizan en momentos en que los médicos cuestionan la efectividad de los antibióticos.
La OMS reveló la semana pasada que las enfermedades infecciosas se están volviendo inmunes a los medicamentos existentes, incluso a los antibióticos.
"Estamos en carrera contra el tiempo para acabar con las enfermedades infecciosas en el mundo antes de que éstas desgasten a los medicamentos", dijo el director ejecutivo de Enfermedades Contagiosas de la OMS, David Heymann.
Hasta la fecha, sólo una enfermedad infecciosa ha sido erradicada, la viruela, en 1980, aunque otras dos, la poliomielitis y la lepra, están a punto de serlo, informó el portavoz de la OMS, Gregory Hartl. (FIN/IPS/HE/mmm/da/rp/ff/he/00