/Integración y Desarrollo/ PERU: Caída de precios agrícolas demanda soluciones políticas

La caída de precios de los productos agrícolas de Perú demanda soluciones políticas que el gobierno de Alberto Fujimori, envuelto en el conflicto de su cuestionada reelección, no parece tener tiempo para enfrentar y resolver, según expertos independientes.

"En especial en la segunda vuelta electoral, el presidente Fujimori y el candidato de la oposición, Alberto Toledo, ofrecieron imprecisas fórmulas de solución para el sector agropecuario", opinó el economista Hugo Aquino.

"Para contentar a los electores urbanos, ambos hablaban de mantener bajos los precios de los productos agropecuarios y, para tranquilizar a los campesinos, prometían una agresiva promoción de exportaciones, sin explicar cómo podrían hacerlo en un mercado mundial dominado por productores subsidiados", agregó.

Aquino destacó que la contracción del mercado interno de Perú, originada por la recesión que afronta la industria y el comercio de bienes y servicios, provocó una caída de los valores de la producción agropecuaria, que neutralizó el incremento productivo e impide a ese sector salir de la crisis.

"Por otro lado, esa caída de precios tampoco favoreció el consumo de la empobrecida población peruana, pues fue contrarrestada por otros factores, como el alza de tarifas de los servicios básicos y el alto desempleo", afirmó el experto.

Aunque los comicios del 28 de mayo, en los que resultó reelegido Fujimori por segunda vez consecutiva, coincidieron con la cresta de la crisis de la producción de papa, uno de los rubros agrícolas socialmente más importantes, el tema pasó casi desapercibido en el ámbito político.

"En los días electorales, los productores de papas de Apurimac, en la sierra sur-central, bloquearon las carreteras en reclamo de la intervención del Estado, por lo menos precios de refugio, pero el tema sólo provocó algunos aislados titulares en la quinta página", dijo Reinaldo Trinidad, editor de la revista AgroNoticias.

Señala que, por tercer año consecutivo, los productores de papas enfrentan la falta de mercado, en una crisis que ahora se agrava aún más pues amenaza incluso a los productores de semilla.

"Cuando se llega al punto de que no se puede vender semilla a pesar del buen clima y abundante riego, es que la crisis se aproxima a convertirse en una quiebra del sector", aseguró Trinidad.

El productor Teodosio Echevarría indicó que no hay compradores para papa-semilla, en tanto la que tienen almacenada corre el riesgo de malograrse, y el precio en chacra de 20 centavos (dólar a 3,50 soles) el kilogramo origina una pérdida de 50 por ciento.

El Frente de Defensa de los Agricultores de Apurimac remitió una carta abierta al ministro de Agricultura, Belisario de las Casas, para advertirle que el colapso de precios ha obligado a restringir el uso de mano de obra en los valles andinos especializados en la producción de papas.

Los productores de Apurimac, en donde hay sembradas con papas 11.500 hectáreas, reclaman que el Estado compre toda la cosecha a un precio mínimo de 49 centavos por kilograma de papa en chacra, y advierten que de lo contrario todo el valle se vería afectado.

"El gobierno debe comprar nuestra cosecha para sus programas de distribución gratuita de alimentos en los comedores populares, porque con los precios actuales preferiremos dejarlas enterradas. Y, si no hay cosecha, no contrataremos peones y eso aumentará la desocupación", advirtieron.

Demandas similares formulan los productores de arroz, que piden el cierre de la frontera para las importaciones del cereal, pues las compras estatales prometidas no superan las 40.000 toneladas, en tanto que sólo la producción del valle de Lambayeque, en la costa norte, asciende a 300.000 toneladas.

Otro rubro importante en Perú, el maíz amarillo duro, creció en 1999 en 16 por ciento y se espera una cosecha de 951.000 toneladas, que cubrirá sólo 40 por ciento de la demanda interna.

Esos datos deberían significar una excelente situación para el sector. Sin embargo, los precios son los más bajos de la última década por culpa de las importaciones subsidiadas en sus países de origen.

A lo largo de la última década, la rentabilidad de los productores de maíz se redujo en 45 por ciento, descenso que se explica por el aumento del volumen de la importación, que entre 1989 subió de 200.000 a un millón de toneladas.

El maíz es comprado en mínimas cantidades para los programas de distribución estatal de alimentos y su mercado es la industria avícola, de modo que los productores piden una política de protección arancelaria para colocar sus cosechas en el mercado interno.

Carlos Adrianzen, profesor de Economía de la Universidad San Ignacio de Loyola, de Lima, atribuye la caía de los precios internos de los productos agropecuarios a errores de gestión del Ministerio de Agricultura.

"El gobierno ha sobreestimulado la producción de algunos cultivos en los últimos años, especialmente los de papa y arroz, distribuyendo semillas y fertilizantes, y ahora no sabe que hacer con la sobreproducción que ha provocado", afirmó.

"Pero tampoco puede cortar los subsidios indirectos a través de semillas y fertilizantes, pues si dejara de hacerlo los costos agrícolas serían más altos y la competencia con la importación se tornaría totalmente imposible", concluyó el experto. (FIN/IPS/al/ag/if dv/00

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