/Integración y Desarrollo/ CHILE: PNUD y ONG tras responsabilidad social de los empresarios

La responsabilidad social de los empresarios es el tema de talleres organizados en Chile por el PNUD y una organización no gubernamental (ONG), en los cuales se busca construir nuevas alianzas, deponer desconfianzas y asumir los desafíos del desarrollo bajo la globalización.

El interés sobre la dimensión social de la empresa es universal y el asunto estará en la agenda de la reunión Copenhague+5, de balance de los acuerdos de la Cumbre de Desarrollo Social de 1995, que se realizará esta semana en Ginebra, señaló Thierry Lemaresquier, representante en Chile del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo).

Lemaresquier precisó que el propósito de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en este campo es propiciar una participación activa y consenso entre los empresarios, los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil.

Es precisamente en esta perspectiva, que en Chile el PNUD trabaja en conjunto con Prohumana (Programa de Investigación para la Promoción Humana), una ONG que se ha organizado hasta la fecha cuatro talleres de Responsabilidad Social Empresarial, mediante mesas redondas con ejecutivos de empresas y expertos académicos.

En esta labor participó también activamente, como consultor del PNUD, el empresario exportador Cristóbal Valdés, quien dejó esa función este jueves, ya que en los próximos días asumirá como embajador de Chile en Australia.

Soledad Teixidó, directora ejecutiva de Prohumana, señaló que está prevista la realización de tres mesas redondas más sobre el tema, una con pequeños y medianos empresarios, otra para ONG y la última con representantes del gobierno y del Poder Legislativo.

Con estos pasos, se busca no sólo dar fluidez al diálogo entre los sectores involucrados en el desarrollo social, sino también recoger ideas que en el futuro pueden dar lugar a iniciativas concretas en este campo y a una legislación o normativa actualizada.

La responsabilidad social es componente central del desarrollo humano planteado por el PNUD y el papel de los empresarios en ella cobra importancia en la medida de que los fenómenos propios de la globalización disminuyen la acción del Estado.

Chile, país pionero en América Latina en las políticas de liberalización de la economía y en los procesos de privatización, cuenta con una serie de instrumentos legales y programas que buscan estimular los aportes empresariales a proyectos de interés social.

Lemaresquier recordó que, al mismo tiempo, este país posee una abundante y variada red de organizaciones de la sociedad civil, como lo consignó el propio PNUD en su último informe nacional de desarrollo humano, entregado en marzo al entonces presidente Eduardo Frei y al actual, Ricardo Lagos.

Es con estos antecedentes que el proyecto sobre responsabilidad social de los empresarios busca generar una mejor interlocución entre éstos y las organizaciones representativas de la sociedad civil y del mundo laboral, señaló el alto funcionario de la ONU.

Se requiere una mejor sistematización y una distribución más justa de los esfuerzos en pro del desarrollo social, propiciando la complementariedad entre los diversos actores para buscar así consenso acerca de las iniciativas y sus consecuencias, indicó Lemaresquier.

La propuesta apunta a poner al día las relaciones entre la empresa y la sociedad, que se inician de manera más o menos sistemática en el siglo XIX, con acciones filantrópicas canalizadas la mayoría de las veces mediante donaciones a la Iglesia Católica.

Ese tipo de actos no tenía generalmente continuidad y surge más tarde un segundo tipo de filantropía, donde la empresa se vincula con la comunidad por intereses propios de promoción y con un enfoque de corto plazo, señaló Soledad Teixidó.

"Por último, existe una filantropía que se desarrolla mediante los intereses y redes sociales que tiene el empresario con grupos en desventaja", explicó la directora ejecutiva de Prohumana.

Desde mediados de los años 80 se han promulgado en Chile tres leyes que, por la vía de la deducción de impustos, estimulan las donaciones privadas para instituciones y programas en los ámbitos de la educación, la salud y las actividades artísticas y culturales.

Teixidó señaló a IPS que los recursos canalizados a través de esas leyes son aún relativamente bajos y que es necesario ampliar la visión sobre la forma en que la empresa puede materializar su responsabilidad social más allá de los impuestos y las inversiones.

"La reflexión sobre la responsabilidad social empresarial que empieza a germinar en el último año en Chile apunta a que la empresa debe tener una mirada más integradora de la realidad circundante", señaló.

Las formas en que las empresas pueden contribuir al desarrollo social son múltiples y en la visión del programa impulsado por el PNUD se plantea tanto la necesidad de mejorar los incentivos tributarios como de crear mecanismos para atender nuevas demandas sociales, con o sin recursos financieros.

Una gran empresa puede hacer un importante aporte estableciendo requisitos mínimos para subcontratistas que trabajan con ella, impidiéndoles, por ejemplo, el trabajo infantil y tendiendo en general a que respeten los derechos laborales.

"Se trata de repensar a la empresa" y para ello "es preciso derribar la desconfianza existente entre el sector empresarial, el mundo académico y la sociedad civil", subrayó Teixidó, quien aseguró que los 50 empresarios convocados hasta ahora en los tallares están realmente interesados en una nueva alianza social. (FIN/IPS/ggr/dv/00

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