El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, buscará negociar el mes próximo términos más justos para los países en desarrollo en una nueva ronda mundial de negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El Grupo de los 77, que reúne a 133 países en desarrollo, encomendó a Argelia China, Nigeria y Sudáfrica, durante su Cumbre del Sur realizada en abril en La Habana, la tarea de avanzar hacia ese objetivo mediante una reunión con el Grupo de los Ocho (G-8) países más industrializados.
El G-8 incluye a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, y Mbeki asistirá a la cumbre de ese organismo que se realizará del 21 al 23 de julio en la isla meridional japonesa de Okinawa.
El presidente sudafricano presentará en esa ocasión su propuesta de un programa de apoyo contra la pobreza y el subdesarrollo en los países más pobres, similar al Plan Marshall aplicado por Estados Unidos para la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
Mbeki visitó Estados Unidos la semana pasada y planteó al presidente de ese país, Bill Clinton, la preocupación de las naciones en desarrollo respecto de la arquitectura financiera mundial, que consideran contraria a sus intereses y favorable a los países industrializados.
La misma inquietud fue transmitida por el presidente de Sudáfrica a Tony Blair, el primer ministro de Gran Bretaña, en una visita previa a ese país.
Sudáfrica ha dado importante prioridad a los esfuerzos para reanudar las conversaciones sobre comercio mundial, que no dieron resultados en la III conferencia ministerial de la OMC realizada a fines del año pasado en la ciudad noroccidental estadounidense de Seattle, en el marco de grandes protestas de activistas.
"Creemos que la próxima ronda (de conversaciones de la OMC) debe partir de una definición de la forma en que pretendemos lograr crecimiento económico sustentable para Africa y el resto del mundo en desarrollo", subrayó Mbeki.
El ministro sudafricano de Industria y Comercio, Alec Erwin, quien acompañó a Mbeki en Estados Unidos, declaró que Pretoria y Washington "llegaron a un acuerdo básico acerca del modo de impulsar una nueva ronda de conversaciones" de la OMC.
"Les dijimos que si Estados Unidos quiere llegar a un acuerdo en la OMC, debe ver algunos asuntos desde la perspectiva de los países en desarollo", apuntó el ministro.
Erwin se reunió la semana pasada en Washington con la representante estadounidense de Comercio, Charlene Barchesfsky.
Los países en desarrollo se quejan desde hace años de que las naciones industrializadas controlan la OMC para que sirva a sus objetivos de imponer el libre comercio de productos de tecnología avanzada y servicios, mientras se niegan a abrir las puertas a las exportaciones agrícolas y textiles del Sur en desarrollo.
La globalización no ha resuelto los problemas de los países en desarrollo, y es una de las principales causas de que Sudáfrica padezca alto desempleo y escasez de inversión extranjera, opinó Mbeki la semana pasada durante una reunión con empresarios en la ciudad sudoccidental estadounidense de San Francisco.
"Siempre se dijo a los países en desarrollo que debían llevar a cabo reformas comerciales y económicas para ser más compatibles con el mundo desarrollado y más atractivos para sus inversiones, pero eso no siempre ayudó", comentó.
"Sudáfrica posee estabilpara corregir las abrumadoras desigualdades el Norte industrializado y el Sur en desarrollo.
"Los países en desarrollo quieren ser parte del proceso de toma de decisiones para que sus necesidades sean reconocidas y atendidas", expres<<1<162>> a mantener altos índices de pobreza y desempleo", explicó.
El presidente abogó por una masiva transferencia de recursos a los países pobres, mediante una ronda de negociaciones de la OMC dedicada al desarrollo, para corregir las abrumadoras desigualdades el Norte industrializado y el Sur en desarrollo.
"Los países en desarrollo quieren ser parte del proceso de toma de decisiones para que sus necesidades sean reconocidas y oceso de toma de decisiones para que sus necesidades sean rec